Perú. Pode­res no san­tos en pandemia

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 16 de noviem­bre de 2020

Glo­ria Zie­gler, Ken­nia Veláz­quez, Nelly Luna Aman­cio, Mitra Taj, Maria­ma Correia y Lupe Muñoz

La polí­ti­ca del mie­do y la des­in­for­ma­ción en América

En todo el mun­do los gru­pos ultra­con­ser­va­do­res han sabi­do apro­ve­char la incer­ti­dum­bre y el mie­do de las per­so­nas por la Covid-19 para esta­ble­cer alian­zas, difun­dir sus agen­das con­tra los dere­chos huma­nos, des­in­for­mar y en varios casos impul­sar dis­cur­sos nega­cio­nis­tas de la cien­cia. “Pode­res no san­tos” es una inves­ti­ga­ción regio­nal lide­ra­da por Ojo­Pú­bli­co en Perú, Argen­ti­na, Esta­dos Uni­dos, Bra­sil y Méxi­co, que expli­ca las alian­zas y estra­te­gias de los gru­pos fun­da­men­ta­lis­tas con­tra los dere­chos duran­te la emer­gen­cia sanitaria.

Pode­res no san­tos es una serie inves­ti­ga­ti­va lide­ra­da por Ojo­Pú­bli­co con un equi­po de perio­dis­tas en Perú, Méxi­co, Argen­ti­na, Bra­sil y Esta­dos Uni­dos, que iden­ti­fi­ca y ana­li­za el avan­ce de los colec­ti­vos ultra­con­ser­va­do­res en la región, y cómo duran­te estos meses de emer­gen­cia glo­bal han logra­do esta­ble­cer alian­zas con gru­pos reli­gio­sos fun­da­men­ta­lis­tas y colec­ti­vos nega­cio­nis­tas de la cien­cia, con fre­cuen­cia impul­sa­das e ins­pi­ra­das en orga­ni­za­cio­nes de Esta­dos Uni­dos y Europa. 

Estas alian­zas han bus­ca­do expan­dir su dis­cur­so en dife­ren­tes paí­ses a tra­vés de la influen­cia reli­gio­sa, como es el caso de algu­nas orga­ni­za­cio­nes reli­gio­sas de Esta­dos Uni­dos con pre­sen­cia en Amé­ri­ca Lati­na, y a tra­vés de gru­pos nega­cio­nis­tas, como Médi­cos por la Ver­dad de Espa­ña, cuyo dis­cur­so ha sido reco­gi­do por ver­sio­nes loca­les en una dece­na de paí­ses de Amé­ri­ca Latina.

Des­de que comen­zó la pan­de­mia y duran­te ocho meses, la inves­ti­ga­ción de Ojo­Pú­bli­co iden­ti­fi­ca ‑como par­te de una base de datos cons­trui­da por el equi­po de repor­te­ras- más de 400 polí­ti­cos, líde­res civi­les y reli­gio­sos, de alre­de­dor de 170 orga­ni­za­cio­nes civi­les, enti­da­des y colec­ti­vos que impul­san en el con­ti­nen­te un dis­cur­so abier­to con­tra una agen­da de dere­chos: no creen en el enfo­que de géne­ro en la edu­ca­ción, tam­po­co en los dere­chos LGTBI, ni en el matri­mo­nio igua­li­ta­rio y los dere­chos sexua­les y reproductivos. 

En este con­tex­to de incer­ti­dum­bre, varios de estos colec­ti­vos se han dedi­ca­do a des­in­for­mar y difun­dir teo­rías ya recha­za­das por el con­sen­so cien­tí­fi­co, y se han suma­do a un dis­cur­so que ha pues­to en ries­go inclu­so la salud de miles de per­so­nas. Sus líde­res y voce­ros han pro­mo­vi­do even­tos vir­tua­les en los que cues­tio­nan las medi­das sani­ta­rias, impul­san curas fal­sas y tra­tan de menos­pre­ciar los gra­ves ries­gos del virus. Duran­te los últi­mos meses cues­tio­nan, ade­más, a las vacunas.

LA INVESTIGACIÓN IDENTIFICA ALREDEDOR DE 170 ORGANIZACIONES CIVILES, ENTIDADES Y COLECTIVOS EN EL CONTINENTE, QUE IMPULSAN UN DISCURSO CONTRA DERECHOS.

