Libros. Una pedagogía crítica y emancipadora frente a la educación tradicional

Libros. Una peda­go­gía crí­ti­ca y eman­ci­pa­do­ra fren­te a la edu­ca­ción tradicional

Por Enric Llo­pis, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 2 diciem­bre 2020.- 

Los peda­go­gos Jau­me Mar­tí­nez Bona­fé y Jau­me Car­bo­nell Seba­rro­ja publi­can Otra edu­ca­ción con cine, lite­ra­tu­ra y can­cio­nes (Octae­dro).

“El paseo de un gru­po de ado­les­cen­tes ‑un vier­nes por la tar­de- por un cen­tro comer­cial posee mayor men­sa­je edu­ca­ti­vo que una teo­ría, sea del cuer­po, la ali­men­ta­ción, la fami­lia, los via­jes o la sexua­li­dad; se tra­ta­ría, en este caso, de una inter­pre­ta­ción crí­ti­ca del capi­ta­lis­mo de con­su­mo, que pue­de plan­tear­se miran­do un esca­pa­ra­te; pero esto no sig­ni­fi­ca, en modo alguno, negar el valor de la escue­la”expli­ca en Radio Kla­ra Jau­me Mar­tí­nez Bona­fé. Comen­zó su carre­ra docen­te como maes­tro de escue­la –duran­te una déca­da- y ha ejer­ci­do como pro­fe­sor en el área de Didác­ti­ca y Orga­ni­za­ción Esco­lar en la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. Es coau­tor, jun­to al peda­go­go y exdi­rec­tor de la revis­ta Cua­der­nos de Peda­go­gía, Jau­me Car­bo­nell Seba­rro­ja, del ensa­yo Otra edu­ca­ción con cine, lite­ra­tu­ra y can­cio­nes, publi­ca­do en sep­tiem­bre por la edi­to­rial Octaedro.

Los auto­res, actual­men­te jubi­la­dos, se posi­cio­nan en la izquier­da y ads­cri­ben a las corrien­tes de la Reno­va­ción Peda­gó­gi­ca. De hecho, reco­no­cen su deu­da con la Escue­la Nue­va, que sur­ge en Ingla­te­rra a fina­les del siglo XIX en con­tra­po­si­ción a la escue­la tra­di­cio­nal; tam­bién de la meto­do­lo­gía Frei­net, la peda­go­gía del opri­mi­do de Pau­lo Frei­re, la Escue­la Moder­na de Ferrer Guar­dia y dos expe­rien­cias popu­la­res de la segun­da mitad del siglo XX en Ita­lia: la de Loren­zo Mila­ni en Bar­bia­na, y la pro­mo­vi­da por Loris Mala­guz­zi en Reg­gio Emilia.

En Otra edu­ca­ción, Mar­tí­nez Bona­fé y Car­bo­nell Seba­rro­ja resu­men 50 años de su expe­rien­cia en el cam­po edu­ca­ti­vo. “En la lite­ra­tu­ra, el cine o la can­ción popu­lar halla­mos tex­tos y refle­xio­nes que nos ayu­dan a cons­truir la crí­ti­ca a la tra­di­ción esco­lás­ti­ca (la for­ma­ción enten­di­da como correc­to­ra de las imper­fec­cio­nes huma­nas) y pen­sar pro­pues­tas eman­ci­pa­do­ras”, subrayan.

Secuen­cias de la pelí­cu­la Amar­cord (1973), de Fede­ri­co Felli­ni, per­mi­ten apro­xi­mar­se a la edu­ca­ción auto­ri­ta­ria de la Ita­lia fas­cis­ta a tra­vés de un ado­les­cen­te, Tit­ta (Bruno Zanin), que estu­dia en la ciu­dad de Rimi­ni en los años 30 del siglo XX. Una for­ma­ción alter­na­ti­va es la que pro­po­ne en Luga­res Comu­nes (2002) el vete­rano pro­fe­sor de Lite­ra­tu­ra, Fer­nan­do Robles (Fede­ri­co Lup­pi): “Tra­ten de dejar las supers­ti­cio­nes en el pasi­llo antes de entrar en el aula. No obli­guen a sus alum­nos a estu­diar de memo­ria, eso no sir­ve. Lo que se impo­ne por la fuer­za es recha­za­do y en poco tiem­po se olvi­da”, expli­ca el docen­te por­te­ño a los uni­ver­si­ta­rios en la pelí­cu­la de Adol­fo Aristarain.

