Vene­zue­la. Y sin embar­go se mueve

Por Pablo Jofre Leal. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de diciem­bre de 2020.

Las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias en Vene­zue­la, el even­to elec­to­ral núme­ro 25 en estas dos déca­das de gobier­nos boli­va­ria­nos, se ha desa­rro­lla­do con ple­na nor­ma­li­dad y con resul­ta­dos que ava­lan el apo­yo a las hues­tes cha­vis­tas, en un mar­co de una emer­gen­cia sani­ta­ria y la his­to­ria de este tipo de elec­cio­nes en Vene­zue­la, que tie­nen menos con­vo­ca­to­ria que las pre­si­den­cia­les y de gobernadores.

El pro­ce­so elec­to­ral y el lan­ce par­ti­cu­lar se ha con­cre­ta­do, y esto debe ser una línea de aná­li­sis fun­da­men­tal, en un mar­co eco­nó­mi­co de gue­rra con­tra el pue­blo vene­zo­lano, más allá de las cifras exhi­bi­das. Para la opo­si­ción extre­mis­ta, si la par­ti­ci­pa­ción hubie­se sido cer­ca­na al 20% habla­rían de fra­ca­so cha­vis­ta y que su lla­ma­do a la abs­ten­ción resul­tó. Si la asis­ten­cia a las urnas hubie­se sido mayor a 40% de par­ti­ci­pa­ción ciu­da­da­na, la acu­sa­ción hubie­se sido que el gobierno ama­ñó estas elec­cio­nes. Todo sir­ve, para que los hijos putati­vos de Washing­ton sigan alen­tan­do polí­ti­cas de máxi­ma pre­sión con­tra su pro­pio país.

Elec­cio­nes en un esce­na­rio difícil

Con el 85% de las mesas escru­ta­das a las 02:33 horas de la maña­na, hora de Vene­zue­la, según datos entre­ga­dos por la pre­si­den­ta del Con­se­jo Nacio­nal Elec­to­ral (CNE). Indi­ra Alfon­zo, la par­ti­ci­pa­ción se ele­vó sobre el 31%. El Cha­vis­mo, agru­pa­do en el Gran Polo Patrió­ti­co obtu­vo 67,6% del total de los votos. Segui­do por la Coa­li­ción Alian­za Demo­crá­ti­ca, Comi­té de Orga­ni­za­ción Polí­ti­ca Elec­to­ral Inde­pen­dien­te, Cam­bie­mos Movi­mien­to Ciu­da­dano, Avan­za­da Pro­gre­sis­ta, y El Cam­bio, con un 17,6% y el PCV con el 2,73 “ha triun­fa­do la paz” afir­mó Indi­ra Alfon­zo. Duran­te la jor­na­da elec­to­ral, el pre­si­den­te Madu­ro había seña­la­do “Nace una nue­va Asam­blea Nacio­nal, nace una nue­va espe­ran­za, un gran cam­bio, y yo me pon­go al ser­vi­cio de esa nue­va Asam­blea Nacio­nal, vie­ne mucho tra­ba­jo. Fue­ron cin­co años nefas­tos, de fra­ca­so. Ellos pidie­ron y tra­je­ron san­cio­nes eco­nó­mi­cas” en una labor des­es­ta­bi­li­za­do­ra de luna opo­si­ción, que fue mayo­ría en la Asam­blea Nacio­nal duran­te un lustro.

Las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias del día 6 de diciem­bre se dan en un esce­na­rio pan­dé­mi­co, de pro­ble­mas de dis­tri­bu­ción de com­bus­ti­ble, acce­so a bie­nes, que en cual­quier otra par­te menos Vene­zue­la hubie­se sig­ni­fi­ca­do des­alien­to. Y sin embar­go, Vene­zue­la se mue­ve “eppur si muo­ve” y que nos hace excla­mar jubi­lo­sos, que el muer­to que vos matas­teis (al que le gus­ta­ría haber ase­si­na­do al impe­rio) goza de bue­na salud. Vein­te millo­nes de ciu­da­da­nos en con­di­cio­nes de votar y don­de hacer­lo es un dere­cho, pero no una obli­ga­ción, lla­ma­do a las urnas para defi­nir los 277 car­gos de la Asam­blea Nacio­nal, en elec­cio­nes legis­la­ti­vas que reno­va­ron este par­la­men­to que esta­ba en manos de la dere­cha y don­de 14.400 can­di­da­tos de 107 orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas pos­tu­la­ron can­di­da­tos. Cifras que dan mues­tras del fra­ca­so opo­si­tor ultra­de­re­chis­ta en su lla­ma­do a abs­te­ner­se, a pesar de con­tar con toda la polí­ti­ca de máxi­ma pre­sión que Esta­dos Uni­dos ha desa­rro­lla­do des­de el año 1999 a la fecha.

