Resumen Latinoamericano, 21 de diciembre de 2020
Las protestas de trabajadores agrícolas se han mantenido durante este mes, a la espera de una solución parlamentaria. | Foto: Twitter: IDEHPUCP
Con bloqueos de carreteras, los trabajadores del campo llaman la atención al parlamento sobre sus reclamos.
Trabajadores de empresas agroexportadoras reiniciaron este lunes bloqueos de la carretera troncal costera de Perú, en protesta por la desatención parlamentaria a su demanda de mejores salarios y condiciones de trabajo.
La protesta es una reacción ante el fracaso del Congreso peruano, el cual que, tras dos días de sesiones, no logró aprobar una ley de promoción agraria en reemplazo de la que anuló a inicios de septiembre ante la presión de cierres de carreteras, también por parte de los campesinos y otros trabajadores, cuya represión dejó un saldo de un muerto.
La nueva legislación, según la demanda de los trabajadores, debería fijar aumentos salariales que se niegan a aceptar las empresas, beneficiarias desde hace más de dos décadas de regímenes promocionales tributario de exoneraciones y laboral de reducción de derechos.
Los cierres de rutas se iniciaron de madrugada en la carretera Panamericana, en tres puntos de la norteña región de La Libertad y otros tres en la sureña de Ica e impiden el paso de cientos de automóviles, autobuses de pasajeros y camiones.
El parlamento peruano no logró aprobar la nueva ley porque el proyecto (el cual ya los trabajadores consideraban insuficiente) no alcanzó mayoría pues la votación tuvo como resultado: 26 abstenciones, 43 en contra y solo 25 a favor.
Ese desenlace fue precedido por una intensa campaña mediática y publicitaria, según la cual los cultivos para la exportación, uno de los principales rubros de ventas al exterior, quebrarán si aumenta salarios, a lo que se niegan los empresarios.
El gobierno de Perú, en medio de una crisis institucional se declaró imposibilitado de atender el reclamo salarial porque la Constitución y las leyes establecen que los salarios se negocian de manera directa entre patrones y trabajadores, sin intervención del Estado, el cual solo puede elevarlos en el sector estatal.