Argen­ti­na. La car­ta de una niña de 12 años en la ter­ce­ra jor­na­da de #Abor­to­Le­gal­Ya en el Senado

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 20 de diciem­bre de 2020.

Duran­te el ter­cer día del deba­te ple­na­rio en el Sena­do, la doc­to­ra Ceci­lia Ous­set leyó una car­ta de Lucía, la niña tucu­ma­na que, el año pasa­do, pidió la inte­rrup­ción de su emba­ra­zo, pro­duc­to de haber sido vio­la­da por la pare­ja de su abue­la, y que el Esta­do le qui­so negar. “Deci­les que tie­nen que obli­gar a los médi­cos a ayu­dar­nos”, decía el tex­to que leyó la médi­ca, denun­cia­da jun­to a su pare­ja por­que fue­ron les pro­fe­sio­na­les que rea­li­za­ron el pro­ce­di­mien­to. Una voz urgen­te den­tro del ple­na­rio que tuvo lugar ayer, jue­ves, ya con la bús­que­da de la fir­ma del dictamen.

Los argu­men­tos están dados. Y todo lo que fal­ta­ba escu­char lo dijo Lucía, una nena de 12 años.

En la ter­ce­ra jor­na­da del deba­te en las comi­sio­nes Ban­ca de la Mujer, Jus­ti­cia y Asun­tos Pena­les y Salud del Sena­do de la Nación, el eje estu­vo pues­to en lo sani­ta­rio; el mar­tes, los argu­men­tos habían sido prin­ci­pal­men­te jurí­di­cos. Los datos brin­da­dos a favor de la lega­li­za­ción fue­ron con­tun­den­tes. Algu­nos de ellos: a medi­da que se amplían las cau­sa­les para acce­der a abor­to legal, la mor­ta­li­dad mater­na dis­mi­nu­ye y dis­mi­nu­ye cos­tos del sis­te­ma de salud; hoy, el sis­te­ma de salud gas­ta entre 2,6 y 10,2 más de lo que gas­ta­ría si se deci­die­ra avan­zar en la lega­li­za­ción. Tam­bién que es un pro­ble­ma de equi­dad: “El abor­to clan­des­tino pro­du­ce muer­te, mor­bi­li­dad evi­ta­bles y serios pro­ble­mas psi­co socia­les en pobla­cio­nes jóve­nes y sanas. Pero tam­bién es un pro­ble­ma de equi­dad por­que sola­men­te afec­ta a las muje­res y ado­les­cen­tes, y sus com­pli­ca­cio­nes afec­tan fun­da­men­tal­men­te a las muje­res más pobres”, des­cri­bió Rubins­tein, ex secre­ta­rio de Salud.

En con­tra los argu­men­tos, fue­ron des­de que “los fetos llo­ran” has­ta hablar de “sui­ci­dio emo­cio­nal”, pasan­do por “el cere­bro de la mamá está pre­pa­ra­do para amar a su hijo” y la com­pa­ra­ción con geno­ci­dios, e inclu­yen­do mos­trar el feto de plás­ti­co que, hace dos años, los con­tra­rios a la ley repar­tían por el Congreso.

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(Ima­gen: La tinta)

El cro­no­gra­ma incluía los 24 expo­si­to­res y expo­si­to­ras, 12 a favor, 12 en con­tra de la ley, inter­ca­la­dos en dos blo­ques: a la maña­na y a la tar­de. Cada seis expo­si­cio­nes, se hicie­ron pre­gun­tas, pocas en pos de deba­tir y pro­fun­di­zar en el pro­yec­to. Muchas ten­dien­tes a confundir.

Ayer, jue­ves, se fir­mó el dic­ta­men, la mayo­ría de los pocos que aún no habían mani­fes­ta­do comen­ta­rios sobre su voto esta­ban pre­sen­tes. Se man­tu­vo la idea de que el pro­yec­to lle­gue al recin­to para ser vota­do antes de fin de año.

Duran­te los días del deba­te, no se escu­cha­ron, a dife­ren­cia de 2018, voces des­de la socie­dad civil, como actri­ces, perio­dis­tas, jóve­nes, estu­dian­tes, sin­di­ca­lis­tas, mili­tan­tes socia­les, escri­to­ras, músi­cas y muchas otras.

Has­ta que la doc­to­ra tucu­ma­na Ceci­lia Ous­set leyó una car­ta de Lucía.

Lucía, una niña del área rural de Tucu­mán, tenía 11 cuan­do pidió que inte­rrum­pan un emba­ra­zo pro­duc­to de haber sido vio­la­da por la pare­ja de su abue­la. “Quie­ro que me saquen lo que el vie­jo me puso aden­tro”, dijo en Cáma­ra Gesell. La tra­ma anti­de­re­chos pro­vin­cial, que impli­có ame­na­zas, médi­cos decla­ra­dos obje­to­res de con­cien­cia, fun­cio­na­rios esta­ta­les y judi­cia­les dila­tan­do, le obs­ta­cu­li­zó lo que es un dere­cho adqui­ri­do des­de 1921. Fue la médi­ca Ous­set y el médi­co José Gije­na quie­nes le hicie­ron el pro­de­ci­mien­to. Ambos fue­ron denun­cia­dos y tie­nen abier­ta, has­ta el día de hoy, una cau­sa penal en inves­ti­ga­ción por homi­ci­dio agravado.

Ous­set leyó, enton­ces, fren­te a los sena­do­res y sena­do­ras, el men­sa­je que Lucía envió.

Doc­to­ra,

Deci­le a los sena­do­res que nin­gu­na menor de edad tie­ne que vol­ver a pasar lo que yo pasé. A mí a veces me dicen que tuve una hija que está viva y que la tie­ne el médi­co que me visi­ta­ba todos los días. Otros me dicen ase­si­na por­que me dicen que mi pro­vin­cia es pro vida.

Deci­les que cuan­do ellos dicen que el abor­to no es legal, los médi­cos se con­fun­den y creen que nin­gún abor­to es legal y se eno­jan con noso­tras aun­que sea­mos menores.

Deci­les que tie­nen que obli­gar a los médi­cos a ayu­dar­nos y que no tar­den ni un solo día, bah que día, ni un solo segundo.

¿Y te acor­dás que el año pasa­do te pedí pati­nes para navi­dad? ¿Este año te alcan­za la pla­ta para un celular?”.

A Lucía, el abor­to le corres­pon­día por ley des­de 1921. Pero su his­to­ria deja en evi­den­cia la lógi­ca que pre­ten­de man­te­ner todos los abor­tos en la clandestinidad.

Si no se le garan­ti­za lo que le corres­pon­de a una niña de 11 años vio­la­da es por­que todo el sis­te­ma está mal.

Y eso es lo que que­re­mos cam­biar: todo.

Fuen­te La Tinta

Itu­rria /​Fuen­te

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