Argen­ti­na. ¿Días de nego­cia­ción o capitulación?

Por Car­los Saglul, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 4 de noviem­bre de 2020.

Nego­ciar y retro­ce­der no son sinó­ni­mos. Si se con­fun­den esos tér­mi­nos se pue­de retro­ce­der has­ta allí des­de don­de es impo­si­ble regresar.

El asen­ta­mien­to de Guer­ni­ca estu­vo ubi­ca­do sobre tie­rras fis­ca­les. Par­te es recla­ma­da sin cer­ti­fi­ca­ción de pro­pie­dad algu­na por una fir­ma deno­mi­na­da “Bella­co”. Bella­co es sinó­ni­mo de ruin, delin­cuen­te. Debe ser casua­li­dad. Aun­que como bro­meó un perio­dis­ta, ‑es como ofre­cer la cus­to­dia a un ban­co des­de una fir­ma lla­ma­da “Los Chorros»-.

No es creí­ble que Ser­gio Ber­ni con apo­yo explí­ci­to de las máxi­mas auto­ri­da­des del gobierno mar­cha­ra al fren­te de un ejér­ci­to de cua­tro mil poli­cías, tan­que­tas, topa­do­ras (y una cáma­ra del Gru­po Cla­rín a su lado “docu­men­tan­do todo”) a des­alo­jar fami­lias ente­ras, muje­res y niños, con un cos­to enor­me para el gobierno en su base elec­to­ral, solo para res­guar­dar una pro­pie­dad pri­va­da que en reali­dad no existe.

El bochor­no­so espec­tácu­lo fue cla­ra­men­te una con­ce­sión más al poder eco­nó­mi­co que no acep­ta ‑con la obe­dien­cia de la Jus­ti­cia que le sir­ve- que en algu­na ins­tan­cia dere­chos huma­nos como vivien­da, tra­ba­jo o la vida mis­ma estén por enci­ma de sus intere­ses, esos que lla­man “pro­pie­dad privada”.

Negri­tos piden pri­vi­le­gios como si fue­ran derechos

La devas­ta­ción neo­li­be­ral segui­da por la pan­de­mia dejó casi un cin­cuen­ta por cien­to de la pobla­ción sin pro­pie­dad pri­va­da, pero lo que es peor sin dere­cho a tra­ba­jo, vivien­da, una ade­cua­da aten­ción en mate­ria de salud. En este inmen­so país casi des­po­bla­do cun­den las tomas de tierra.

Un mar de soja empu­jó a las villas urba­nas a milla­res de tra­ba­ja­do­res del cam­po. En la ciu­dad don­de rei­na la espe­cu­la­ción inmo­bi­lia­ria, miles no pue­den acce­der a una vivien­da dig­na, y cada día son más los que ya ni un alqui­ler pue­den pagar. Para esa mino­ría que se sien­te due­ña del país es into­le­ra­ble que los pobres se tien­ten a ir por un peda­zo de tie­rra para levan­tar una humil­de vivien­da para vivir con sus hijos, como si fue­ra un dere­cho. “Esa Argen­ti­na ya pasó”, pien­san. Por eso el gobierno por­te­ño de Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta, que es una gran inmo­bi­lia­ria, no cons­tru­ye vivien­das socia­les, sino entre­ga terre­nos para barrios de lujo de cara al río, de espal­das a la des­igual­dad que crece.

Guer­ni­ca, es un ejem­plo que se debía aplas­tar. Es el país de los pobres que “derro­chan ener­gía” pren­dien­do un aire acon­di­cio­na­do que jamás debie­ron tener, como decía Mau­ri­cio Macri. Son los negros -casi siem­pre pero­nis­tas- que se ani­man a recla­mar pri­vi­le­gios como si fue­ran dere­chos. No impor­ta que se metan en un terreno sin due­ño. Hay que dar­les palos. Sacar­los como sea. No sea que cun­da el ejemplo.

Para eso está Ser­gio Ber­ni, Patri­cia Bull­rich, la Jus­ti­cia feu­dal y sir­vien­te del Poder Eco­nó­mi­co, corrup­ta has­ta la médu­la. Los fun­cio­na­rios que le dicen a quien deses­pe­ra, ham­brien­to y a la intem­pe­rie, que ten­ga pacien­cia, ya habrá para él una vivien­da que en reali­dad jamás se cons­trui­rá por­que el Esta­do lan­gui­de­ce sin recur­sos, saquea­do por los que aho­ra cla­man en defen­sa de la pro­pie­dad privada.

Vicen­tin y después

Des­de la falli­da expro­pia­ción de Vicen­tin, la admi­nis­tra­ción de Alber­to Fer­nán­dez no hace otra cosa que retro­ce­der ante los emba­tes del Poder Eco­nó­mi­co que con­tro­la los medios de comu­ni­ca­ción, la Jus­ti­cia, y tie­ne su expre­sión elec­to­ral en Cambiemos.

Más allá de que se bus­quen extra­ñas cla­si­fi­ca­cio­nes como “Poder Polí­ti­co”, “Mediá­ti­co” etc., el poder es uno solo y abso­lu­ta­men­te con­cen­tra­do. Todo lo demás son eufe­mis­mos para no reconocerlo.

El fin de sema­na que pasó, el ex pre­si­den­te, Mau­ri­cio Macri con­di­cio­nó par­ti­ci­par de ese diá­lo­go. Al pare­cer no se ente­ró que el can­di­da­to del poder eco­nó­mi­co y la Emba­ja­da es otro y en todo caso, tam­po­co con Hora­cio Rodrí­guez Larre­ta será el diá­lo­go. A lo sumo sal­drá en las fotos si hay acuerdo.

En una nota de Letra P, el perio­dis­ta Die­go Genoud se refi­rió a los ver­da­de­ros inter­lo­cu­to­res del ofi­cia­lis­mo: Pao­lo Roca, Mar­cos Bulghe­ro­ni, Alfre­do Coto, Gus­ta­vo Ida­go­ras, Luis Paga­ni, Héc­tor Mag­net­to. Qué pue­den pedir los empre­sa­rios sino lo de siem­pre: redu­cir el défi­cit fis­cal y los impues­tos, refor­ma labo­ral y dis­mi­nuir la emi­sión de mone­da. A cam­bio de la pro­me­sa de pues­tos de tra­ba­jo que jamás han aparecido.

“No hay diá­lo­go posi­ble si antes no se res­pe­ta a la pro­pie­dad pri­va­da”, la de ellos obvia­men­te. Habrá otros Guer­ni­ca si es necesario.

¿Qué fór­mu­la de acuer­do con estos diri­gen­tes pue­de salir cuyo cos­to social no le sig­ni­fi­que al pero­nis­mo per­der las pró­xi­mas elec­cio­nes? ¿Las nego­cia­cio­nes ter­mi­na­rán en acuer­do o capi­tu­la­ción? ¿Usted, qué piensa?

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