En la noche del 24 al 25 de diciembre se cumplen 447 años del levantamiento popular conocido como la rebelión de La Alpujarra. Los andaluces moriscos alzados contra la opresión a la que eran sometidos marchaban sobre la ciudad de Granada entrando en la misma en la “nochebuena” católica de 1568.
Lo que la historiografía oficial españolista describe como un levantamiento morisco en las sierras de Granada fue en realidad una insurrección popular generalizada por parte de la Andalucía resistente contra la opresión nacional y la esclavitud social a la que nuestro pueblo estaba sometido desde la ocupación por parte de los conquistadores castellanos. Decenas de miles de andaluces se levantaron en armas contra el invasor. Bajo la dirección de Fernando de Córdoba y Valor, que adoptó el nombre de Mohammad ibn Umayya (Aben Humeya) tras ser elegido como rey de Andalucía por los notables reunidos en Consejo bajo un gran olivo entre las localidades alpujarreñas de Cádiar y Narila, en todas las sierras del país, desde las occidentales de Cádiz y Sevilla hasta las orientales de Almería y Murcia, partidas guerrilleras populares, mal armadas y formadas fundamentalmente por campesinos, se levantaron contra el poder imperialista español de los Austrias, logrando tener en jaque durante más de un año al ejército de Felipe II, al que lograron vencer en diversas ocasiones mediante tácticas de comando semejantes a las utilizadas por los movimientos anticolonialistas en la actualidad, obligando al Imperio a recurrir a sus tropas de élite, los Tercios de Flandes, que bajo el mando de Juan de Austria, y tras una prolongada campaña de terror y exterminio, lograron vencerles. Hasta tres ejércitos profesionales hicieron falta para doblegarlos: los ya mencionados Tercios de Flandes, venidos del norte, los de Italia, desembarcados en las costas malagueñas, y las fuerzas de ocupación de la zona. Aquella rebelión alpujarreña sintetiza la permanente lucha de liberación popular de los andaluces. Honor y agradecimiento a todos los andaluces y andaluzas que a lo largo de casi ocho siglos han luchado y muerto por nuestra liberación. Por “volver a ser lo que fuimos”.
Desde Nación Andaluza consideramos que estos acontecimientos simbolizan como ningún otro la interesada mitología de la Andalucía enfrentada por cuestiones religiosas entre “moros y cristianos”, ideada por la potencia ocupante para desarraigar a los andaluces y justificar la apropiación de nuestra tierra, el robo de sus posesiones y la explotación de la población. El españolismo construía así la base sobre la que asentar el engaño y la alienación generalizada en la que seríamos “reeducados”. El nacionalismo de Estado ha procurado alimentar desde el siglo XIX este mito en su fallido intento de construir una cultura española homogénea y una historia de España conveniente a sus intereses. Es en este relato de la historia oficial en el que encaja la celebración cada 2 de enero de la toma militar de Granada como último bastión de un poder político opuesto a Castilla.
La política genocida de los “reyes católicos”, la prohibición a los moriscos andaluces de poder ser ellos mismos y la imposibilidad de vivir como andaluces libres, fue la causa de aquella insurrección del siglo XVI. Andaluces/zas que en lugar de ser “prácticos” se levantaron por su soberanía. En vez de “adaptarse a las circunstancias” eligieron transformarla. Que antepusieron la dignidad al estómago. Que no aceptaron la opresión ni resignarse ante la dominación. Por todo ello, el 25 de Diciembre, para el soberanismo andaluz, es el Día de la lucha popular de liberación. En 1568 el alzamiento estuvo sostenido fundamentalmente por las masas populares de entonces: artesanos, jornaleros y pequeño campesinado. Nación Andaluza afirma que, de igual manera, hoy no serán otr@s sino l@s trabajador@s y el resto de las actuales capas populares, l@s que asumiremos de nuevo el papel protagonista de la historia andaluza, llevando al conjunto de nuestro pueblo hasta la liberación social y nacional plena. El 25 de Diciembre, Andalucía conmemora mucho más que un heroico levantamiento. Es el 447º aniversario del espíritu infatigable e indomable, insurreccional y de lucha, que manifestaron esos antepasados y que han legado al Pueblo Trabajador Andaluz permaneciendo vivo hasta hoy. Ese espíritu de rebeldía que ha seguido manifestándose, en distintos momentos y bajo distintas formas, durante los últimos quinientos años. El que ha estado tras cada lucha obrera y jornalera. El que encarnó Blas Infante. El que afloró un 4 de Diciembre del 77 en un grito de autoreconocimiento y combatividad. El que lleva año tras año nuestra arbonaida a la Plaza del carmen de Granada bajo la consigna de “¡2 de enero, nada que celebrar!”
Hacemos un llamamiento a no cesar en el empeño. A seguir el ejemplo y ser dignos sucesores de aquellos para quienes una Andalucía libre no fue una frase hecha, sino la razón de su vida. Demostremos que tanta sangre derramada no fue en vano. Que el españolismo ha fracasado. Que a pesar de tanto y de tantos, aún hay andaluces en pié por su tierra y su libertad. Llamamos a nuestra militancia, a nuestr@s adherid@s y simpatizantes a acudir el próximo 2 de enero a la Plaza del Carmen de Granada a manifestar una vez más nuestro rechazo al ejercicio de manipulación que realiza el Partido Popular convirtiendo la conquista de Granada y la pérdida absoluta de poder político andalusí en un hecho histórico digno de celebración.
¡Viva la República Andaluza!
¡Viva Andalucía independiente y socialista!
¡2 de enero, nada que celebrar!
Andalucía, 24 de diciembre de 2015
Comisión Permanente de Nación Andaluza
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