Deutsche Bank, el coloso bancario alemán que tiene la tarea de ser uno de los socios más importantes del Gobierno portugués en el área de Finanzas tiene una idea. A mediados de noviembre de este año, esta entidad puso en marcha un estudio proponiendo un nuevo impuesto del 5% que se aplicará a todos los que están teletrabajando, de forma que revertirá a los que no pueden trabajar de forma remota o han perdido su empleo en contexto pandémico.
Luke Templeman, economista responsable del estudio, concluyó que las personas en el teletrabajo gastan menos en transporte, comidas, ropa y servicios de lavandería … y que este dinero debe ser gravado y compartido entre quienes continúan viajando al trabajo. El autor del estudio, Luke Templeman dice que “hemos necesitado imponer un impuesto a los trabajadores remotos durante años, pero el Covid lo ha hecho obvio”.
Es importante valorar a quienes se desplazan al trabajo todos los días, pero sin comprometer la vida de quienes no lo hacen. Mucho menos utilizar este argumento para crear una división social que enfrente a los trabajadores entre sí para argumentar de manera estéril quién tiene la mayor importancia en la sociedad y quién tiene más derechos.
Fuente: Abril Abril
Francisco Vílchez
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.
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