Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 24 de diciembre de 2020.
En el Sudeste mexicano, todos estos últimos meses se han acrecentado hechos violentos vinculados al paramilitarismo, pero también a la ausencia gubernamental en el estado de Guerrero. Días atrás han sido asesinados indígenas naguas, dos hombres y mujeres, en la comunidad de Alcozacán, en el municipio de Chilapa de Álvarez. Son. como suele ocurrir, conflictos que vienen de lejos porque son zonas donde el paramilitarismo actúa a sus anchas y las comunidades indígenas se defienden como pueden. En este caso, esta comunidad se había “encerrado» por los ataques que sufrían y otra vez habían decidido salir a la superficie y tomar contacto con la sociedad, y a partir de allí es que se produce este ataque letal. Para hablar un poco y tratar de entender qué está sucediendo en Chilapa de Álvarez nos comunicamos con la periodista y activista social Julieta Medrano. Ella está en México y es parte de la corresponsalía de Resumen Latinoamericano.
- Como decías, el paramilitarismo se esta consagrando en esta nueva era de gobierno, del mecanismo oficial de contrainsurgencia contra los pueblos. En el comunicado que sacó la comunidad indígena de Guerrero después de los asesinatos de miembros de la comunidad, tras un encierro que habían tenido y una apertura reciente, señalan que «estamos enfrentando una nueva forma de gobierno que le entrega aeropuertos a los militares y los hace cumplir funciones de responsabilidad civil». Suena muy interesante el análisis porque lo estamos viendo en diferentes partes, sobre todo en la región del sureste, en Guerrero, Chiapas, Oaxaca,se está dando una militarización del pais. Pero no solo una militarización con las fuerzas armadas y el ejército en las calles, sino controlando megaproyectos. En este momento, López Obrador le dio a los militares la responsabilidad de la construcción del tren maya. Lo que está pasando en Guerrero y en Chilapa que es el segundo municipio más violento de todo el país, no es más que una muestra, que una gota que rebalsa el vaso a nivel nacional. Insisto, en la zona del sureste mexicano donde se están llevando adelante megaproyectos, sueños de todos los presidentes y gobiernos anteriores, de poder tener el corredor, y poder hacer fácilmente esa comercialización de todo lo que se les ocurra de México a Estados Unidos.
-Sin embargo, en Guerrero y en Chiapas surgen puntas de resistencia a estas políticas.
-Así es, pienso que es importante hablar del origen de este Consejo Indígena y Popular de Guerrero y enmarcarlo dentro de algo más amplio y general que es la aparición de la CRAC, Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria, que son formas que comunmente en otras partes de América Latina las conocemos como autodefensas pero son más que eso, son formas de organización populares y comunitarias ancestrales que vienen de toda la vida. Son formas de controlar el territorio y de administración de seguridad y justicia de los pueblos. Algo de lo que carece este país que se caracteriza por la impunidad, el paramilitarismo y la injusticia. Entonces quería enmarcar eso que sucede en la aparición de la CRAC que se da al calor de distintas luchas de resistencia de las comunidades indígenas. En el 94 recordemos que es el surgimiento y aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y que se concentra fundamentalmente en el respeto de la voluntad de los pueblos, la asamblea como herramienta básica de gobierno de los pueblos y la administración y promoción de los pueblos. Incluso, está avalado institucionalmente, no es solamente una forma autogestiva al margen de la ley sino que tiene avales nacionales e internacionales. Pienso que esto está apareciendo nuevamente con los comunicados y se dan a conocer también las necesidades que están gritando los pueblos: que el Estado los abandona, y si los abandona, los pueblos van a ejercer justicia por su propia cuenta. Eso no es justicia por mano propia u otras expresiones que conocemos en el cono sur. Son justicias propias de las comunidades y pueblos indígenas de este país.
-Detrás de estos asesinatos aparecen grupos paramilitares que se llaman Los Ardillos ¿qué representan estas bandas mafiosas?
-Los Ardillos, como los Rojos y otras denominaciones, son grupos paramilitares que tienen estrecha vinculación con gobernadores de diferentes partes del país. Los Ardillos existen hace bastante tiempo, los actos más fuertes y resonantes que hubieron en este gobierno, en la actual administración de AMLO, fue el asesinato, mutilación y calcinación de 10 músicos que pertenecían a estas comunidades, que eran afines, incluso adherentes al Consejo Nacional Indígena. Lo que hacen básicamente es garantizar el control de la ruta que va desde la cabecera principal del Chilapa hacia la comunidad de Tula, que son zonas de producción y tráfico de drogas a Acapulco y ciudad de México, directo hacia Estados Unidos. Estos Ardillos son paramilitares con modalidades que conocemos, tienen armas de alto calibre, se sabe de más de dos mil asesinatos, más de 500 desapariciones en los últimos 6 años. Se conoce, es sabido, es divulgado y el ejército solo entra para buscar a los que se organizan para resistir, a los líderes sociales, a los del Concejo Indígena, al mejor estilo contrainsurgente. Los Ardillos son, como los Rojos, dos grupos paramilitares que se disputan el control y que tienen su aval, o no, del actual gobernador de Guerrero. También está marcada la disputa entre los grupos paramilitares, en contra del control que están teniendo los pueblos sobre sus territorios, en las elecciones del próximo año. Veremos cómo el escenario se va prendiendo fuego en función de las elecciones generales a nivel nacional con renovación del Parlamento, en 2021. Entonces, lo que estamos viendo es directamente eso, la disputa y la búsqueda del control total de estas rutas.
¿El gobernador de Guerrero responde a López Obrador, o es de otro partido?
-El actual gobernador de Guerrero, no me animo a decirlo, porque no responde exactamente a nadie. Pero el gobernador de Morelos, es parte del Partido Revolucionario Institucional, del PRI, y podemos decir que no es parte de los gobernadores que se oponen a López Obrador porque hay toda una corriente opuesta, sobre todo del PAN, con alianzas con el PRI. La verdad, es que este gobernador actual si bien no se manifiesta ni en contra ni a favor, lo cierto es que el ejército, la guardia nacional, que depende directamente de López Obrador está actuando en línea con estos grupos paramilitares. El actual gobernados de Guerrero se relaciona, o dicen que se relaciona, más con Los Rojos, que son otros paramilitares, pero de cualquier manera está involucrado en esta diputa. Veremos que pasará el año que viene con las elecciones y como se alinean estos grupos paramilitares, o más bien, cómo los gobernadores alinean sus peones en el terreno.
- Es lamentable que el gobierno de López Obrador que tanta bulla generó en el progresismo latinoamericano siga actuando de la misma manera que los anteriores con respeto a los pueblos indígenas.
-Si es lamentable y realmente nadie se imaginó que votar por López Obrador iba a significar militarizar el país y permitir que al violencia se descontrole de la manera que está pasando.