El ensa­yo apues­ta por la divul­ga­ción, tra­ta de evi­tar el ses­go aca­de­mi­cis­ta y la den­si­dad del exper­tis­mo. Según los auto­res, “las Mate­má­ti­cas, la Len­gua, la His­to­ria o la Geo­gra­fía sólo tie­nen sen­ti­do si ayu­dan a nave­gar y al cre­ci­mien­to autó­no­mo del alumno; en la edu­ca­ción eman­ci­pa­do­ra el cono­ci­mien­to es una herra­mien­ta prác­ti­ca”. Hay maes­tros que desa­rro­llan esta labor. Algu­nos, como el per­so­na­je Daniel Lefeb­vre, en un pue­blo mine­ro del nor­te de Fran­cia cas­ti­ga­do por la cri­sis y el paro, tal como reco­ge el fil­me Hoy empie­za todo (1999), de Ber­trand Tavernier.

O Don Gre­go­rio, maes­tro repu­bli­cano en la Gali­cia rural, víc­ti­ma de la repre­sión fran­quis­ta en el cuen­to La len­gua de las mari­po­sas, de Manuel Rivas (Fer­nan­do Fer­nán Gómez encar­nó a Don Gre­go­rio en la pelí­cu­la titu­la­da como el rela­to, estre­na­da en 1999 por el rea­li­za­dor José Luis Cuer­da). Al apren­di­za­je no jerar­qui­za­do tam­bién hace refe­ren­cia José Agus­tín Goy­ti­so­lo en el poe­ma La mejor escue­la: “Des­con­fía de aque­llos que te ense­ñan /​lis­tas de nom­bres, fór­mu­las y fechas /​y que siem­pre repi­ten mode­los de cul­tu­ra /​que son la tris­te heren­cia que aborreces”.

Una mira­da sobre la juven­tud pue­de pro­yec­tar­se a tra­vés de la músi­ca. The times they are a‑changing (1964), de Bob Dylan, se ins­cri­be en la can­ción pro­tes­ta con­tra la dis­cri­mi­na­ción racial en Esta­dos Uni­dos y la gue­rra de Viet­nam: “Sena­do­res y con­gre­sis­tas, escu­chad la lla­ma­da. /​No os que­déis en la puer­ta, /​no blo­queéis el paso, /​por­que el que sal­drá heri­do será el que ha que­da­do atrás. /​Fue­ra hay una bata­lla y es bru­tal”. La letra de Dylan reco­ge asi­mis­mo la bre­cha gene­ra­cio­nal: “Madres y padres de todo el mun­do, /​no cri­ti­quéis lo que no podéis enten­der. /​Vues­tros hijos e hijas están más allá de vues­tro con­trol, /​vues­tro vie­jo camino enve­je­ce rápidamente”.

En 1962 la can­tau­to­ra chi­le­na Vio­le­ta Parra com­pu­so Me gus­tan los estu­dian­tes. El cam­po de mira pue­de ampliar­se tam­bién con la narra­ti­va, por ejem­plo Las tri­bu­la­cio­nes del estu­dian­te Tör­less (1906), de Robert Musil, que retra­ta la edu­ca­ción opre­si­va en un cole­gio mili­tar del Impe­rio Aus­tro-Hún­ga­ro. Pero el lis­ta­do que com­par­ten los auto­res no aspi­ra a ago­tar la cues­tión; el pasa­do 24 de noviem­bre TVE‑2 emi­tió Los 400 gol­pes (1959), de Fra­nçois Truf­faut, sobre la rebel­día y los sue­ños de liber­tad de Antoi­ne Doi­nel, un joven pari­sino de 14 años. Kes (1969), de Ken Loach, y El niño de la bici­cle­ta (2011), de los her­ma­nos Dar­den­ne, plan­tean el caso de mucha­chos que cre­cen en ambien­tes de conflictividad.

