Esta­dos Uni­dos. Un “Deba­te” Ver­gon­zo­so Con Sabor a Nada

Por Pablo Jofré Leal, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de sep­tiem­bre de 2020.

El pri­mer deba­te pre­si­den­cial esta­dou­ni­den­se – de tres pro­gra­ma­dos – lle­va­do a cabo en Cle­ve­land, Ohio repre­sen­ta la expre­sión de la polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se: el espec­tácu­lo, la para­fer­na­lia mediá­ti­ca, el pre­sen­tar un esce­na­rio don­de supues­ta­men­te se defi­nen cam­bios estruc­tu­ra­les, en un país don­de lo medu­lar segui­rá sien­do inmu­ta­ble. Nada muy dis­tin­to a los deba­tes del año 2016.

A menos de un mes del día sig­na­do para defi­nir si el empre­sa­rio Donald John Trump con­ti­núa como pri­mer man­da­ta­rio o es des­ban­ca­do por el demó­cra­ta y ex vice­pre­si­den­te bajo la admi­nis­tra­ción del ex pre­si­den­te Barack Oba­ma, el vete­rano polí­ti­co Joseph Roni­net­te Biden Jr. (Joe Biden); este pri­mer deba­te – con­du­ci­do por el perio­dis­ta de Fox News Chris Walla­ce – lle­ga con cifras estre­me­ce­do­ras pro­duc­to de la pan­de­mia del Covid 19. 7.6 millo­nes de con­ta­gia­dos, 210 mil muer­tos, 2.6 millo­nes de esta­dou­ni­den­ses con­si­de­ra­dos casos acti­vos. Un des­em­pleo del 15%, vio­len­cia racial y explo­sio­nes de rebe­lión de la pobla­ción en nume­ro­sas ciu­da­des de Esta­dos Uni­dos, cuyos habi­tan­tes están has­tia­dos de la vio­len­cia poli­cial, el racis­mo, la indo­len­cia del gobierno cen­tral y una eco­no­mía sacu­di­da por los efec­tos de la pandemia.

Un Millo­na­rio Que No Paga Impuestos

Biden hizo su decla­ra­ción de impues­tos el mis­mo día del deba­te, lo que sig­ni­fi­có un gol­pe de efec­to con­tra Donald Trump, tras el repor­ta­je del New York Times (1) que denun­ció que duran­te los diez años ante­rio­res a su elec­ción como pre­si­den­te “Donald J. Trump pagó 750 dóla­res en impues­tos fede­ra­les el año que ganó la pre­si­den­cia. En su pri­mer año en la Casa Blan­ca, pagó otros 750 dóla­res. No pagó impues­to sobre la ren­ta en 10 de los 15 años ante­rio­res, en gran par­te por­que repor­tó haber per­di­do mucho más dine­ro del que ganó. Mien­tras el pre­si­den­te lle­va a cabo una cam­pa­ña de reelec­ción que las encues­tas dicen está en peli­gro de per­der, sus finan­zas están en difi­cul­ta­des, aco­sa­das por las pér­di­das y cien­tos de millo­nes de dóla­res en deu­das que están pró­xi­mas a ven­cer y que él ha garan­ti­za­do per­so­nal­men­te. Tam­bién tie­ne enci­ma una audi­to­ría de una déca­da con el Ser­vi­cio de Impues­tos Inter­nos (IRS, por su sigla en inglés) sobre la legi­ti­mi­dad de un reem­bol­so de impues­tos de 72.9 millo­nes de dóla­res que recla­mó, y reci­bió, des­pués de decla­rar enor­mes pér­di­das. Un fallo adver­so podría cos­tar­le más de 100 millo­nes de dólares.

Lo seña­la­do fue par­te de una de las pre­gun­tas, pero sin lle­gar a cons­ti­tuir­se en un tema rele­van­te. Un supues­to com­ba­te de ideas, que sim­ple­men­te fue una ver­bo­rrea des­con­tro­la­da, lle­na de inte­rrup­cio­nes, con lla­ma­dos de Biden a que Trump cerra­ra la boca. Un Joe Biden tran­qui­lo, que pau­sa­da­men­te mira­ba a la cáma­ra para refren­dar algu­na idea, en con­tra­po­si­ción a un Trump ner­vio­so, con una pos­tu­ra cor­po­ral muy dis­tin­ta a la que cono­ce­mos de un tipo sober­bio y que quie­re domi­nar los esce­na­rios. Trump nun­ca miró la cáma­ra, cero res­pe­to a las reglas esta­ble­ci­das para este deba­te con inte­rrup­cio­nes per­ma­nen­tes al ex vice pre­si­den­te, para tra­tar de sacar­lo de sus casillas.