Una elec­ción que ha dado mues­tras más que evi­den­tes de la obse­cuen­cia de una opo­si­ción ultra­de­re­chis­ta, inca­paz de pen­sar con cabe­za pro­pia, suje­ta a los afa­nes y pla­nes de Washing­ton, sin pro­gra­ma ni dis­cur­so pro­pio y que sim­ple­men­te ha sido el bra­zo eje­cu­tor de las polí­ti­cas des­es­ta­bi­li­za­do­ras con­tra su pro­pio país. Pla­nes fra­gua­dos, inclu­so ata­ques con mer­ce­na­rios extran­je­ros, mol­dea­das por líde­res extre­mis­tas al ampa­ro de la alian­za y el apo­yo teji­do con la Orga­ni­za­ción de Esta­dos Ame­ri­ca­nos (OEA) y su círcu­lo más extre­mis­ta como es el Gru­po de Lima, gobier­nos euro­peos y en for­ma prin­ci­pa­lí­si­ma, en el sos­tén polí­ti­co, eco­nó­mi­co, mili­tar y diplo­má­ti­co pro­por­cio­na­do por Esta­dos Uni­dos. Esto ha per­mi­ti­do la crea­ción de un gru­po polí­ti­co opo­si­tor sin base en Vene­zue­la, que habla y quie­re deci­sio­nes sobre este país y dota­do de cien­tos de millo­nes de dóla­res, empu­jan­do el carro de la des­es­ta­bi­li­za­ción en la nación sud­ame­ri­ca­na. Trai­ción pura y dura.

Es impor­tan­te dar cuen­ta, que las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias nun­ca han sido tan atrac­ti­vas en su con­vo­ca­to­ria, como sí lo son las pre­si­den­cia­les y las de gober­na­do­res, que sue­len atraer en for­ma masi­va a la pobla­ción. Ade­más, recor­de­mos, en un sis­te­ma con voto volun­ta­rio. Esto no como ele­men­to jus­ti­fi­can­te res­pec­to a la can­ti­dad de votan­tes que asis­tie­ron a estas elec­cio­nes del 6 de diciem­bre del año 2020. Opi­nión que ade­más, intere­sa­da­men­te pro­vie­nen de los mis­mo que han gas­ta­do ener­gía y millo­nes de dóla­res, para impe­dir el desa­rro­llo de esta elec­ción, como es el caso de la Unión Euro­pea, el Gru­po de Lima y la OEA, negán­do­se inclu­so a asis­tir como obser­va­do­res. Un jue­go y una labor de zapa que fracasó.

En Vene­zue­la, toman­do en cuen­ta esta influen­cia mal­sa­na de la OEA, recor­de­mos, que des­de el año 1958 cuan­do ocu­rre la caí­da de Pérez Jimé­nez, la OEA no par­ti­ci­pó más que un par de oca­sio­nes como obser­va­do­ra en las elec­cio­nes vene­zo­la­nas. Siem­pre ha exis­ti­do des­con­fian­za con rela­ción a este orga­nis­mo. Inclu­so el año 1962 cuan­do fue expul­sa­da Cuba, par­ti­dos polí­ti­cos vene­zo­la­nos lla­ma­rón a salir­se de este orga­nis­mo, que mar­có un fuer­te deba­te y la posi­bi­li­dad cier­ta de haber aban­do­na­do este minis­te­rio de colo­nias esta­dou­ni­den­se. Una rela­ción con la OEA mar­ca­da por la desconfianza.