Mar­tí­nez Bona­fé y Car­bo­nell Seba­rro­ja abo­gan por una pers­pec­ti­va a lar­go pla­zo, lo que impli­ca “pres­cin­dir de las nove­da­des y las modas –que no tie­nen nada de nuevo‑, y que se que­dan en el vue­lo galli­ná­ceo de la dic­ta­du­ra del pre­sen­tis­mo y la inme­dia­tez”. Los dos inves­ti­ga­do­res cri­ti­can el actual dise­ño de los currícu­los esco­la­res (pla­ni­fi­ca­ción de la ense­ñan­za) que hacen posi­ble la repro­duc­ción del cono­ci­mien­to en el sis­te­ma capi­ta­lis­ta; entre la plu­ra­li­dad de alter­na­ti­vas, apun­tan los tra­ba­jos por pro­yec­tos que sur­gen de las asam­bleas de aula. Ade­más sub­ra­yan el fuer­te encor­se­ta­mien­to que impo­ne –a pro­fe­so­res y alum­nos- el libro de tex­to tra­di­cio­nal. En la nove­la Dok­tor Faus­tus (1947), de Tho­mas Mann, las con­fe­ren­cias del pro­fe­sor Kretz­sch­mar sobre Beetho­ven moti­van la refle­xión y las con­ver­sa­cio­nes de los alum­nos. El tea­tro tam­bién apor­ta ejem­plos; en Diá­lo­gos de fugi­ti­vos, escri­be Ber­tolt Brecht: “Noso­tros apren­di­mos en la escue­la cosas como las dife­ren­cias socia­les. ¡Aque­llo era toda una asignatura!”.

El com­ba­te por la eman­ci­pa­ción de las muje­res pue­de suge­rir­se en el aula median­te clá­si­cos como Mada­me Bovary (1857), de Flau­bert, o Ana kare­ni­na (1877), de Tols­toi. Si se ate­rri­za en la his­to­ria recien­te, la can­tan­te y acti­vis­ta chi­le­na Ana Tijoux estre­nó en 2014 su cuar­to álbum, Ven­go; una de las can­cio­nes, Anti­pa­triar­ca, exhor­ta­ba a la libe­ra­ción feme­ni­na: “No sumi­sa ni obe­dien­te /​mujer fuer­te insur­gen­te /​inde­pen­dien­te y valien­te /​rom­per las cade­nas de lo indi­fe­ren­te /​no pasi­va ni oprimida/​”. La cin­ta Te doy mis ojos (2003), de Icíar Bollaín, se cen­tra en la vio­len­cia machista.

Los auto­res de Otra edu­ca­ción recha­zan el dis­cur­so úni­co y uni­for­mi­za­dor que no res­pe­ta las dife­ren­cias de len­guas, cul­tu­ras e iden­ti­da­des. Se mues­tran par­ti­da­rios de un inter­cul­tu­ra­lis­mo crí­ti­co. Las letras de los can­tau­to­res Manu Chao (Clan­des­tino) y Pedro Gue­rra (Con­ta­mí­na­me) asu­men esta diver­si­dad: “Cuén­ta­me el cuen­to del árbol dác­til de los desier­tos /​de las mez­qui­tas de tus abue­los /​dame los rit­mos de las dar­bu­kas y los secre­tos /​que hay en los libros que yo no leo/​”. El supre­ma­cis­mo blan­co en Esta­dos Uni­dos ‑duran­te los años 30 del siglo pasa­do- apa­re­ce en Matar a un rui­se­ñor (1960), de Har­per Lee; la nove­la, éxi­to de ven­tas, fue adap­ta­da dos años des­pués al cine, con Gre­gory Peck en el papel protagonista.

Fren­te a la bar­ba­rie, la impu­ni­dad y el auge de la extre­ma dere­cha, el ensa­yo rei­vin­di­ca la memo­ria. El escri­tor ita­liano judío Pri­mo Levi dejó tes­ti­mo­nio en Si esto es un hom­bre (1947) de cómo sobre­vi­vió al holo­caus­to nazi en el cam­po de Ausch­witz. Sobre la repre­sión y el terror en Amé­ri­ca Lati­na, los peda­go­gos pro­po­nen títu­los cine­ma­to­grá­fi­cos como La his­to­ria ofi­cial (1985), de Luis Puen­zo, que se acer­ca a las des­apa­ri­cio­nes y la lucha por la ver­dad en la dic­ta­du­ra mili­tar argen­ti­na. Un moti­vo simi­lar, para el caso de Chi­le, pue­de hallar­se en Mis­sing (des­apa­re­ci­do), estre­na­da en 1982 con la direc­ción de Cos­ta-Gavras y pro­ta­go­ni­za­da por Jack Lemmon.

Res­pec­to a la gue­rra espa­ño­la de 1936, dos de las múl­ti­ples opcio­nes lite­ra­rias son La for­ja de un rebel­de, de Artu­ro Barea, y Réquiem por un cam­pe­sino espa­ñol, de Ramón J. Sén­der. El tex­to con­clu­ye con una ape­la­ción a la espe­ran­za y la resis­ten­cia colec­ti­va: Get up, stand up, stand up for your rights! (Leván­ta­te, pon­te de pie por tus dere­chos), can­ta­ba Bob Mar­ley en 1973.

Itu­rria /​Fuen­te

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