Fue una pre­sen­ta­ción des­co­lo­ri­da, sin temas abor­da­dos en pro­fun­di­dad y don­de lo más des­co­llan­te en mate­ria de con­fe­sión fue la ame­na­za de Trump res­pec­to a adver­tir a sus adhe­ren­tes sin­di­ca­dos como supre­ma­cis­tas blan­cos que “dejen de hacer lo que están haciendo…pero espe­ren” en alu­sión al lla­ma­do efec­tua­do por Chris Walla­ce, el perio­dis­ta a car­go de hacer las pre­gun­tas, que Trump con­vo­ca­rá a estos gru­pos a cesar la vio­len­cia racial. Es el lla­ma­do a man­te­ner las armas supre­ma­cis­tas en com­pás de espe­ra y eso, sin duda, repre­sen­ta una con­duc­ta abso­lu­ta­men­te des­pre­cia­ble y que debe­ría gene­rar la crí­ti­ca transversal.

Fui­mos tes­ti­gos de dos per­so­na­jes de esca­so caris­ma, que en el caso de Trump tra­tó a cada momen­to de mos­trar a Joe Biden como un polí­ti­co ton­to, de esca­sas luces, de san­gre fría, que en sus déca­das como polí­ti­co no había hecho nada, que la medio­cri­dad era par­te de su currícu­lo. Con hijos dedi­ca­dos a hacer dine­ro y adic­tos a dro­gas. Esa fue cla­ra­men­te su estra­te­gia, dise­ña­da para diluir cada una de las crí­ti­cas que ha cose­cha­do en estos años y que pudie­sen ser lan­za­das des­de la trin­che­ra rival. Las dia­tri­bas del ex vice­pre­si­den­te a Trump se direc­cio­na­ron para mos­trar­lo como un pre­si­den­te lleno de fra­ca­sos, un racis­ta, un defen­sor del supre­ma­cis­mo blan­co y de los gran­des millo­na­rios. Inclu­so lla­mán­do­lo paya­so con el cual se hacía difí­cil deba­tir, cul­mi­nan­do el ata­que lla­man­do a Trump “cacho­rro de Putin”

Cada tema tuvo esca­sos minu­tos para ser ana­li­za­dos con pro­fun­di­dad, todo era sim­ple expre­sión de ideas sin fon­do alguno, que ade­más no se podía com­pren­der en su tota­li­dad pues la inte­rrup­ción se hacía pre­sen­te per­ma­nen­te­men­te des­de el atril de Trump. En el tema del reem­pla­zo de la falle­ci­da Jue­za para la Cor­te Supre­ma – tras la muer­te de la pro­gre­sis­ta jue­za Ruth Bader Gins­burg – que Trump quie­re reem­pla­zar por Amy Con­nie Barret – se mos­tra­ron las diver­sas valo­ra­cio­nes de esta deci­sión, en fun­ción de su impac­to sobre el Oba­ma­ca­re con­vir­tién­do­lo en un ver­da­de­ro referéndum.

Tal deci­sión, Trump la vali­da en fun­ción de sus pre­rro­ga­ti­vas por ser pre­si­den­te ele­gi­do por cua­tro años y su acu­sa­ción res­pec­to a que los demó­cra­tas se opo­nen a que ocu­pe el car­go es por­que Biden quie­re esta­ble­cer un plan socia­lis­ta en salud y la nue­va jue­za pue­de sig­ni­fi­car un freno. Trump acu­só, en más de una oca­sión a Biden de ser sim­ple­men­te un títe­re de la izquier­da radi­cal al inte­rior de su par­ti­do. Todo ello acom­pa­ña­do de con­ti­nuas per­tur­ba­cio­nes cuan­do Biden expre­sa­ba su pare­cer. Para el ex vice­pre­si­den­te Biden, este nom­bra­mien­to en pleno perío­do elec­to­ral es sim­ple­men­te un abu­so de poder y que el obje­ti­vo de Trump es des­ha­cer­se del Oba­ma­ca­re, recor­dan­do que esta jue­za ya se había pro­nun­cia­do sobre el plan de salud sos­te­nien­do, que es incons­ti­tu­cio­nal y que el camino es favo­re­cer a las empre­sas aseguradoras.