Estas orga­ni­za­cio­nes han incre­men­ta­do sus accio­nes duran­te el esce­na­rio de temor e incer­ti­dum­bre de la pan­de­mia. En otros casos, se ha iden­ti­fi­ca­do que uti­li­zan la visi­bi­li­dad y eco que les dan las redes socia­les (y sus algo­rit­mos) para posi­cio­nar­se como acto­res polí­ti­cos en los pro­ce­sos elec­to­ra­les de la región. ¿Qué tie­nen en común estos líde­res polí­ti­cos? Varios de ellos dicen admi­rar la polí­ti­ca y ges­tión de los pre­si­den­tes Donald Trump, Jair Bol­so­na­ro, y han repro­du­ci­do y levan­ta­do la agen­da de par­ti­dos polí­ti­cos de extre­ma dere­cha como Vox, de Espa­ña. Acu­san a los medios de infun­dir mie­do alre­de­dor de la pan­de­mia y uno de los pila­res de su agen­da es la nega­ción de los dere­chos sexua­les y reproductivos.

Cues­tio­nan el avan­ce de derechos

Un estu­dio de la Uni­ver­si­dad de Cor­nell seña­la que Trump habría sido el mayor impul­sor de des­in­for­ma­ción sobre Covid-19 en medios en inglés, duran­te la pan­de­mia. Pero el pre­si­den­te de los Esta­dos Uni­dos no ha des­ata­do la “info­de­mia” solo. Algu­nas de sus posi­cio­nes com­par­ten narra­ti­vas y agen­das con per­so­na­jes y gru­pos reli­gio­sos ultra­con­ser­va­do­res que lo han res­pal­da­do, y que han goza­do de una influen­cia en auge bajo su ges­tión. Muchos tie­nen un pie en Amé­ri­ca Latina.

VARIOS PASTORES Y LIDERES FUNDAMENTALISTAS DE LA REGIÓN TILDAN DE SOCIALISTAS Y COMUNISTAS A LOS COLECTIVOS QUE IMPULSAN DERECHOS.

En el repor­ta­je de Esta­dos Uni­dos se expli­ca las con­se­cuen­cias fata­les que tuvo esta alian­za entre polí­ti­ca y fun­da­men­ta­lis­mo duran­te la pan­de­mia. Si bien los evan­gé­li­cos con­ser­va­do­res han favo­re­ci­do a can­di­da­tos Repu­bli­ca­nos des­de los 80, duran­te la ges­tión del pre­si­den­te Trump se gene­ra­ron alian­zas con pas­to­res radi­ca­les, los mis­mos que tam­bién mini­mi­za­ron y poli­ti­za­ron la pandemia.

Algu­nos pas­to­res influ­yen­tes de los Esta­dos Uni­dos, como Mario Bram­nick, deno­mi­nan socia­lis­ta a cual­quier for­ma de avan­ce en los dere­chos. Este dis­cur­so se repi­te en los demás paí­ses: til­dar de socia­lis­tas y comu­nis­tas a los colec­ti­vos que impul­san estos dere­chos o que pro­mue­ven el cum­pli­mien­to de las medi­das sani­ta­rias. En el Perú inclu­so algu­nos polí­ti­cos de los gru­pos más ultra­con­ser­va­do­res tra­tan de des­ca­li­fi­car a los movi­mien­tos de dere­chos huma­nos como terroristas.

La Coor­di­na­do­ra Repu­bli­ca­na es una de las orga­ni­za­cio­nes perua­nas ultra­con­ser­va­do­ras que duran­te los últi­mos años ha aglu­ti­na­do a una serie de repre­sen­tan­tes y voce­ros de colec­ti­vos que se auto­de­no­mi­nan “pro­vi­da” o “pro­fa­mi­lia”. Uno de sus fun­da­do­res es Ánte­ro Flo­rez-Aráoz, que fue nom­bra­do por la bre­ve ges­tión pre­si­den­cial de Manuel Merino como pre­si­den­te del Con­se­jo de Minis­tros. Si bien su gabi­ne­te solo se man­tu­vo en el poder cin­co días, su pre­sen­cia fue una mues­tra de la vigen­cia de estos gru­pos, que duran­te la pan­de­mia han afian­za­do su dis­cur­so en redes socia­les y en medios de comu­ni­ca­ción afines.

LA INVESTIGACIÓN DE OJOPÚBLICO IDENTIFICA PRELIMINARMENTE A MÁS DE 50 LÍDERES Y GRUPOS CONSERVADORES EN LOS ESTADOS UNIDOS CON VÍNCULOS EN AMÉRICA LATINA. 