La opo­si­ción, en estos 21 años, en cada elec­ción ha toma­do los dis­cur­sos del pre­si­den­te Chá­vez como par­te de los suyos, mol­dean­do sus ideas a lo que no cree, como mues­tra de sus­tan­cia pro­po­si­ti­va. Las elec­cio­nes en Vene­zue­la se ganan en las calles, no en los esce­na­rios tele­vi­si­vos, sino que allí don­de está la gen­te y eso expli­ca la gran lle­ga­da del men­sa­je cha­vis­ta, a pesar de sus difi­cul­ta­des. El pue­blo cha­vis­ta resis­te el doble­gar­se ante las ideas y con­duc­tas de intro­mi­sión extran­je­ra, del entre­guis­mo opo­si­tor ultra­de­re­chis­ta. El men­sa­je opo­si­tor y sus alia­dos han voci­fe­ra­do que estas elec­cio­nes son ile­gi­ti­mas, sin dar prue­ba algu­na ni fun­da­men­to váli­do, para des­co­no­cer su inca­pa­ci­dad de ven­cer al cha­vis­mo. A pesar de los cien­tos de millo­nes de dóla­res pues­tos al ser­vi­cio de esa dere­cha más extre­ma, que ha reci­bi­do inclu­so los bene­fi­cios del expo­lio de empre­sas estra­té­gi­cas vene­zo­la­nas, depó­si­tos en ban­cos euro­peos, los rédi­tos de empre­sas como Cit­go en Esta­dos Uni­dos. Apo­yo polí­ti­co, diplo­má­ti­co, pleno acce­so a los medios de infor­ma­ción don­de sus men­sa­jes des­es­ta­bi­li­za­do­res se entre­gan día a día en todos los hora­rios. Todo aque­llo ha sido un fias­co, un daño a la socie­dad, por supues­to, es inne­ga­ble peor un fias­co para sus pro­pó­si­tos políticos.

Los vene­zo­la­nos saben muy bien que las elec­cio­nes no son per­fec­tas pero, y cito en ello la idea expre­sa­da por un diplo­má­ti­co de la nación sud­ame­ri­ca­na, quien sos­tie­ne que “en una hipo­té­ti­ca per­fec­ción igual­men­te se bus­ca­rá cual­quier excu­sa para negar a Vene­zue­la su legí­ti­mo dere­cho a la sobe­ra­nía, a su dig­ni­dad, por­que este es un pro­ble­ma polí­ti­co, con un mode­lo al que se quie­re des­truir como se hizo con Allen­de, Bishop, Joao Gou­lart, Arbenz, entre otros. Haga lo que haga Vene­zue­la no se acep­ta­ran estas elec­cio­nes. Pero esa con­duc­ta tie­ne su corre­la­to con el pro­fun­do sen­ti­mien­to anti­im­pe­ria­lis­ta que exis­te en el pue­blo venezolano”

Estas elec­cio­nes mos­tra­ron la par­ti­ci­pa­ción de varios blo­ques (2) y la con­so­li­da­ción de lide­raz­gos polí­ti­cos muy cla­ros: tan­to de la izquier­da menos cer­ca­na al cha­vis­mo, que en esta oca­sión se pre­sen­ta por pri­me­ra vez bajo el nom­bre de la Alian­za Popu­lar Revo­lu­cio­na­ria (APR) lide­ra­da por el Par­ti­do Comu­nis­ta, cons­ti­tui­da por otras sie­te orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas ubi­ca­das en la opo­si­ción de izquier­da, las cua­les se rei­vin­di­can mar­xis­tas, socia­lis­tas, cha­vis­tas y trots­kis­tas. Tam­bién apa­re­ce la demo­cra­cia cris­tia­na, social­de­mó­cra­tas que son una cla­ra demos­tra­ción de la pro­fun­di­za­ción y la visi­bi­li­dad de la demo­cra­cia en Vene­zue­la. Nom­bres como el de Teo­do­ro Pet­koff (Movi­mien­to al Socia­lis­mo), la reapa­ri­ción de Eduar­do Fer­nán­dez Jimé­nez, Clau­dio Fer­mín, líder del movi­mien­to Solu­cio­nes. En este últi­mo nom­bre sus opi­nio­nes van por el lado de com­ba­tir la pola­ri­za­ción polí­ti­ca actual; bajo la pre­mi­sa de no empe­ñar­se en derro­tar al Gobierno, sino en con­cen­trar­se en la socie­dad, en la gen­te. Suma­mos tam­bién a Avan­ce por el Cam­bio la orga­ni­za­ción polí­ti­ca de mayor tama­ño, lide­ra­da por Hen­ri Fal­cón, ex mili­tan­te cha­vis­ta has­ta el año 2009 y ex gober­na­dor del esta­do de Lara.