En mate­ria de Plan de salud, Trump defien­de sus medi­das, des­co­no­ci­das o con­tra­rias a lo que ha sido su tra­ba­jo en los últi­mos años. Men­cio­nó que el pre­cio de los medi­ca­men­tos baja­ría en un 80%, vol­vien­do a acu­sar a los demó­cra­tas de que­rer socia­li­zar el sis­te­ma de salud. Un tema don­de tam­po­co pudi­mos lle­gar a cono­cer en pro­fun­di­dad sobre un tema que es cru­cial para dece­nas de millo­nes de esta­dou­ni­den­ses. Para Joe Biden, se hace nece­sa­rio apli­car un pro­gra­ma de vigi­lan­cia en salud para futu­ras enfer­me­da­des. el actual pre­si­den­te sólo emi­te decre­tos, no tie­ne y nun­ca ha pre­sen­ta­do un plan de salud gene­ral y menos aún para el com­ba­te a la pan­de­mia. Un man­da­ta­rio que para Biden no sabe lo que habla, al cual tuvo que hacer callar en más de una opor­tu­ni­dad con un “cálla­te ya hombre”

En mate­ria del Covid, Trump habló como sue­len hacer­lo algu­nos depor­tis­tas, en ter­ce­ra per­so­na “Trump hizo un tra­ba­jo feno­me­nal. Trump ha sal­va­do millo­nes de vidas” Anun­cian­do que se está ad por­tas de una nue­va vacu­na, lo que fue inclu­so cues­tio­na­do por el pro­pio perio­dis­ta a car­go del deba­te. Un tema que mos­tró nue­va­men­te a este mul­ti­mi­llo­na­rio deve­ni­do pre­si­den­te ofen­dien­do a Joe Biden a quien lla­mó ton­to que “duran­te 47 años que has esta­do en la polí­ti­ca no has hecho nada. No hables de inte­li­gen­cia por­que no la tie­nes”. Su con­fe­sión final fue paté­ti­ca para expli­car su polí­ti­ca con rela­ción al Covid: “hemos apren­di­do mucho en estos meses, como por ejem­plo que las per­so­nas de ter­ce­ra edad, los hiper­ten­sos y per­so­nas con pro­ble­mas car­dia­cos son per­so­nas con más ries­gos fren­te a la pan­de­mia”. Eso ya lo saben inclu­so los esco­la­res de pri­ma­ria pero vinien­do de Trump sonó como un des­cu­bri­mien­to de pri­mer nivel.

Biden en este tema pan­dé­mi­co seña­ló, que Trump sabía de la gra­ve­dad de la enfer­me­dad, des­de el ini­cio, como lo ha decla­ra­do pero no reco­no­ci­do y no hizo nada. “Sos­tu­vo que no que­ría hacer entrar en páni­co a la socie­dad y en ver­dad el páni­co esta­ba en él”. La con­clu­sión es que no gene­ró una polí­ti­ca ade­cua­da con opi­nio­nes con­tra­rias a lo que el mun­do cien­tí­fi­co trans­mi­te. “este hom­bre – por Trump – habla de vacu­nas pero toda com­pa­ñía seria habla de varios meses más, la socie­dad debe con­fiar en los cien­tí­fi­cos y no en este presidente”

En mate­ria eco­nó­mi­ca Trump repi­tió lo que ha sido su retó­ri­ca cons­tan­te: “hemos cons­trui­do una eco­no­mía fuer­te como nun­ca. Esta­mos hacien­do nego­cios enor­mes y crea­re­mos 10 millo­nes de empleos en los pró­xi­mos meses” para Trump las medi­das de la que deno­mi­na izquier­da radi­cal demó­cra­ta sólo lle­va­rán a des­alen­tar las inver­sio­nes, redu­cir la inter­ven­ción esta­tal en el mer­ca­do inmo­bi­lia­rio. Ata­có a Biden por los nego­cios de sus hijo con empre­sas chi­na y denun­ció que reci­bió 3.5 millo­nes de dóla­res de la segun­da espo­sa del Alcal­de de Mos­cú, Ele­na Batu­ri­na, para nego­cios en el mun­do ener­gé­ti­co vin­cu­la­dos con Ucra­nia. Sobre pla­nes, ideas, pro­yec­tos espe­cí­fi­cos para alen­tar una eco­no­mía en cri­sis no hubo pala­bras. Pero sí refe­ren­cias a la dro­ga­dic­ción de su hijo Hun­ter en momen­tos que Joe Biden habla­ba de su falle­ci­do hijo Beau.