Los dis­cur­sos no solo han bus­ca­do recha­zar el avan­ce de dere­chos, sino que varios paí­ses han pues­to en ries­go la salud de las per­so­nas. De nor­te a sur los pas­to­res de las igle­sias evan­gé­li­cas más fun­da­men­ta­lis­tas, como reve­ló la pri­me­ra par­te de esta serie publi­ca­da en junio, han recha­za­do las medi­das de ais­la­mien­to y varios inclu­so han cues­tio­na­do el uso de la mas­ca­ri­lla. “Tu fe debe estar pues­ta en Jesús y no en un tapa­bo­cas o mas­ca­ri­lla”, dijo, por ejem­plo, John Romick, de la Igle­sia Misión Colombia.

En Esta­dos Uni­dos varias igle­sias evan­gé­li­cas a favor de Trump han reci­bi­do prés­ta­mos del gobierno de un paque­te de res­ca­te dise­ña­do para ayu­dar a empre­sas peque­ñas, inclu­yen­do a algu­nas como Gra­ce­land Com­mu­nity Church, en California.

La inves­ti­ga­ción de Ojo­Pú­bli­co iden­ti­fi­ca pre­li­mi­nar­men­te a más de 50 líde­res y gru­pos con­ser­va­do­res en los Esta­dos Uni­dos con víncu­los en Amé­ri­ca Lati­na que duran­te la pan­de­mia han pro­mo­vi­do infor­ma­ción enga­ño­sa o fal­sa sobre Covid-19 o que toma­ron accio­nes con­tra la salud pública.

La estra­te­gia regional

Médi­cos por la Ver­dad es una orga­ni­za­ción nega­cio­nis­ta que hizo su apa­ri­ción públi­ca en Espa­ña, en julio de este año. Nie­ga la pan­de­mia, la vacu­nas y el uso de mas­ca­ri­llas. Es decir, nie­ga el con­sen­so cien­tí­fi­co. Este colec­ti­vo ha ins­pi­ra­do a gru­pos simi­la­res con sede en Perú, Méxi­co, Chi­le, Bra­sil, Colom­bia y otra dece­na de paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na. Sus accio­nes, como en Espa­ña, van des­de la orga­ni­za­ción de con­ver­sa­to­rios, has­ta el lobby polí­ti­co y la orga­ni­za­ción de movi­li­za­cio­nes socia­les en con­tra de la vacunación.

Por ejem­plo, Médi­cos por la ver­dad de Perú se defi­ne como “una orga­ni­za­ción sin fines de lucro que reúne médi­cos y pro­fe­sio­na­les que inves­ti­gan los acon­te­ci­mien­tos que des­en­ca­de­na­ron la deno­mi­na­da pan­de­mia glo­bal del Sars-Cov‑2”. No tie­nen ins­crip­ción en Regis­tros Públi­cos con esa deno­mi­na­ción y des­de que empe­za­ron sus acti­vi­da­des cri­ti­can las medi­das sani­ta­rias de las auto­ri­da­des de salud, cues­tio­nan las prue­bas mole­cu­la­res, están en con­tra del uso de mas­ca­ri­llas y pro­mue­ven el dió­xi­do de clo­ro como tratamiento. 

MÉDICOS POR LA VERDAD HA INSPIRADO A GRUPOS SIMILARES EN UNA DECENA DE PAÍSES DE AMÉRICA LATINA.

En Méxi­co, Médi­cos por la Ver­dad es una de las 66 orga­ni­za­cio­nes ‑entre civi­les, reli­gio­sas y polí­ti­cas- con un dis­cur­so nega­cio­nis­tas o ultra­con­ser­va­dor. Aun­que tie­nen dife­ren­cias en su radi­ca­lis­mo, los une tam­bién un dis­cur­so con­tra dere­chos civi­les adqui­ri­dos, como el abor­to y el matri­mo­nio igua­li­ta­rio; u otros recién gana­dos como el cam­bio de iden­ti­dad en las actas de naci­mien­to. Pero esta no es la úni­ca orga­ni­za­ción nega­cio­nis­ta vin­cu­la­da a los pro­fe­sio­na­les de la salud que han difun­di­do su dis­cur­so del mie­do y des­in­for­ma­ción en pandemia.

La inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por Ojo­Pú­bli­co halló a más de 80 pro­fe­sio­na­les de la salud que, en los últi­mos meses, han impul­sa­do una agen­da que nie­ga el con­sen­so cien­tí­fi­co, difun­de dis­cur­sos anti­va­cu­nas y, en algu­nos casos, pro­mue­ve fal­sas tera­pias para la Covid-19. En Argen­ti­na, Méxi­co y Perú la mayo­ría de estos médi­cos, bio­quí­mi­cos, psi­có­lo­gos y nutri­cio­nis­tas están agru­pa­dos en cua­tro orga­ni­za­cio­nes: Médi­cos por la Ver­dad, Epi­de­mió­lo­gos Argen­ti­nos Meta­dis­ci­pli­na­rios, Coa­li­ción Mun­dial Salud y Vida (COMUSAV) y Liga Bina­cio­nal Pro-Vida y Pro-Familia.

Algu­nas de las gran­des orga­ni­za­cio­nes y colec­ti­vos están con­for­ma­das por dece­nas de gru­pos más peque­ños y regio­na­les que cola­bo­ran en la arti­cu­la­ción local, don­de tie­nen más influen­cia, pero al tener alian­zas nacio­na­les, pue­den poten­ciar sus accio­nes y dis­cur­sos. Pero tam­bién se aglu­ti­nan en torno a aso­cia­cio­nes extran­je­ras, tan­to lati­no­ame­ri­ca­nas como euro­peas y de Esta­dos Uni­dos. Algu­nas son Poli­ti­cal Net­work for Values, Popu­la­tion Research Ins­ti­tu­te o Haz­te Oír. 

Esta inves­ti­ga­ción iden­ti­fi­ca más de 170 orga­ni­za­cio­nes en la región, pero deter­mi­na que los voce­ros e invi­ta­dos son con fre­cuen­cia los mis­mos. Des­de el ini­cio de la pan­de­mia mini­mi­za­ron el impac­to de la mis­ma y, aho­ra, varias de ellas mien­ten y des­in­for­man sobre la vacuna.

Otro de esos ejem­plos está repre­sen­ta­do por el mis­mo pre­si­den­te de Bra­sil, Jair Bol­so­na­ro. En este país, los gru­pos que habían esta­do difun­dien­do teo­rías de cons­pi­ra­ción en Inter­net han cobra­do nue­vo impul­so con la poli­ti­za­ción de la vacu­na con­tra el nue­vo coro­na­vi­rus. Sin poder seguir negan­do la gra­ve­dad de la pan­de­mia, Bol­so­na­ro dijo que uno de los inmu­ni­zan­tes que se están pro­du­cien­do no es fia­ble debi­do a su ori­gen chino, a pesar de que Chi­na es un impor­tan­te socio comer­cial del país. El país asiá­ti­co es inclu­so el mayor pro­vee­dor extran­je­ro de anti­bió­ti­cos al Brasil.

ESTA INVESTIGACIÓN IDENTIFICA MÁS DE 170 ORGANIZACIONES EN LA REGIÓN, PERO SUS VOCEROS E INVITADOS SON CON FRECUENCIA LOS MISMOS.

En el repor­ta­je de Bra­sil se deta­lla, tam­bién, cómo duran­te estos meses no solo se inten­si­fi­ca­ron los dis­cur­sos nega­cio­nis­tas y anti­va­cu­nas, sino tam­bién los movi­mien­tos anti­abor­to. En este país, la ley pre­vé la inte­rrup­ción del emba­ra­zo en casos de vio­len­cia sexual, ries­go para la salud de la mujer emba­ra­za­da y emba­ra­zo de anen­ce­fá­li­cos. La minis­tra de la Mujer, la Fami­lia y los Dere­chos Huma­nos, Dama­res Alves, es una voce­ra per­ma­nen­te con­tra el res­pe­to a este dere­cho. La ONU le ha pedi­do inclu­so expli­ca­cio­nes sobre las accio­nes para ase­gu­rar el abor­to legal en el país. 

Polí­ti­ca y desinformación

La prin­ci­pal estra­te­gia de los gru­pos ultra­con­ser­va­do­res ha sido des­in­for­mar y negar la evi­den­cia cien­tí­fi­ca. Para la psi­có­lo­ga argen­ti­na Ailin Tomio la des­in­for­ma­ción no es un pro­ce­so nue­vo, pero se ha exal­ta­do por las redes socia­les, en un con­tex­to en el que hay nece­si­dad de enten­der qué ocu­rre alre­de­dor de la emer­gen­cia sani­ta­ria. “Las per­so­nas tene­mos opi­nio­nes ses­ga­das e ideo­lo­gías que deter­mi­nan cómo vemos la reali­dad. Y, por otro lado, hay per­so­na­li­da­des que se adap­tan mejor a la incer­ti­dum­bre y otras, que nece­si­tan expli­ca­cio­nes para todo. Estas últi­mas son las que más tien­den a afe­rrar­se a ese tipo de dis­cur­sos cons­pi­ra­cio­nis­tas”, dice la espe­cia­lis­ta en cien­cias del comportamiento.