El movi­mien­to Uni­dad y Cam­bio, fun­da­do por el vete­rano diri­gen­te social­cris­tiano Eduar­do Fer­nán­dez y diri­gi­do por Mer­ce­des Mala­vé, ade­más de otros peque­ños gru­pos de la demo­cra­cia cris­tia­na fue­ron par­te tam­bién de esta elec­ción. Como tam­bién el pas­tor evan­gé­li­co Javier Ber­tuc­ci. Los gru­pos men­cio­na­dos han sido cali­fi­ca­dos, como no, de trai­do­res y des­es­ta­bi­li­za­do­res, por par­te de la opo­si­ción más extre­ma acu­sán­do­los de obs­truir la “labor de Guai­dó” y de ser dema­sia­do com­pla­cien­tes con el gobierno de Madu­ro. A pesar de esas crí­ti­cas, estos diri­gen­tes que han sido par­te del pro­ce­so elec­to­ral, han defen­di­do los espa­cios ins­ti­tu­cio­na­les, inclu­yen­do el uso del voto, lle­gar a acuer­dos con el cha­vis­mo que per­mi­ta tomar medi­das y encau­zar cami­nos para salir de la cri­sis. Un gru­po opo­si­tor cen­tra­do, ale­ja­do del extre­mis­mo con ape­lli­dos como López, Guai­dó, Bor­ges o Macha­do. La opo­si­ción menos ter­mo­cé­fa­la desea dina­mi­zar esfuer­zos en la emer­gen­cia social más que el cam­bio polí­ti­co inme­dia­to. Una pos­tu­ra prag­má­ti­ca y que per­mi­te lle­gar a acuerdos.

Este aire menos vicia­do, a pesar que muchos de los nom­bres lle­va­ban fue­ra de la polí­ti­ca acti­va varios años, es un vien­to lozano, nece­sa­rio. Líde­res de esa cate­go­ría y reco­no­ci­mien­to al inte­grar­se a la lucha polí­ti­ca, le dan ese fres­cor a la polí­ti­ca vene­zo­la­na, que per­mi­tan visua­li­zar los pró­xi­mos cin­co años con una asam­blea nacio­nal, que sir­va como res­pi­ra­de­ro de fuer­tes ten­sio­nes pero, sobre todo de un hemi­ci­clo que entre­gue pro­pues­tas, que tra­ba­je por una Vene­zue­la uni­fi­ca­da, en torno al recha­zo abso­lu­to a la inter­ven­ción impe­rial y a su polí­ti­ca de máxi­ma presión.

Opo­si­ción extre­mis­ta y fascista

Estas son elec­cio­nes fun­da­men­ta­les, un par­te agua, entre un esti­lo de hacer polí­ti­ca inclu­si­va, demo­crá­ti­ca, de lla­mar a favo­re­cer la sobe­ra­nía y la inde­pen­den­cia, con­tra ese otro esti­lo retró­gra­do, fas­cis­toi­de, ejem­pli­fi­ca­do por los extre­mis­tas Leo­pol­do López, Juan Guai­dó, Anto­nio Ledez­ma, Julio Bor­ges, María Cori­na Macha­do, sin sus­tra­to polí­ti­co popu­lar. Esta opo­si­ción que está en una nebu­lo­sa ideo­ló­gi­ca y de con­duc­ta, que mues­tra inte­rro­gan­tes nece­sa­rias de resol­ver. Los 27 par­ti­dos opo­si­to­res que con­for­man la Mesa de la Uni­dad Demo­crá­ti­ca acor­da­ron, uná­ni­me­men­te, no par­ti­ci­par, ele­van­do denun­cias de irre­gu­la­ri­da­des en la pla­ni­fi­ca­ción de los comi­cios y un «frau­de elec­to­ral”. Esa for­ma de hacer polí­ti­ca no sir­ve, no gene­ra adhe­sión y deben optar por ter­mi­nar con esa vía de con­duc­ta beli­cis­ta des­truc­ti­va, don­de no impor­ta Vene­zue­la, sino los intere­ses polí­ti­cos y eco­nó­mi­cos foráneos.