Biden seña­ló que den­tro de los pla­nes de la pla­ta­for­ma demó­cra­ta esta­ba ampliar el acce­so a vivien­das para lati­nos, indí­ge­nas y negros. Cri­ti­can­do a Trump, que con sus polí­ti­cas eco­nó­mi­cas ha logra­do hacer más millo­na­rios a los mul­ti­mi­llo­na­rios. En esta par­te del pro­gra­ma el can­di­da­to demó­cra­ta, dio a cono­cer que Trump sólo pagó impues­tos por 750 dóla­res en los años fis­ca­les 2016 y 2017 (en la déca­da ante­rior sim­ple­men­te no pagó) una cifra ridí­cu­la que sig­ni­fi­ca menos de lo que una maes­tra de escue­la paga al año en ese país. En esta sec­ción, al menos Biden dio a cono­cer algu­nas ideas: aumen­tar el pago míni­mo fede­ral por hora a 15 dóla­res. Una rever­sión de la reduc­ción de los impues­tos que han bene­fi­cia­do a los más ricos. Eli­mi­na­rá las ven­ta­jas fis­ca­les, que han favo­re­ci­do a per­so­na­jes como Trump y habló de un plan de crea­ción de 7 millo­nes de empleos y un billón de dóla­res de inver­sión inter­na. Biden seña­ló que Trump será el pri­mer pre­si­den­te de la his­to­ria en aban­do­nar su car­go dejan­do menos empleos de los que recibió.

En la sec­ción, res­pec­to a la vio­len­cia racial, Joe Biden acu­só a Donald Trump de ser el peor pre­si­den­te de la his­to­ria en mate­ria de polí­ti­cas socia­les y que sólo bus­car ejer­cer más repre­sión y pro­te­ger la vio­len­cia radi­cal de los gru­pos supre­ma­cis­tas y racis­tas. En esta eta­pa Biden habló de valo­res, soli­da­ri­dad, empa­tía y recon­ci­liar un país divi­di­do por un pre­si­den­te que gene­ra odio, divi­sión y racis­mo. Alguien que no tie­ne sen­si­bi­li­dad. El fra­ca­so de la estra­te­gia de con­fron­ta­ción de Trump ya entra­ba en su rec­ta final. En su inter­ven­ción, el actual man­da­ta­rio, que a estas altu­ras del encuen­tro mos­tra­ba su inco­mo­di­dad con un con­trin­can­te que no salía de sus casi­llas fren­te a sus con­ti­nuos ata­ques, dio fe de esas afir­ma­cio­nes res­pec­to a su aval a la violencia.

Las medi­das dadas a cono­cer por Trump mues­tran un futu­ro inme­dia­to con más muer­tos: con­tra­tar más poli­cías, endu­re­cer las penas por des­ór­de­nes. Asig­nán­do­le la res­pon­sa­bi­li­dad del esta­lli­do social a izquier­dis­tas radi­ca­les y demó­cra­tas que no con­de­na la vio­len­cia y no apo­yan la ley y el orden. Men­cio­nó que es sin­to­má­ti­co que en las prin­ci­pa­les 50 ciu­da­des afec­ta­das por los dis­tur­bios, en 40 de llas gobier­nan demó­cra­tas. Ante la pre­gun­ta del perio­dis­ta Chris Walla­ce si con­de­na­ba la vio­len­cia supre­ma­cis­ta y gru­pos extre­mis­tas sos­tu­vo su fra­se anto­ló­gi­ca y peli­gro­sa “dejen de hacer lo que están haciendo…pero esperen”.

