Puer­to Rico. Colap­sa el his­tó­ri­co radio­te­les­co­pio de Arecibo

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de diciem­bre de 2020.

El his­tó­ri­co radio­te­les­co­pio de Arci­bo en Puer­to Rico, que lle­gó a ser uno de los más pode­ro­sos ins­tru­men­tos de esta natu­ra­le­za a nivel mun­dial, colap­só este mar­tes, según la Fun­da­ción Nacio­nal de Ciencias.

Pese a que más de 52.000 per­so­nas habían fir­ma­do una peti­ción para que la Casa Blan­ca evi­ta­ra la demo­li­ción pro­gra­ma­da del Obser­va­to­rio de Are­ci­bo, el monu­men­to se ha veni­do abajo.

El gigan­tes­co radio­te­les­co­pio ya esta­ba daña­do por la rotu­ra de algu­nos cables de sopor­te de ace­ro, y se encon­tra­ba fue­ra de ser­vi­cio y lis­to para ser des­man­te­la­do a peti­ción de la Fun­da­ción Nacio­nal de Cien­cias de Esta­dos Uni­dos (NSF), pero no aguan­tó, y la estruc­tu­ra se derum­bó en noche del recien pasa­do 1 de diciembre.

La enor­me estruc­tu­ra del Obser­va­to­rio de Are­ci­bo, cons­trui­do en la déca­da de 1960, cuya altu­ra era simi­lar a la de un edi­fi­cio de cua­tro pisos que alber­ga reflec­to­res secun­da­rios, pesa­ba unas 900 tone­la­das, tenía una cúpu­la gre­go­ria­na y una pla­ta­for­ma receptora.

El con­si­de­ra­do, duran­te muchos años, el más gran­de radio­te­les­co­pio del mun­do, cayó en la par­te nor­te del gran reflec­tor ubi­ca­do a unos 121 metros más abajo.

«Sona­ba como un estruen­do. Sabía exac­ta­men­te lo que era. Yo esta­ba gri­tan­do. Per­so­nal­men­te esta­ba fue­ra de con­trol … no ten­go pala­bras para expre­sar­lo. Es un sen­ti­mien­to terri­ble y muy pro­fun­do», expre­só Jonathan Fried­man, quien vive cer­ca de la zona y y tra­ba­jó por 26 años como inves­ti­ga­dor en el obsevatorio.

El emble­má­ti­co radio­te­les­co­pio de Are­ci­bo, en sus 57 años en fun­cio­na­mien­to per­mi­tió entre­nar a estu­dian­tes en el área, ras­trear aste­roi­des, deter­mi­nar si un pla­ne­ta era poten­cial­men­te habi­ta­ble, y rea­li­zar inves­ti­ga­cio­nes reco­no­ci­das con un Pre­mio Nobel; reci­bía anual­men­te a unos 90.000 visi­tan­tes, y logró sopor­tar en su momen­to dis­tin­tos fenó­me­nos naturales.

Se pre­ve que el Con­gre­so esta­dou­ni­den­se eva­lúe un posi­ble fina­cia­mien­to para la ins­ta­la­ción de un nue­vo teles­co­pio en el lugar, por­que la NSF no cuen­ta con los 350 millo­nes de dóla­res nece­sa­rios para ello.

Fuen­te: TeleSUR

Itu­rria /​Fuen­te

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