Brasil. Bolsonaro, el último trumpista

Bra­sil. Bol­so­na­ro, el últi­mo trumpista

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Por Dario Pig­not­ti. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de enero de 2021.

Cuan­do lle­gó al poder, en 2019, Jair Bol­so­na­ro se pre­sen­ta­ba como el Donald Trump tro­pi­cal y pla­nea­ba rea­li­zar una cum­bre de ultra­de­re­cha con la pre­sen­cia del man­da­ta­rio nor­te­ame­ri­cano que hoy inci­tó a una rebe­lión en el Capitolio.y otros jefes de esta­do, inclu­so Mau­ri­cio Macri.

En diciem­bre de 2018 reali­zó una cum­bre pre­cur­so­ra en Foz de Igua­zú, bajo la coor­di­na­ción su hijo Eduar­do, uno de los hom­bres influ­yen­te en la for­mu­la­ción de la polí­ti­ca exter­na brasileña.

Al poli­cía y pre­si­den­te de la Comi­sión de Exte­rio­res de la Cáma­ra baja Eduar­do Bol­so­na­ro le fue con­fia­da la tarea de cons­truir puen­tes con la Casa Blan­ca. Una tarea que cum­plió con cre­ces: en en uno de sus fre­cuen­tes via­jes a Washing­ton lle­gó a poner­se una gorra con el lema «Trump 2020».

Como pre­mio a su ali­nea­mien­to sin fisu­ras , el joven dipu­tado fue esco­gi­do por el exase­sor trum­pis­ta, Ste­ve Ban­non, como el repon­sa­ble en Amé­ri­ca del Sur del gru­po neo­fas­cis­ta Movimiento.

En 2020 los Bol­so­na­ro hicie­ron cam­pa­ña por la reelec­ción del gober­nan­te del par­ti­do Repu­bli­cano y sólo reco­no­cie­ron la vic­to­ria de Joe Biden el 15 de diciem­bre pasa­do. Lo hicie­ron des­pués que otras figu­ras ultra­con­ser­va­do­ras como el pre­mier israe­lí Ben­ja­min Netan­yahu y pre­si­den­te el hún­ga­ro Vic­tor Orbán.

El tar­dío reco­no­ci­mien­to de Joe Biden y la insis­ten­cia en el argu­men­to del frau­de (el mar­tes Bol­so­na­ro vol­vió a des­li­zar un bre­ve comen­ta­rio sobre el mis­mo) serían el ensa­yo de una poten­cial rebe­lión gol­pis­ta en 2022, aca­so con apo­yo de los para­mi­li­ta­res, que podría des­atar­se si el actual pre­si­den­te no fue­ra re elec­to, seña­la el inves­ti­ga­dor de la Uni­ver­si­dad de San Pablo, Bruno Paes Man­so, autor del libro «La Repú­bli­ca de las Milicias».

En su más recien­te ges­to de devo­ción hacia Trump, el man­da­ta­rio envió a hijo Eduar­do a Washing­ton para que se des­pi­da en persona.

Eduar­do se pre­sen­tó este lunes en la Casa Blan­ca jun­to a su espo­sa y su peque­ña hija, Geor­gia, naci­da en octu­bre. Lo habría reci­bi­do Ivan­ka Trump, la hija del mag­na­te que hoy elo­gió lla­mó “patrio­tas” a los inva­so­res del Capi­to­lio en un tuit lue­go borrado.

El pro­pio Eduar­do con­fe­só haber ele­gi­do ese nom­bre en alu­sión al esta­do nor­te­ame­ri­cano de tra­di­ción con­ser­va­do­ra. Fue una espe­cia de ofren­da rea­li­za­da en ple­na campaña.

La ajus­ta­da derro­ta de Trump en Geor­gia con­vir­tió al dipu­tado en el haz­me­rreír de las redes socia­les en noviem­bre, cuan­do llo­vie­ron los memes, uno de los cua­les decía que la bebé Geor­gia sería elec­to­ra ocul­ta de Biden.

El fla­man­te titu­lar de la Comi­sión de Rela­cio­nes Exte­rio­res de la Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes, el demó­cra­ta Gre­gory Meeks decla­ró el mar­tes que defien­de una nue­va polí­ti­ca exter­na en la que se ten­ga como una de las prio­ri­da­des será “ejer­cer pre­sión sobre los Bol­so­na­ros del mun­do”, en refe­ren­cia a los líde­res extremistas.

Pero las pro­ba­bles rela­cio­nes difí­ci­les con Biden no ame­dren­tan al pre­si­den­te-capi­tán ni a su hijo: ambos pare­cen tra­ba­jar para con­so­li­dar­se como estan­dar­tes del post­trum­pis­mo. Y qui­zá orga­ni­zar aque­lla cum­bre de la ultra­de­re­cha con la pre­sen­cia del inmi­nen­te exman­da­ta­rio estadounidense.

Bol­so­na­ro boi­co­tea la vacu­na: anun­ció que no com­pra­rá las jeringas

La pos­ter­ga­ción impli­ca un nue­vo retra­so para el ya demo­ra­do ini­cio de la vacu­na­ción en Bra­sil, uno de los paí­ses más gol­pea­dos por el coro­na­vi­rus. Ale­gó que los pre­cios «se dis­pa­ra­ron» debi­do a una manio­bra de mercado.

Sobre como sabo­tear la vacu­na. Jair Bol­so­na­ro anun­ció que no com­pra­rá los más de tres­cien­tos millo­nes de jerin­gas nece­sa­rias para la cam­pa­ña de inmu­ni­za­ción masi­va con­tra el coro­na­vi­rus, la dolen­cia que cos­tó la vida de más de 198 mil bra­si­le­ños , según los datos de este miér­co­les, y podría supe­rar las 200 mil muer­tes esta semana.