Fui­mos tes­ti­gos de dos per­so­na­jes de esca­so caris­ma, que en el caso de Trump tra­tó a cada momen­to de mos­trar a Joe Biden como un polí­ti­co ton­to, de esca­sas luces, de san­gre fría, que en sus déca­das como polí­ti­co no había hecho nada, que la medio­cri­dad era par­te de su currícu­lo. Con hijos dedi­ca­dos a hacer dine­ro y adic­tos a dro­gas. Esa fue cla­ra­men­te su estra­te­gia, dise­ña­da para diluir cada una de las crí­ti­cas que ha cose­cha­do en estos años y que pudie­sen ser lan­za­das des­de la trin­che­ra rival. Las dia­tri­bas del ex vice­pre­si­den­te a Trump se direc­cio­na­ron para mos­trar­lo como un pre­si­den­te lleno de fra­ca­sos, un racis­ta, un defen­sor del supre­ma­cis­mo blan­co y de los gran­des millo­na­rios. Inclu­so lla­mán­do­lo paya­so con el cual se hacía difí­cil deba­tir, cul­mi­nan­do el ata­que lla­man­do a Trump “cacho­rro de Putin”

Cada tema tuvo esca­sos minu­tos para ser ana­li­za­dos con pro­fun­di­dad, todo era sim­ple expre­sión de ideas sin fon­do alguno, que ade­más no se podía com­pren­der en su tota­li­dad pues la inte­rrup­ción se hacía pre­sen­te per­ma­nen­te­men­te des­de el atril de Trump. En el tema del reem­pla­zo de la falle­ci­da Jue­za para la Cor­te Supre­ma – tras la muer­te de la pro­gre­sis­ta jue­za Ruth Bader Gins­burg – que Trump quie­re reem­pla­zar por Amy Con­nie Barret – se mos­tra­ron las diver­sas valo­ra­cio­nes de esta deci­sión, en fun­ción de su impac­to sobre el Oba­ma­ca­re con­vir­tién­do­lo en un ver­da­de­ro referéndum.

Tal deci­sión, Trump la vali­da en fun­ción de sus pre­rro­ga­ti­vas por ser pre­si­den­te ele­gi­do por cua­tro años y su acu­sa­ción res­pec­to a que los demó­cra­tas se opo­nen a que ocu­pe el car­go es por­que Biden quie­re esta­ble­cer un plan socia­lis­ta en salud y la nue­va jue­za pue­de sig­ni­fi­car un freno. Trump acu­só, en más de una oca­sión a Biden de ser sim­ple­men­te un títe­re de la izquier­da radi­cal al inte­rior de su par­ti­do. Todo ello acom­pa­ña­do de con­ti­nuas per­tur­ba­cio­nes cuan­do Biden expre­sa­ba su pare­cer. Para el ex vice­pre­si­den­te Biden, este nom­bra­mien­to en pleno perío­do elec­to­ral es sim­ple­men­te un abu­so de poder y que el obje­ti­vo de Trump es des­ha­cer­se del Oba­ma­ca­re, recor­dan­do que esta jue­za ya se había pro­nun­cia­do sobre el plan de salud sos­te­nien­do, que es incons­ti­tu­cio­nal y que el camino es favo­re­cer a las empre­sas aseguradoras.

En mate­ria de Plan de salud, Trump defien­de sus medi­das, des­co­no­ci­das o con­tra­rias a lo que ha sido su tra­ba­jo en los últi­mos años. Men­cio­nó que el pre­cio de los medi­ca­men­tos baja­ría en un 80%, vol­vien­do a acu­sar a los demó­cra­tas de que­rer socia­li­zar el sis­te­ma de salud. Un tema don­de tam­po­co pudi­mos lle­gar a cono­cer en pro­fun­di­dad sobre un tema que es cru­cial para dece­nas de millo­nes de esta­dou­ni­den­ses. Para Joe Biden, se hace nece­sa­rio apli­car un pro­gra­ma de vigi­lan­cia en salud para futu­ras enfer­me­da­des. el actual pre­si­den­te sólo emi­te decre­tos, no tie­ne y nun­ca ha pre­sen­ta­do un plan de salud gene­ral y menos aún para el com­ba­te a la pan­de­mia. Un man­da­ta­rio que para Biden no sabe lo que habla, al cual tuvo que hacer callar en más de una opor­tu­ni­dad con un “cálla­te ya hombre”

