Resumen Latinoamericano, 16 de octubre de 2020
Hoy un grupo de familias mapuche ingresaron a una chacra de 600 hectáreas en el El Foyel, Río Negro. “Cansados de reclamos judiciales durante años”, instalaron una comunidad, el lof Gallardo Calfú y “recuperaron el territorio” que había sido arrebatado hace 40 años mediante una estafa a Sixto Gallardo Calfú. Un miembro de la familia Gallardo Calfú todavía se encontraba “resistiendo en un rincón” del campo. Por ANRed
El paraje El Foyel se encuentra a unos 80Km al sur de la ciudad de la ciudad de Bariloche y a 46 km al norte de la ciudad de El Bolsón. Las tierras que hoy fueron ocupadas por las familias descendientes de Sixto Gallardo Calfú, vienen denunciando desde hace décadas que su padre había sido estafado por Miguel Arturo Soriani quien lo habría obligado a firmar documentación para quedarse con las 600 hectáreas del predio.
La lofche inició una recuperación de tierras y comunicó: “En el día de la fecha hemos vuelto a nuestro territorio ancestral ubicado entre el arroyo coronel, el cerro fortaleza y el Rio Foyel, parte de la tierra del Wallmapu en la zona del hoy llamado paraje “El Foyel”.
Y explicaron la historia de despojo: “Hace 40 años, en el año 1980 nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani (proveniente de San Carlos de Bariloche) que trabajaba en un aserradero del Foyel donde conoce a Sixto Gallardo Calfu (Casado con Teresa Velazquez). El Sr. M. A. Soriani se ofrece y se auto-proclama como encargado y administrador de dichas tierras. Por medio de engaños logra que Sixto Gallardo Calfu firme documentación del campo a su favor ya que en aquel momento se encontraba solo con su hijo menor, quien viajaba en la zona por trabajos temporarios de campo. En este entonces la estafa estaba hecha con el respaldo político de la administración del estado provincial. De esta forma solicita la aprobación y transferencia de las mismas tierras a su nombre, pasando a ser comprador inmediato sobre una parte del territorio de una superficie alrededor de 600 ha. a cambio de un supuesto terreno pequeño en un barrio en la localidad de El Bolsón. Permuta que nunca fue comprobada. El único integrante de la familia que se quedó dentro del territorio, Elías Gallardo, se niega en el año 1985 a firmar un deslinde de las tierras y evite así el despojo total de la familia del lugar. Se encuentra hoy en día todavía adentro del territorio, arrinconado en una parte pequeña.
El comunicado deja expuesto que cuentan con la documentación que da cuenta de la estafa, y afirma ” habiendo esperado demasiado tiempo, hemos decidido retornar al territorio donde ancestralmente vivía nuestra familia Gallardo Calfu. Como mapuche conscientes de nuestro origen tenemos la necesidad de rehabitar y desarrollarnos dignamente en el mismo, fortaleciéndonos desde nuestra espiritualidad, con las fuerzas del lugar que siempre estuvieron. Resistiremos en nuestro territorio ante la embestida terrateniente y cualquier atropello por parte del estado, que nos ignora como pueblo preexistente. Hacemos un llamado a nuestra gente Mapuche a seguir recuperando la wallmapu al igual que la lucha de lxs seres conscientes por la recuperación y liberación de los territorios dominados por estafadores capitalistas en toda la mapu”.
En una emotiva entrevista realizada desde el territorio por el programa La Minga de Alas en FM Alas, la hija de Sixto, Blanca Rosa Gallardo Calfú, relató entre lágrimas “Estamos tranquilos, vino el sobrino de Soriani y quiso entrar pero no lo dejamos. Todo pacífico. El señor se retiró. Le dije que las cosas de ellos se las íbamos a entregar sus pertenencias (…) Nosotros no nos vamos a quedar con nada que no sea nuestro, más que con el territorio”.
Y continuó: “Nosotros éramos chicos cuando el señor Soriani entro primero como encargado general del campo y diciendo que mi papa no tenía hijos, y nosotros estábamos trabajando afuera. Cuando volvimos él ya era encargado y al año se decía dueño. Y lo tenía a mi viejo viviendo en un galpón (…). Durante 40 años llevamos la lucha con abogados y como pudimos y nunca tuvimos una respuesta como ahora que nos está apoyando el INAES con nuestra recuperación. Uno cuando es chico no tiene posibilidad de pelearla y hoy, gracias a dios estoy pisando mi suelo. Estoy emocionada y voy a dormir con mis ancestros”.
FUENTE: ANRED