Martina Paillacar Mutizábal y Ange Valderrama Cayuman /Resumen Latinoamericano, 13 de diciembre de 2020
Eluwün de Manuel Catalán Paillal
Hace 72 años, el día 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, texto jurídico que establece los Derechos Humanos fundamentales de carácter civil, económicos, políticos, sociales y culturales que los Estados parte deberán adoptar. Desde 1950, se celebra el Día de los Derechos Humanos.
Así, en su Artículo primero, la Declaración señala que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
En el espíritu de esa equidad en dignidad y derechos, durante la Reforma Agraria, iniciada en la década del 60, muchos/as Mapuche y campesinos/as iniciaron un proceso político de organización política, social y cultural, de recuperación territorial y de lucha por los derechos colectivos, que fue registrado fotográficamente por el Periodista Normal Gall; el fotógrafo portugués Armindo Cardoso; el fotógrafo y cineasta Raymond Depardon; entre muchos otros.
El proceso de organización y lucha, fue duramente reprimido durante la dictadura cívico-militar encabezada por Pinochet, durante la cual, se violaron sistemáticamente los Derechos Humanos en Chile y Wallmapu, por medio de detenciones, ejecuciones, torturas, persecución política, entre otros. A la actualidad, no ha habido justicia y los/as victimarios/as, autores/as intelectuales y materiales de los crímenes de lesa humanidad, han resultado, en su mayoría, impunes.
A raíz de lo anterior, Claudia Monasterio y el fotógrafo Sebastián Meza, de la productora Suridentidad, realizaron un registro audiovisual en el documental “Relatos a Contraluz, Fotografía y Memoria, Cautín 1967−1973”, que reúne relatos de protagonistas y familiares de Detenidos/as Desaparecidos/as y Ejecutados/as Políticos/as Mapuche desde 1967 hasta el inicio de la dictadura militar en 1973.
Así, el documental narra por medio de testimonios de Samuel y Patricia Catalán, María Ulloa, Heraldo Avendaño, Clodovet Millalén y Alonso Azocar, y el registro fotográfico de Cardoso, Depardon y Gall, entre otros, el proceso durante y posterior a la Reforma Agraria. Se trata de un “registro del ejercicio de memoria de hijos/as, protagonistas y sobrevivientes de ese proceso sociopolítico que derivó en una dura represión tras el Golpe Militar de 1973 en las zonas rurales a lo largo del país”, comentan.
En el marco de la conmemoración del día internacional de los Derechos Humanos, y considerando cómo en la actualidad se continúan violando los Derechos en Chile y Wallmapu, ahora, bajo la represión de Estado por parte del gobierno de Sebastián Piñera, conversamos con Claudia Monasterio y su motivación para indagar en estos archivos de una época que siempre es necesaria de mantener viva en la memoria.
Claudia, cuéntanos, desde tu trabajo a partir de la imagen, sobre tu interés en revisar estas memorias.
La temática sale un poco de lo común, incluso de la orientación misma de la escuela de comunicación donde me fueron a ver, porque si bien siempre mis líneas de trabajo han sido en torno a lo social, hoy día la comunicación también está muy preocupada de lo comercial. Es un instrumento de marketing y las escuelas también están apuntando un poco hacia allá , así que este trabajo hace un poco de resistencia a eso y se plantea también como una apuesta de trabajo de memoria en torno a la imagen, dándole una continuidad a lo que hago de manera extra académica, que es a lo que me dedico en el día a día, que es la fotografía.
¿Cómo fue tu trabajo con hijos e hijas de detenidos/as desaparecidos/as y ejecutados/as políticos/a?
Es una experiencia que tuvo distintos acercamientos. Algunos de quienes participaron son activos en el tema de memoria porque pertenecen a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, otras personas se relacionan por temas más familiares y personales de cercanía. Debo decir que ahí juega un papel súper importante el rol de mi compañero, Sebastián. El es hijo de una ex presa política, María Ulloa, que aparece en la película, y que su compañero Mapuche fue ejecutado en el marco de la represión de Estado de la dictadura. Entonces, esas fuentes de confianza, por decirlo así, se abrieron a través de esas relaciones que ya existían desde antes, a través de María.
¿Cómo ven ustedes las posibilidades que abre la película en estos tiempos de revuelta y de lucha ?
Yo creo que el aporte audiovisual es siempre un instrumento para el rescate y la preservación. Existen algunos estudios en la academia, pero todos sabemos que esos contenidos se mueven en ciertos círculos y cuesta mucho que se divulguen, entonces, al ser un producto audiovisual, “Relato a Contraluz”, puede romper fronteras espaciales para llegar a otros contextos quizás similares, a través de la exposición del material.
Algo muy importante, es que abre un espacio de intercambio entre personas que vivieron esta represión, y compartir estas experiencias dolorosas y a veces esperanzadoras en relación a las luchas que hoy en día se llevan a cabo en los territorios. Este intercambio entre personas de distintas épocas que han vivido represión, nos ubicaron desde el Memorial de Paine, donde la lucha campesina llevaba adelante un proceso de corrida de cerco, de recuperación territorial y los/as participantes de la película intercambiaron experiencias muy valiosas.
Así como está invisibilizada la represión contra los Mapuche, también existe un mal manejo sobre lo que le sucedió a los/as campesinos/as pobres en esa época. En los círculos de memoria se está trabajando, pero hay harto trabajo por hacer y pensamos que estamos aportando en ese sentido.
¿Cuál va a ser el circuito de circulación de la película?
Habíamos pensado en un circuito muy local, pensado en una devolución a los/as participantes que abrieron estos espacios de confianza, donde se hicieron la tomas de terreno durante la Reforma Agraria, y, donde estuvieron los fotógrafos que usamos para hacer esta activación de memoria. Ellos se internaron en la zona Lafkenche, también en Muco bajo, cerca de Lautaro, por esos sectores están situadas estas historias. Lamentablemente, por la pandemia, esto no se pudo realizar, así es que el lanzamiento se hará en Ficwallmapu– Festival Internacional de Cine y las Artes Indígenas en Wallmapu se realizará de manera virtual entre el 25 y 29 de enero 2021‑, que es un festival especial para nosotros/as porque es del territorio y trabaja estos temas. Después, con las itinerancias, esperamos llegar a los lugares planificados originalmente.
Mira la sinopsis de la película a continuación:
FUENTE: Mapuexpress