En mate­ria del Covid, Trump habló como sue­len hacer­lo algu­nos depor­tis­tas, en ter­ce­ra per­so­na “Trump hizo un tra­ba­jo feno­me­nal. Trump ha sal­va­do millo­nes de vidas” Anun­cian­do que se está ad por­tas de una nue­va vacu­na, lo que fue inclu­so cues­tio­na­do por el pro­pio perio­dis­ta a car­go del deba­te. Un tema que mos­tró nue­va­men­te a este mul­ti­mi­llo­na­rio deve­ni­do pre­si­den­te ofen­dien­do a Joe Biden a quien lla­mó ton­to que “duran­te 47 años que has esta­do en la polí­ti­ca no has hecho nada. No hables de inte­li­gen­cia por­que no la tie­nes”. Su con­fe­sión final fue paté­ti­ca para expli­car su polí­ti­ca con rela­ción al Covid: “hemos apren­di­do mucho en estos meses, como por ejem­plo que las per­so­nas de ter­ce­ra edad, los hiper­ten­sos y per­so­nas con pro­ble­mas car­dia­cos son per­so­nas con más ries­gos fren­te a la pan­de­mia”. Eso ya lo saben inclu­so los esco­la­res de pri­ma­ria pero vinien­do de Trump sonó como un des­cu­bri­mien­to de pri­mer nivel.

Biden en este tema pan­dé­mi­co seña­ló, que Trump sabía de la gra­ve­dad de la enfer­me­dad, des­de el ini­cio, como lo ha decla­ra­do pero no reco­no­ci­do y no hizo nada. “Sos­tu­vo que no que­ría hacer entrar en páni­co a la socie­dad y en ver­dad el páni­co esta­ba en él”. La con­clu­sión es que no gene­ró una polí­ti­ca ade­cua­da con opi­nio­nes con­tra­rias a lo que el mun­do cien­tí­fi­co trans­mi­te. “este hom­bre – por Trump – habla de vacu­nas pero toda com­pa­ñía seria habla de varios meses más, la socie­dad debe con­fiar en los cien­tí­fi­cos y no en este presidente”

En mate­ria eco­nó­mi­ca Trump repi­tió lo que ha sido su retó­ri­ca cons­tan­te: “hemos cons­trui­do una eco­no­mía fuer­te como nun­ca. Esta­mos hacien­do nego­cios enor­mes y crea­re­mos 10 millo­nes de empleos en los pró­xi­mos meses” para Trump las medi­das de la que deno­mi­na izquier­da radi­cal demó­cra­ta sólo lle­va­rán a des­alen­tar las inver­sio­nes, redu­cir la inter­ven­ción esta­tal en el mer­ca­do inmo­bi­lia­rio. Ata­có a Biden por los nego­cios de sus hijo con empre­sas chi­na y denun­ció que reci­bió 3.5 millo­nes de dóla­res de la segun­da espo­sa del Alcal­de de Mos­cú, Ele­na Batu­ri­na, para nego­cios en el mun­do ener­gé­ti­co vin­cu­la­dos con Ucra­nia. Sobre pla­nes, ideas, pro­yec­tos espe­cí­fi­cos para alen­tar una eco­no­mía en cri­sis no hubo pala­bras. Pero sí refe­ren­cias a la dro­ga­dic­ción de su hijo Hun­ter en momen­tos que Joe Biden habla­ba de su falle­ci­do hijo Beau.

Biden seña­ló que den­tro de los pla­nes de la pla­ta­for­ma demó­cra­ta esta­ba ampliar el acce­so a vivien­das para lati­nos, indí­ge­nas y negros. Cri­ti­can­do a Trump, que con sus polí­ti­cas eco­nó­mi­cas ha logra­do hacer más millo­na­rios a los mul­ti­mi­llo­na­rios. En esta par­te del pro­gra­ma el can­di­da­to demó­cra­ta, dio a cono­cer que Trump sólo pagó impues­tos por 750 dóla­res en los años fis­ca­les 2016 y 2017 (en la déca­da ante­rior sim­ple­men­te no pagó) una cifra ridí­cu­la que sig­ni­fi­ca menos de lo que una maes­tra de escue­la paga al año en ese país. En esta sec­ción, al menos Biden dio a cono­cer algu­nas ideas: aumen­tar el pago míni­mo fede­ral por hora a 15 dóla­res. Una rever­sión de la reduc­ción de los impues­tos que han bene­fi­cia­do a los más ricos. Eli­mi­na­rá las ven­ta­jas fis­ca­les, que han favo­re­ci­do a per­so­na­jes como Trump y habló de un plan de crea­ción de 7 millo­nes de empleos y un billón de dóla­res de inver­sión inter­na. Biden seña­ló que Trump será el pri­mer pre­si­den­te de la his­to­ria en aban­do­nar su car­go dejan­do menos empleos de los que recibió.