LA PRINCIPAL ESTRATEGIA DE LOS GRUPOS ULTRACONSERVADORES HA SIDO DESINFORMAR Y NEGAR LA EVIDENCIA CIENTÍFICA.

“Los sec­to­res con­ser­va­do­res de la igle­sia tie­nen una defen­sa de la moral que no es nue­va. Lo que sí es nove­do­so es su capa­ci­dad de adap­ta­ción y muta­ción para encon­trar, en nue­vos argu­men­tos, for­mas de defen­der esos vie­jos prin­ci­pios mora­les”, ase­gu­ra el inves­ti­ga­dor argen­tino Juan Mar­co Vag­gio­ne, en el repor­ta­je de Argen­ti­na. Esta res­pues­ta comen­zó con el pro­gre­si­vo reco­no­ci­mien­to de dere­chos civi­les, deman­da­dos duran­te déca­das por los movi­mien­tos femi­nis­tas y LGBTIQ+.

Esos avan­ces habían impli­ca­do una pro­fun­da crí­ti­ca a la influen­cia de la reli­gión sobre la polí­ti­ca, la cul­tu­ra y el dere­cho. Pero esto, indi­ca Vag­gio­ne, fue resis­ti­do des­de la Igle­sia Cató­li­ca con la cons­truc­ción de dos ame­na­zas: la “cul­tu­ra de la muer­te” (vin­cu­la­da al abor­to y la euta­na­sia, pero tam­bién a “una men­ta­li­dad no repro­duc­ti­va”) y la “ideo­lo­gía de géne­ro” (un rótu­lo que agru­pa y ter­gi­ver­sa deman­das de los movi­mien­tos femi­nis­tas y LGBTIQ+).

“Los dos con­cep­tos sur­gen a media­dos de los años 90 des­de la Igle­sia Cató­li­ca. ‘Cul­tu­ra de la muer­te’ mucho más conec­ta­do a la jerar­quía, con Juan Pablo II. ‘Ideo­lo­gía de géne­ro’, por otro lado, es una cons­truc­ción que empie­zan a cir­cu­lar entre inte­lec­tua­les cató­li­cos de Esta­dos Uni­dos para dar sen­ti­do a algo que les explo­tó en la cara, que fue el reco­no­ci­mien­to por par­te de las Nacio­nes Uni­das a los dere­chos sexua­les y repro­duc­ti­vos como par­te de los dere­chos huma­nos”, señala.

Las dos déca­das siguien­tes estu­vie­ron mar­ca­das por la cir­cu­la­ción y per­fec­cio­na­mien­to de estos con­cep­tos en esfe­ras inte­lec­tua­les cató­li­cas de Amé­ri­ca Lati­na, y la publi­ca­ción de libros que ponían en esce­na estas ideas. “Es recién en los últi­mos cin­co años que los con­cep­tos tie­nen un nivel de erup­ción masi­va –deta­lla Vag­gio­ne – , y ya no son uti­li­za­dos solo por el cam­po cató­li­co: inme­dia­ta­men­te lo usan los evan­gé­li­cos pen­te­cos­ta­les con­ser­va­do­res; y empie­zan a tras­cen­der el cam­po reli­gio­so y de la socie­dad civil para incor­po­rar­se en la socie­dad política”.

Duran­te la emer­gen­cia sani­ta­ria, estos gru­pos ultra­con­ser­va­do­res han ape­la­do a dis­cur­sos con­tra las polí­ti­cas de salud sexual y repro­duc­ti­va, el enfo­que de géne­ro y, en algu­nos casos, men­sa­jes anti­va­cu­nas y nega­cio­nis­tas de la pan­de­mia. Sus accio­nes, arti­cu­la­das con refe­ren­tes de dis­tin­tas agru­pa­cio­nes polí­ti­cas, se han incre­men­ta­do a medi­da que se acer­can los pro­ce­sos elec­to­ra­les en los dife­ren­tes países.

Los invi­ta­mos a revi­sar los repor­ta­jes que el equi­po ha escri­to por país, para pro­fun­di­zar más en la investigación.

FUENTE: Ojo Público

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