Por Agustín Barúa Caffarena, Resumen Latinoamericano, 6 de octubre de 2020.
Dentro del espacio radial del programa Río de Palabras – Radio Fe y Alegría, que el compañero Francisco de Paula Oliva cede a ALAMES Paraguay (Asociación Latinoamericana de Medicina Social), conversamos sobre qué es lo que enciende las llamas en Paraguay.
En medio de los 48,8 grados en Asunción y los cielos de puro humo, compartimos las reflexiones que hiciera nuestra entrevistada, la médica Raquel Rodríguez, a partir de su gran experiencia en ambientalismo y salud pública.
“No están los demás incendios”, empieza a cuestionar Raquel, respecto a la actualización que diera el jueves el Instituto Forestal Nacional (INFONA) que cuantificaba en 12.282 los focos de calor en Paraguay. Añade que esta cifra no incluye a los incendios no rurales (de interfase urbano rural, provocados por la quema no controlada de pastizales, bosques, matorrales, rastrojos, campos naturales y otros).
Raquel señala que, en Paraguay, todo incendio (quema no controlada) está prohibido “ni siquiera la basurita: por eso podés ir preso”, “que Ña Juana la vecina, por ignorancia quemé, no está bien”, pero enfatiza en diferenciar las responsabilidades.
Diferenciar responsabilidades
Nuestra entrevistada hace notar que la enorme mayoría de los incendios son provocados y financiados por 4 grupos de intereses: los inmobiliarios, los latifundistas ganaderos, los de monocultivo extensivo, especialmente de sojeros y los narcos vinculados al rubro de la marihuana.
Recuerda y cuestiona la “guerra” que desataron desde la UIP , los ganaderos y los agroexportadores, ante el aumento de la inversión social de un 5%, durante el Gobierno de Fernando Lugo (2008 – 2012).
“Es un suicidio colectivo como especie”
Recordábamos una intervención del entonces canciller boliviano David Choquehuanca, quien hace unos años decía en una presentación en el aula magna de la Universidad Católica de Asunción, hablando de las políticas del gobierno de Evo Morales, que “al capitalismo le interesa el lucro, al socialismo el hombre, a nosotros nos interesa la Tierra: No queremos derechos humanos, queremos derechos cósmicos”, a lo que Raquel responde que “nos olvidamos que es el planeta el que nos permite vivir como especie.
Habla que esta destrucción es un “suicidio colectivo como especie” ya que, más allá de la humanidad, “el planeta Tierra murió y se recuperó varias veces”.
“No podemos resolver todo con moneditas”
Señala que las autoridades políticas (menciona a los 3 poderes del Estado) no cumplen su tarea que es defender el bienestar colectivo, banalizando la política pública.
Este bienestar no se refiere solo a lo humano sino a todo el planeta, ni tampoco solo al presente pues también incluye a las generaciones venideras.
Ella valora los esfuerzos de los bomberos voluntarios, la solidaridad en las comunidades, pero enfatiza que necesitamos políticas públicas ambientales en serio.
¿Qué es y quiénes se resisten al Acuerdo de Escazú?
Raquel menciona las dificultades para el apoyo gubernamental paraguayo al Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (o Acuerdo de Escazú).
Este acuerdo busca “garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales” (6) .
En Paraguay son dos voces las que están frenando la ratificación del Acuerdo firmado en setiembre de 2018, nos remarca nuestra entrevistada, la jerarquía católica a través del arzobispo de Asunción Edmundo Valenzuela, quien lo relacionó con “el aborto y la ideología de género”(7) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP), que habría considerado que “puede ser una barrera arancelaria al no requerirse una base científica”, afectando sus intereses.
A partir de estos dos sujetos políticos que se posicionan abiertamente en contra de ratificar este acuerdo, podemos permitirnos la inferencia sobre cuáles son los sectores a los que el Gobierno (8) privilegia.
Sugerencias para este tiempo
Si bien las responsabilidades tienen diversas dimensiones, al consultarle respecto a los cuidados personales que se pueden adoptar ante el reto que representa respirar, por miles de incendios en el país, Raquel sugiere dejar recipientes con agua en los espacios habitados, para que los humedezcan. También una alimentación “anti inflamatoria”: ensaladas de cebollita de verdeos con zanahoria ralladas, 3 frutas al día, reemplazar el pan con mandioca o batata, no azúcares; no empaquetados, frituras y enlatados; lentejas y porotos en vez de carnes.
Conversábamos sobre el drama que significa que se agote el agua en el planeta, sin embargo, la discusión que se impone en este momento, es que lo que primero se agote sea el aire.
Comentábamos que la salud no se puede seguir guiando por criterios mercantilistas, del tipo “para elegir una especialidad médica, veo antes en dónde hay más pacientes rentables. Si por COVID 19, elijo neumología, si hay por daño ambiental, elijo oncología”.
Por esto, quizás su principal sugerencia para este momento es que “el modo COVID de vivir no son tapabocas: es cambiar el modelo productivo actual, esta modalidad dominante de lo económico. Cambiar implica ir hacia un modelo solidario que incluya la salud para todos”.
Fuente: EA