En la sec­ción, res­pec­to a la vio­len­cia racial, Joe Biden acu­só a Donald Trump de ser el peor pre­si­den­te de la his­to­ria en mate­ria de polí­ti­cas socia­les y que sólo bus­car ejer­cer más repre­sión y pro­te­ger la vio­len­cia radi­cal de los gru­pos supre­ma­cis­tas y racis­tas. En esta eta­pa Biden habló de valo­res, soli­da­ri­dad, empa­tía y recon­ci­liar un país divi­di­do por un pre­si­den­te que gene­ra odio, divi­sión y racis­mo. Alguien que no tie­ne sen­si­bi­li­dad. El fra­ca­so de la estra­te­gia de con­fron­ta­ción de Trump ya entra­ba en su rec­ta final. En su inter­ven­ción, el actual man­da­ta­rio, que a estas altu­ras del encuen­tro mos­tra­ba su inco­mo­di­dad con un con­trin­can­te que no salía de sus casi­llas fren­te a sus con­ti­nuos ata­ques, dio fe de esas afir­ma­cio­nes res­pec­to a su aval a la violencia.

Las medi­das dadas a cono­cer por Trump mues­tran un futu­ro inme­dia­to con más muer­tos: con­tra­tar más poli­cías, endu­re­cer las penas por des­ór­de­nes. Asig­nán­do­le la res­pon­sa­bi­li­dad del esta­lli­do social a izquier­dis­tas radi­ca­les y demó­cra­tas que no con­de­na la vio­len­cia y no apo­yan la ley y el orden. Men­cio­nó que es sin­to­má­ti­co que en las prin­ci­pa­les 50 ciu­da­des afec­ta­das por los dis­tur­bios, en 40 de llas gobier­nan demó­cra­tas. Ante la pre­gun­ta del perio­dis­ta Chris Walla­ce si con­de­na­ba la vio­len­cia supre­ma­cis­ta y gru­pos extre­mis­tas sos­tu­vo su fra­se anto­ló­gi­ca y peli­gro­sa ““dejen de hacer lo que están haciendo…pero esperen”

En el área de dis­cu­sión sobre el cam­bio cli­má­ti­co, las posi­cio­nes no han teni­do varia­ción de lo que ya cono­ce­mos. La pla­ta­for­ma repu­bli­ca­na recha­za el acuer­do de París y el pro­to­co­lo de Kio­to, pues con­si­de­ra la agen­da cli­má­ti­ca de la ONU como una agen­da poli­ti­za­da. Para la pla­ta­for­ma demó­cra­ta la idea es uti­li­zar las ener­gías lim­pias y redu­cir las emi­sio­nes de car­bono, sobre todo en el cam­po de la agri­cul­tu­ra y la cons­truc­ción. Crear un pac­to ver­de y eli­mi­nar las emi­sio­nes de car­bono al año 2050.

El deno­mi­na­do “deba­te” ter­mi­nó tal como comen­zó: con un caos de ver­bo­rrea incon­du­cen­te, con un Trump deses­pe­ra­do por lle­var la guía de lo que había que hablar. Un Biden más sereno pero que igual­men­te tuvo momen­tos de irri­ta­ción – ple­na­men­te enten­di­ble por lo demás – pero que no lo excul­pa de la fal­ta de ideas, de pro­fun­di­za­ción e ir a lo medu­lar res­pec­to a lo que una socie­dad divi­di­da, en cri­sis y bajo un gobierno que con su mane­jo interno defi­cien­te, gene­ra reper­cu­sio­nes para un mun­do que de una u otra mane­ra está suje­to a las influen­cias de una elec­ción que sue­le traer, sea demó­cra­ta o repu­bli­cano el ele­gi­do, pro­nós­ti­cos de inva­sio­nes, agre­sio­nes, des­es­ta­bi­li­za­ción, pre­sio­nes y una polí­ti­ca inter­na­cio­nal dedi­ca­da a for­ta­le­cer un impe­ria­lis­mo a la baja pero igual­men­te peligroso.