Una opo­si­ción que es con­du­ci­da cual cie­go por un laza­ri­llo impe­rial, que cen­tra sus crí­ti­cas con­tra el gobierno vene­zo­lano, sig­na sus ata­ques ya sea por el nivel de par­ti­ci­pa­ción o que no pudie­ron par­ti­ci­par de estas elec­cio­nes. Si tan­to les preo­cu­pa­ba la abs­ten­ción y salu­dan, según ellos, el alto núme­ro de per­so­nas que no par­ti­ci­pa­ron, por qué no lo hicie­ron, por qué no fue­ron par­te de este pro­ce­so, tal vez hubie­sen gana­do un gran núme­ro de asien­tos par­la­men­ta­rios. Si seña­lan, que como opo­si­ción no par­ti­ci­pa­rían, deben infor­mar con hones­ti­dad y decir que sólo una par­te de la opo­si­ción – la más extre­ma y corrup­ta pero que sue­le acu­sar de ello a sus riva­les – es la que no par­ti­ci­pó de esta elección.

Esta con­duc­ta me recuer­da lo que el pen­sa­dor y filó­so­fo ita­liano Nor­ber­to Bob­bio ense­ña­ba res­pec­to a esas men­ta­li­da­des y hábi­tos tota­li­ta­rios y que nos lle­va a cali­fi­car a esta opo­si­ción extre­mis­ta como una opo­si­ción fas­cis­ta: “el fas­cis­ta habla todo el tiem­po de corrup­ción. Lo hizo en Ita­lia en 1922, en Ale­ma­nia en 1933 y en Bra­sil en 1964. Acu­sa, insul­ta, agre­de, como si fue­ra puro y hones­to. Pero el fas­cis­ta es sólo es sólo un cri­mi­nal, un soció­pa­ta que per­si­gue una cerre­ra polí­ti­ca. En el poder, no vaci­la en tor­tu­rar, vio­lar, robar sus per­te­nen­cias, su liber­tad y sus dere­chos. Más que corrup­ción, el fas­cis­ta prac­ti­ca la maldad”

La extre­ma dere­cha en Vene­zue­la, ese fas­cis­mo des­cri­to por Bob­bio desea­ba que el país se sumie­ra en un desas­tre pan­dé­mi­co y les lle­gó el 6 de diciem­bre sin que sus deseos se con­cre­ta­ran. Inclu­so reci­bie­ron infor­ma­ción y espe­ran­zas del coman­do Sur que los hizo creer que la cri­sis por el Covid 19 sería el empu­jón para sacar a Madu­ro. Nada de eso suce­dió y lle­ga­ron a las defi­ni­cio­nes polí­ti­cas sin pro­gra­mas, sin dis­cur­so, sin uni­dad e invo­can­do sus ideas y pero­ra­tas, que de cró­ni­cas lle­gan a ser enfer­mi­zas: frau­de, abs­ten­ción, Vene­zue­la no es un país demo­crá­ti­co, la opo­si­ción está some­ti­da a vio­la­cio­nes a sus dere­chos. No hay liber­tad de pren­sa, los cuba­nos han inva­di­do el país, hemos entre­ga­do el oro y ¡¡¡ bla bla bla bla¡!! La opo­si­ción extre­mis­ta se ha juga­do por la satu­ra­ción comu­ni­ca­cio­nal, el ata­que polí­ti­co, ali­men­ti­cio, tec­no­ló­gi­co, aumen­to de medi­das san­cio­na­to­rias, todo un tra­ba­jo deseo­so de vol­ver a con­tro­lar el país y sus rique­zas energéticas.

Una opo­si­ción des­ver­gon­za­da, trai­cio­ne­ra, no por­que se me ocu­rra men­cio­nar­lo en mi indig­na­ción ante su con­duc­ta. Lo sos­ten­go por­que el pro­pio Elliot Abrams deja al des­cu­bier­to a esta cater­va de opo­si­to­res que actúan como sica­rios al reco­no­cer que “esta­mos retra­sa­dos con el pago de los sala­rios de la dere­cha en Vene­zue­la”. De acuer­do con infor­ma­ción reve­la­da por el perió­di­co bri­tá­ni­co Finan­cial Times, Abrams con­fe­só que el Gobierno de Donald Trump les paga a algu­nos sec­to­res de la opo­si­ción vene­zo­la­na, un secre­to a voces sobre el dine­ro que reci­be el gru­po del auto­pro­cla­ma­do Juan Guai­dó, para des­es­ta­bi­li­zar el país con el pro­pó­si­to de derro­car al pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro. Ade­más sume­mos a esta Euro­pa des­ver­gon­za­da, lla­man­do a no reco­no­cer los resul­ta­dos en la nación sud­ame­ri­ca­na, con una con­duc­ta cla­ra­men­te des­equi­li­bra­da, paté­ti­ca. ¿Cuál será la deci­sión final de esta Euro­pa cada día más a la dere­cha? ¿segui­rán sin reco­no­cer a Madu­ro y aho­ra no lo harán con la asam­blea nacio­nal que sal­ga electa”

