Con la presencia del General de Ejército Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez informó que el proceso de ordenamiento monetario y cambiario iniciará a partir del 1ro de enero, con una tasa de cambio única de 24 pesos cubanos por un dólar.
“Se han concluido las elaboraciones y análisis correspondientes así todas las normas jurídicas necesarias, por lo que se considera que están creadas las condiciones que permiten anunciar el inicio de la tarea ordenamiento a partir del 1ro de enero”, dijo el mandatario en comparecencia radiotelevisiva.
Díaz-Canel recordó que en los dos últimos congresos del Partido se precisaron los conceptos fundamentales que deben guiar el trabajo en este sentido, en particular en el VII Congreso.
“En la conceptualización del modelo de desarrollo económico y social cubano del modelo socialista en su capítulo I se establece, entre otros aspectos, el rediseño del sistema monetario, cambiario, tributario, de precios, de salarios y de más ingresos de los ciudadanos”, dijo.
Por su parte, el Lineamiento número 40 plantea: “Concluir el proceso de unificación monetaria y cambiaria, como proceso decisivo en el ordenamiento monetario del país”.
El presidente argumentó que en la nueva estrategia económica y social para el impulso de la economía aprobada este año, se ratifica “el ordenamiento monetario como uno de los componentes fundamentales que resulta de trascendental importancia y tiene un impacto transversal en toda la economía”.
Desde octubre pasado se ha ofrecido información sobre aspectos de la llamada tarea ordenamiento en la Mesa Redonda y en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Al propio tiempo, se ha desarrollado una amplia divulgación sobre el tema en medios de prensa.
A su vez, abundó, se ha realizado una amplia capacitación a quienes deben participar en esta tarea, “que ha sido muy útil como elemento de retroalimentación en su fase final de elaboración”.
Díaz-Canel reiteró la trascendencia e importancia de esta tarea, “que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social sobre la base de garantizar a todos los cubanos mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual será posible no mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo”.
“Ya se ha expresado que la tarea ordenamiento no constituye por sí misma la solución mágica a todos los problemas presentes en nuestra economía. Sin embargo, favorecerá la creación de las condiciones necesarias para avanzar de manera más sólida”, subrayó.
Por sus características abarcadoras, prosiguió, es una de las tareas más complejas que en el orden económico ha enfrentado el país, complejidad que se acrecienta por los efectos del bloqueo recrudecido, la situación de la pandemia de COVID-19, la crisis económica internacional y los impactos que han ocasionado a la economía nacional.
“La tarea no está exenta de riesgos, uno de los principales es que se produzca una inflación superior a la diseñada, agudizada por el actual déficit de oferta”, comentó el presidente y aseguró que los precios abusivos y especulativos no se permitirán, pues se enfrentarán socialmente con medidas de contención y severas sanciones a los incumplidores.
Para el exitoso desarrollo de esta tarea, el mandatario dijo que se requiere del esfuerzo y cooperación de todos con vistas a lograr que los resultados sean los esperados. “Como siempre seremos receptivos a los criterios de la población para atender cualquier problema que pueda surgir en su ejecución”.
Reiteró que están creadas las condiciones que me permiten asegurar que nadie quedará desamparado. “En Cuba socialista jamás se emplearán terapias de choque contra el pueblo y que las transformaciones que debamos acometer en el modelo económico y social se realizarán forjando previamente el consenso a favor de la unidad de la nación”.
Díaz-Canel destacó que el ordenamiento monetario también crea las condiciones para que el sistema empresarial pueda tomar las decisiones adecuadas y ejercer plenamente la facultades que se le han ido otorgando, lo que le permitirá reaccionar positivamente incrementando los beneficios para sus trabajadores y para toda la sociedad.
“Tenemos la seguridad de que con el esfuerzo de todo nuestro pueblo, la dedicación y el control oportuno, lograremos los objetivos propuestos con estas medidas en cuanto a propiciar el crecimiento y la eficiencia económica”.