Resumen Latinoamericano, 30 de septiembre de 2020
«Es necesario frenar a los monopolios de empresas transnacionales que promueven el uso de agroquímicos tóxicos, como el glifosato, y la siembra de semillas transgénicas», aseguró la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País en el marco del Día Nacional del Maíz, este 29 de septiembre.
En un posicionamiento, la Campaña recordó que los agroquímicos y las semillas transgénicas afectan la agrobiodiversidad y las variedades de maíz nativo, así como contaminan el agua y la tierra, «matando insectos polinizadores y enfermando a quienes producen estos alimentos dañinos».
Por otra parte, denunció que con la intervención de las empresas transnacionales, los bienes comunes como el agua, los bosques, las selvas, el suelo, y las semillas nativas (entre ellas la del maíz) «están en riesgo de ser privatizados, contaminados y agotados».
Por ello, manifestaron su rechazo al maíz transgénico, al uso de glifosato y otros plaguicidas altamente peligrosos, a cualquier reforma de la Ley Federal de Variedades Vegetales «que despoje a las comunidades campesinas e indígenas de sus semillas» y a los alimentos ultraprocesados que dañan la salud de la población mexicana.
A continuación el posicionamiento completo:
En 2009 promovimos por primera vez el Día Nacional del Maíz, una iniciativa ciudadana inspirada en los festejos que muchas familias campesinas mexicanas realizan en sus milpas cada 29 de septiembre para cosechar los primeros elotes. Este mismo día se festeja a San Miguel Arcángel, que lucha contra el mal y protege la milpa.
El Día Nacional del Maíz surge desde un movimiento social: la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, con la intención de unir a toda la población mexicana , del campo y de las ciudades, para celebrar la diversidad de maíces nativos, la agrobiodiversidad y la diversidad biocultural en nuestro país. La conmemoración de este día es impulsada por más de 300 comunidades campesinas e indígenas; por productores y productoras de maíz de pequeña y mediana escala, así como por organizaciones académicas, ambientalistas, de consumo, cooperativas y defensoras de derechos humanos.
Hoy, 29 de septiembre, celebramos al maíz y la milpa, pero también reconocemos que es urgente continuar trabajando para revalorar y defender la producción de semillas y alimentos por parte de las comunidades campesinas e indígenas y para lograr mejores condiciones de vida para todas y todos. Es necesario frenar a los monopolios de empresas transnacionales que promueven el uso de agroquímicos tóxicos, como el glifosato, siembra de semillas transgénicas, afectando nuestra gran agrobiodiversidad, a nuestras variedades de maíz nativo, contaminando el agua, la tierra, matando insectos polinizadores y enfermando a quienes producen esos alimentos dañinos para su salud y de quienes los consumen. Los bienes comunes como el agua, los bosques, las selvas, el suelo, las semillas nativas ‑entre ellas la del maíz‑, están en riesgo de ser privatizados, contaminados y agotados. Ante eso, es necesario garantizar nuestros derechos humanos a la alimentación sana y suficiente, a la salud, a la biodiversidad y a un ambiente sano.
Cada 29 de septiembre recordamos nuestra lucha celebrando a los maíces: el maíz cacahuacintle, el maíz palomero, el maíz colorado, el maíz olotón, el maíz pepitilla, las más de 60 razas de maíces nativos que existen en nuestro país y las miles de variedades que forman parte de nuestras culturas, de nuestras raíces, de nuestras cocinas, de nuestra cosmogonía, de nuestra diversidad biocultural y tradiciones.
Este año decimos:
NO a los maíces transgénicos.
NO al uso de glifosato y otros plaguicidas altamente peligrosos.
NO a una reforma de la Ley Federal de Variedades Vegetales que despoja a las comunidades campesinas e indígenas de sus semillas, herencia cultural milenaria.
NO a un modelo de producción agroindustrial de alimentos y sus monocultivos.
NO a la invasión y al despojo de tierras campesinas.
NO a los alimentos ultraprocesados que dañan la salud de la población mexicana:
SÍ a la soberanía y autosuficiencia alimentaria,
SÍ al fomento y producción de maíces nativos y a la multiplicidad de milpas en manos campesinas,
SÍ a la agroecología y alternativas amigables con el medio ambiente,
SÍ a los derechos humanos indígenas y campesinos,
SÍ a la autonomía y la autodeterminación de los pueblos originarios y comunidades indígenas,
Sí a los alimentos sanos, nutritivos y culturalmente adecuados para todas las personas.
Celebremos la diversidad de nuestros maíces y la diversidad de las cocinas tradicionales mexicanas, celebremos a la milpa como una forma de producir alimentos, pero también como una forma de entretejernos y de hacer país.
Celebremos a las diferentes culturas presentes en los estados de México, celebremos a las semillas, celebremos y defendamos a los maíces nativos, celebremos el Día Nacional del Maíz. Porque… sin Maíz no hay País. Y sin frijol tampoco.
Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País
FUENTE: desInformemonos