En este encuen­tro pla­ga­do de inte­rrup­cio­nes, ideas a medias, nada se habló sobre la polí­ti­ca exte­rior de los Esta­dos Uni­dos, que es lo que adquie­re impor­tan­cia medu­lar y tal vez lo vea­mos en el pró­xi­mo encuen­tro entre con­trin­can­tes, más dedi­ca­dos a ofen­der­se que pre­sen­tar pro­pues­tas. No hay que ser pito­ni­so para visua­li­zar qué es lo que le espe­ra al mun­do con un país domi­na­do por gru­pos de pre­sión, una visión de des­tino mani­fies­to, con un com­ple­jo mili­tar que nece­si­ta como aire vital las gue­rras, la des­es­ta­bi­li­za­ción, la ines­ta­bi­li­dad de los paí­ses para que la maqui­ni­ta de las armas siga dan­do divi­den­dos. Hoy, con este deno­mi­na­do deba­te el mun­do no alien­ta espe­ran­zas de un giro radi­cal en la for­ma que se han con­du­ci­do con el mun­do en los últi­mos 244 años.

1. https://​www​.nyti​mes​.com/​i​n​t​e​r​a​c​t​i​v​e​/​2​0​2​0​/​0​9​/​2​7​/​u​s​/​d​o​n​a​l​d​-​t​r​u​m​p​-​t​a​x​e​s​.​h​tml. Lo que ha seña­la­do el repor­ta­je del The New York times es que Donald John Trump ha eva­di­do impues­tos en for­ma des­ca­ra­da. No ha paga­do impues­to fede­ral alguno por sus ingre­sos, duran­te bue­na par­te d ellos últi­mos años. Una mues­tra evi­den­te que los mul­ti­mi­llo­na­rios en ese país gozan de pri­vi­le­gios que los enri­que­cen aún más. Ade­más de los 11 años en los que no pagó impues­tos de los 18 años exa­mi­na­dos por el Times, el man­da­ta­rio solo pagó 750 dóla­res en cada uno de los dos últi­mos años: 2016 y 2017. Se las ha inge­nia­do para eva­dir impues­tos mien­tras sigue gozan­do del esti­lo de vida de un mul­ti­mi­llo­na­rio, algo que afir­ma ser, mien­tras sus empre­sas cubren los cos­tos de lo que muchos con­si­de­ra­rían gas­tos personales.

Entre los hallaz­gos cla­ve de la inves­ti­ga­ción del Times están los siguientes:

-Trump no pagó impues­tos fede­ra­les por ingre­sos en 11 de los 18 años exa­mi­na­dos por el Times. En 2017, des­pués de ser pre­si­den­te, su impues­to a pagar fue de solo 750 dólares.

-Ha toma­do medi­das cues­tio­na­bles para redu­cir el pago de impues­tos, entre ellas un reem­bol­so de 72,9 millo­nes en devo­lu­ción de impues­tos que está suje­to a una audi­to­ría del ser­vi­cio esta­dou­ni­den­se de hacien­da (IRS, por su sigla en inglés).

-Muchos de sus nego­cios más cono­ci­dos, entre ellos sus cam­pos de golf, repor­tan pér­di­das de gran­des can­ti­da­des de dine­ro; estas pér­di­das le han ayu­da­do a dis­mi­nuir sus impues­tos a pagar.

-La pre­sión finan­cie­ra que enfren­ta aumen­ta, pues cien­tos de millo­nes de dóla­res en prés­ta­mos que garan­ti­zó per­so­nal­men­te están pró­xi­mos a vencer.

-Aún al decla­rar pér­di­das, ha man­te­ni­do un esti­lo de vida lujo­so al dedu­cir de impues­tos algu­nos gas­tos que la mayo­ría de per­so­nas con­si­de­ra­ría como gas­tos per­so­na­les, entre ellos resi­den­cias, avio­nes y 70.000 dóla­res en pelu­que­ría para apa­ri­cio­nes en televisión.

-Ivan­ka Trump, como emplea­da de la Orga­ni­za­ción Trump, pare­ce haber reci­bi­do “hono­ra­rios de con­sul­to­ría” que tam­bién ayu­da­ron a redu­cir la cuen­ta tri­bu­ta­ria de la familia.

-Como pre­si­den­te, Donald Trump ha reci­bi­do más dine­ro de fuen­tes extran­je­ras y gru­pos de inte­rés esta­dou­ni­den­ses de lo que se sabía pre­via­men­te. Los regis­tros no mues­tran cone­xio­nes con Rusia que no se hubie­ran repor­ta­do antes.

Itu­rria /​Fuen­te

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