Eus­kal Herria. Des­de Basau­ri has­ta Mau­le, miles de voces y un gri­to con­tra la dispersión

Por Amaia Ere­ña­ga. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de diciem­bre de 2020.

Dos mar­chas a las cár­ce­les de Mar­tu­te­ne y Basau­ri, y más de vein­te actos fes­ti­vo-rei­vin­di­ca­ti­vos en otros tan­tos pun­tos de Ipar Eus­kal Herria han per­mi­ti­do visua­li­zar hoy la dimen­sión que ten­drá la jor­na­da del 9 de enero: amplia en lo geo­grá­fi­co, masi­va en la participación.

La pan­de­mia lo está mar­can­do todo y, si la situa­ción que se vivía ya dura de por sí, como la de las cár­ce­les, lo úni­co que ha hecho es recru­de­cer­la aún más, dar­le una vuel­ta de tuer­ca. Ese es el caso de los pre­sos vas­cos y de sus fami­lia­res. Algu­nos de ellos, por ejem­plo, lle­van diez meses sin poder ni siquie­ra poder ver a sus hijos debi­do a la situa­ción de alar­ma crea­da por la pan­de­mia; sin visi­tas, sin vis a vis, sin ver­les la cara. Con lo que esto supo­ne. Una situa­ción san­gran­te, la de los lla­ma­dos ‘niños de la mochi­la’, que se ha denun­cia­do este sába­do en la mar­cha que ha reco­rri­do por la maña­na el tra­mo entre la cár­cel de Mar­tu­te­ne y el barrio donos­tia­rra de Loio­la, y que fue una de las ‘para­das’ de una jor­na­da muy reivindicativa.

Al fren­te de la masi­va pro­tes­ta con­vo­ca­da por Sare en Mar­tu­te­ne, den­tro de su diná­mi­ca ‘Izan bidea’ de una Eus­kal Herria sin pre­sos ni refu­gia­dos, figu­ra­ba una pan­car­ta escla­re­ce­do­ra: ‘Dis­per­sión + Covid-19 = Huér­fa­nos. Quie­ro ir en pati­ne­te a ver a mis padres’. Por­que si a los kiló­me­tros se les une el Covid, la ecua­ción resul­ta difí­cil de resol­ver. Al fren­te de la mar­cha, unos niños en patinete.

Actual­men­te, en Eus­kal Herria hay 90 ‘niños de la mochi­la’, meno­res de 18 años. Para ali­viar en algo su situa­ción, y según los tres pun­tos leí­dos al final de la mar­cha por Xochitl Kara­sa­to­rre eta Amaiur Ira­gi –ambas tie­nen a sus padres están en la cár­cel – , se plan­tean el final de la polí­ti­ca de dis­per­sión; que se deje de lado la apli­ca­ción de la legis­la­ción de excep­ción con­tra sus padres –muchos de ellos tie­nen cubier­tas las 34 par­tes de su con­de­na– y la crea­ción de módu­los fami­lia­res en las pri­sio­nes de Eus­kal Herria.

En este momen­to, han recor­da­do, hay dos niñas, Iza­di e Ira­ti, vivien­do con sus madres en el módu­lo de madres de la pri­sión de Aranjuez.

Por la tar­de-noche, otra mar­cha ha lle­ga­do has­ta la cár­cel viz­cai­na de Basau­ri. La denun­cia, tam­bién de la con­cul­ca­ción de pre­sos, aun­que cen­trán­do­se en otros pun­tos. «Ya es hora de que los Gobier­nos de Madrid y parís –han apun­ta­do– empie­cen a tomar medi­das y a dar pasos reales para dejar atrás esta situa­ción y para aban­do­nar esta polí­ti­ca peni­ten­cia­ria inhumana».

Según los datos que han faci­li­ta­do, quin­ce pre­sos han sido acer­ca­dos en los últi­mos meses las cár­ce­les vas­cas, cer­ca de un cen­te­nar a cár­ce­les cer­ca­nas a Eus­kal Herria y solo que­da un pre­so vas­co en situa­ción de ais­la­mien­to. Sin embar­go, que no es sufi­cien­te: «Son unos 80 los que ten­drían que estar ya en liber­tad, tras cum­plir tres cuar­tas par­tes de su con­de­na –han aña­di­do – . La gran mayo­ría podría estar dis­fru­tan­do de per­mi­sos, tras pro­gre­sar de gra­do, y obte­nien­do los bene­fi­cios que ten­drían que tener por ley».

Por toda la geo­gra­fía: 1.800 en Ipar Eus­kal Herria

El 9 de enero, fecha en la que año tras año, se vie­ne rei­vin­di­can­do de for­ma mul­ti­tu­di­na­ria el final de la con­cul­ca­ción de los dere­chos de los pre­sos vas­cos, este año, por la pan­de­mia, va a ser dife­ren­te. Tam­bién lo están sien­do sus pro­le­gó­me­nos, y una demos­tra­ción de ello ha sido la jor­na­da de este sába­do como se ha vivi­do en Ipar Eus­kal Herria: 1.800 par­ti­ci­pan­tes con­ta­bi­li­za­dos en las acti­vi­da­des cul­tu­ra­les y rei­vin­di­ca­ti­vas que se han orga­ni­za­do por la maña­na y de tar­de-noche en 21 loca­li­da­des y ciu­da­des de toda la geo­gra­fía de Ipar Eus­kal Herria.

Des­de Baio­na has­ta Mau­le, pasan­do por Doni­ba­ne Gara­zi, Haz­par­ne, Hen­daia o Bia­rritz. Tam­bo­rra­das, coros, gru­pos de dan­za… ha habi­do de todo.

La de hoy ha sido una jor­na­da deno­mi­na­da ‘Pla­za argi­tu!’, con­ce­bi­da de algu­na mane­ra para calen­tar moto­res y con­ci­tar adhe­sio­nes cara a la gran movi­li­za­ción que se quie­re rea­li­zar el día 9 en Baio­na. Y los orga­ni­za­do­res, Arti­san de la Paix, no han podi­do dejar de ocul­tar su satisfacción.

«La gen­te ha esta­do de con­ten­ta de reu­nir­se, por­que ade­más estas están sien­do unas fechas espe­cia­les por la pan­de­mia y por­que esta­mos en pleno perio­do navi­de­ño. Ade­más, el for­ma­to ha sido todo un acier­to, por­que le ha dado una idio­sin­cra­sia pro­pia, espe­cial, y ha pro­pi­cia­do ade­más la par­ti­ci­pa­ción de los agen­tes cul­tu­ra­les. Ha habi­do acti­vi­da­des duran­te todo el día, orga­ni­za­dos en los pro­pios pue­blos, invo­lu­cran­do a mucha gen­te», ha apun­ta­do una de las organizadoras.

De entre todos los actos, sin duda, el más des­ta­ca­do y el que más espec­ta­do­res ha con­gre­ga­do es el que ha ten­dio lugar por la tar­de lugar en la pla­za del Mer­ca­do Baio­na. Un espec­tácu­lo, con actua­cio­nes de los dis­tin­tos gru­pos y com­pa­ñías cul­tu­ra­les de la ciu­dad invo­lu­cra­dos, y la par­ti­ci­pa­ción acti­va del público.

Foto: Ambien­te fes­ti­vo y rei­vin­di­ca­ción en la Pla­za del Mer­ca­do de Baio­na. Cré­di­to: Bob Edme

Fuen­te: Naiz

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