Resumen Latinoamericano, 22 de enero de 2021.
Los restos del exlíder indígena Felipe Quispe El Mallku fueron sepultados en su natal Ajaria Grande, en el municipio de Achacachi, en el departamento de La Paz
Los “Ponchos Rojos le dan el último adiós a El Mallku
Un frío viento soplaba y hacía flamear las wiphalas en el último adiós al extinto exlíder indígena Felipe Quispe El Mallku. Sus restos descansan en su natal Ajaria Grande, una pequeña comunidad del municipio de Achacachi que este jueves cobró notoriedad por la despedida póstuma a uno de sus destacados hijos.
Quispe perdió la vida el martes en El Alto, como consecuencia de un ataque cardiaco, según sus familiares. Los restos fueron velados en un salón de fiestas de la zona 16 de Julio, adonde fue el vicepresidente David Choquehuanca, algunos ministros de Estado y varios dirigentes sindicales y campesinos.
Sus familiares y amigos lo velaron por dos días y la mañana de este jueves sus restos fueron trasladados a su última morada. Cerca de las 09.15 salió el cortejo fúnebre con dirección a la Universidad Pública de El Aldo (UPEA), donde fue catedrático, pero de forma sorpresiva pasó de largo por el lugar rumbo a Achacachi.
Lo esperaban decenas de personas, entre ellos los llamados ponchos rojos. Se hizo un cordón humano que flanqueó el paso del féretro hasta la plaza principal de Achacachi, municipio del altiplano paceño. El pueblo quedó prácticamente paralizado por la despedida póstuma al exlíder indígena, guerrillero, político e intelectual.
Nació el 22 de agosto de 1942 en Ajaria Grande. Fue uno de los artífices del irregular Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), estuvo en la cárcel acusado de subversión. De esa época, una frase que quedó en la historia fue la respuesta que le dio a la periodista Amalia Pando y que sintetizó su lucha: “A mí no me gusta que mi hija sea su empleada de usted”.
Estuvo al frente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y desde ese lugar dio voz al campesino y al indígena en general. Se enfrentó a diferentes gobiernos y su arma de lucha fue el bloqueo prolongado de camino, hablaba de estratégica como el “plan pulga”.
Sus restos fueron trasladados hasta el cementerio de Ajaria Grande desde la plaza principal de Achacachi. Un frío viento acompañó el entierro que transmitido por el canal estatal.
Quispe estuvo en política y haciendo campaña por su candidatura a la gobernación de La Paz por la agrupación Jallalla hasta el día de vida. Era irreverente con el poder y franco con sus adversarios políticos.