Zapa­te­ro, quien actuó como obser­va­dor en estas elec­cio­nes par­la­men­ta­rias del 6 de diciem­bre del 2020, soli­ci­tó a la Unión Euro­pea, que cam­bie su pos­tu­ra sobre Vene­zue­la y el gobierno pre­si­di­do por Nico­lás Madu­ro. “La diplo­ma­cia de la UE se basa en la solu­ción pací­fi­ca de los con­flic­tos, se basa en el res­pe­to a los pro­ce­di­mien­tos, y deseo que la UE haga una refle­xión des­pués de estas elec­cio­nes, que eva­lúe lo que ha dado de sí la polí­ti­ca de san­cio­nes, espe­cial­men­te la polí­ti­ca del pre­si­den­te Trump o la polí­ti­ca de no reco­no­ci­mien­to”. En opi­nión de Zapa­te­ro, un no reco­no­ci­mien­to de los resul­ta­dos “pue­de con­du­cir al mayor absur­do que haya cono­ci­do la his­to­ria del dere­cho inter­na­cio­nal. Por­que, si no se reco­no­ce a la Asam­blea que hoy se eli­ge y la Asam­blea que había, ya no exis­te, por­que cum­plió su man­da­to, y si no se reco­no­ce al pre­si­den­te Madu­ro por la hipo­té­ti­ca acu­sa­ción de frau­de de mayo de 2018 y el auto­pro­cla­ma­do pre­si­den­te Guai­dó era pre­si­den­te por una Asam­blea que ya no exis­te y por tan­to tam­bién ter­mi­na ese hipo­té­ti­co reconocimiento”.

Mike Pom­peo, secre­ta­rio de esta­do nor­te­ame­ri­cano, ¡¡ como no ¡! ha cata­lo­ga­do de “frau­de elec­to­ral” los comi­cios par­la­men­ta­rios en Vene­zue­la, seña­lan­do que “los resul­ta­dos de dichas vota­cio­nes no refle­ja­rán la volun­tad del pue­blo vene­zo­lano”. ¿Pom­peo dicien­do esto? Pues sí, el fun­cio­na­rio que sigue ava­lan­do el no reco­no­ci­mien­to de la derro­ta de su jefe en las elec­cio­nes del 3 de noviem­bre afir­ma lo que en su pro­pio país no es capaz de mos­trar como una ver­dad. Un Pom­peo que reci­bió rápi­da res­pues­ta del can­ci­ller vene­zo­lano Jor­ge Arrea­za “¡Habló un zom­bie! Aun­que, según su jefe (Donald Trump) el frau­de se come­tió en las elec­cio­nes en Esta­dos Uni­dos. Pom­peo, asi­mi­le con cal­ma y resig­na­ción la ver­dad: en Vene­zue­la su fra­ca­so es abso­lu­to” Oja­lá que muy pron­to vuel­va la diplo­ma­cia al Depar­ta­men­to de Esta­do y a la Casa Blanca”

De las pala­bras de Zapa­te­ro y del pro­ce­so efec­tua­do, de la res­pues­ta cla­ra dada por aque­llos que viven en Vene­zue­la y sopor­tan esta polí­ti­ca de máxi­ma pre­sión, es cla­ro que se abre una nue­va eta­pa en Vene­zue­la, a pesar de aque­llos que quie­ren seguir pre­sio­nán­do­la. Las san­cio­nes no se corres­pon­den en modo alguno al dere­cho inter­na­cio­nal, hay que tra­ba­jar por gene­rar el fin del blo­queo, el tér­mino de la polí­ti­ca de máxi­ma pre­sión que se ejer­ce con­tra Vene­zue­la. Y esa es una labor fun­da­men­tal de toda Asam­blea, cuyo obje­ti­vo debe ser el bien­es­tar de su país, de su sociedad.

Fuen­te: TeleSUR

Itu­rria /​Fuen­te

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