Ale­gó que los pre­cios de las jerin­gas «se dis­pa­ra­ron» recien­te­men­te debi­do a una manio­bra de mer­ca­do para sacar ven­ta­ja del apu­ro del gobierno por com­prar, por lo cual la nue­va subas­ta fue sus­pen­di­da con pla­zo inde­fi­ni­do: has­ta que «los pre­cios vuel­van a su nor­ma­li­dad». La pos­ter­ga­ción impli­ca un nue­vo retra­so para el ya demo­ra­do ini­cio de la vacunación.

El con­cur­so en cues­tión se reali­zó a fines de diciem­bre, sien­do que algu­nos gober­na­do­res y espe­cia­lis­tas habían reco­men­da­do al Minis­te­rio de Salud que lo con­vo­quen en julio o agos­to para poder con­tar con un buen stock de jerin­gas y agu­jas antes de que las vacu­nas even­tua­les fue­ran apro­ba­das. Pero la con­vo­ca­to­ria de los pro­vee­do­res se demo­ró injus­ti­fi­ca­da­men­te ( tal vez deliberadamente).

La fal­ta de insu­mos es un pro­ble­ma «serio» con­se­cuen­cia del «desin­te­rés» del gobierno nacio­nal, «hay muchos paí­ses vacu­nan­do, sólo Bra­sil no empe­zó, esto no tie­ne jus­ti­fi­ca­ción», decla­ró el gober­na­dor de Piauí, Welling­ton Dias, del Par­ti­do de los Trabajadores.

Las tra­ta­ti­vas para la com­pra de jerin­gas fue­ron tan retar­da­das como las nego­cia­cio­nes con los labo­ra­to­rios que pro­du­cen el fár­ma­co, algu­nos de cuyos eje­cu­ti­vos decla­ra­ron estar sor­pren­di­das ante las exi­gen­cias pre­sen­ta­das por los bra­si­le­ños (posi­ble­men­te para dila­tar los acuerdos).

El mes pasa­do el pre­si­den­te con­si­de­ró injus­ti­fi­ca­da la «pri­sa» de una par­te de la pobla­ción por la apro­ba­ción de una vacu­na que podría cau­sar efec­tos cola­te­ra­les gra­ves. Con su esti­lo joco­so pidió que las per­so­nas refle­xio­nen antes de apli­car­se un pro­duc­to que pue­de con­ver­tir­las en «yaca­rés».

Y jun­to con otras men­cio­nes fan­ta­sio­sas sobre las con­tra­in­di­ca­cio­nes de la vacu­na citó una serie de vir­tu­des poco menos que mila­gro­sas de la hidro­xi­clo­ro­qui­na y un anti­pa­ra­si­ta­rio, pese que ambos no son reco­men­da­dos por la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud.

Para­le­la­men­te, un minis­te­rio clan­des­tino que fun­cio­na­ría en el Pala­cio del Pla­nal­to y a car­go del cual están dece­nas de blo­gue­ros y cana­les terra­pla­nis­tas , divul­ga­ron fake news sobre con­se­cuen­cias irre­ver­si­bles de los inmu­ni­zan­tes, y orga­ni­za­ron mar­chas con­tra la «Vachi­na», apo­do dado a la vacu­na chi­na Coro­na­vac, la más odia­da por la ultra­de­re­cha. Esto debi­do a su ori­gen ( tam­bién la lla­man la vacu­na del Par­ti­do Comu­nis­ta Chino) y por­que 11 millo­nes de dosis de la mis­ma fue­ron impor­ta­dos por el gober­na­dor de San Pablo, Joao Doria, un exbol­so­na­ris­ta aho­ra con­ver­ti­do en enemi­go del gobierno y poten­cial can­di­da­to pre­si­den­cial en 2022.

Doria reite­ró este miér­co­les que la Coro­na­vac comen­za­rá a apli­car­se en su esta­do el 25 de enero, pero para que esto ocu­rra debe­ría con­tar con ola auto­ri­za­ción de la Agen­cia Nacio­nal de Vigi­lan­cia Sani­ta­ria, un orga­nis­mo for­mal­men­te auto­nó­mo que en reali­dad obe­de­ce órde­nes del gobierno nacional.

Mien­tras en San Pablo Doria defen­día la vacu­na­ción en Bra­si­lia Bol­so­na­ro vol­vió a mani­pu­lar datos al rela­ti­vi­zar el atra­so de Bra­sil fren­te a los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos y del res­to del mun­do que comen­za­ron a apli­car el medicamento.

Comen­tó que si bien 44 paí­ses están en ple­na vacu­na­ción «a muchos de ellos» el labo­ra­to­rio Pfi­zer les entre­gó «ape­nas 10 mil dosis» dan­do lugar a la «fala­cia de los medios sobre que otros paí­ses están vacu­nan­do a toda su población».

Evi­tó men­cio­nar que nin­gún gobierno pro­me­tió alcan­zar a toda la pobla­ción des­de el pri­mer día y para mini­mi­zar los datos dijo que Chi­na vacu­nó sólo al 0,31 % de sus habi­tan­tes y Rusia al 0,55 %, sin pre­ci­sar que esto impli­ca más cuar­tro millo­nes de chi­nos y poco menos de 900 mil rusos.

En pie de guerra

Bol­so­na­ro carac­te­ri­za a la vacu­na­ción como un com­ba­te ins­crip­to en la gue­rra de amplio espec­tro con­tra los «glo­ba­lis­tas», una cate­go­ría que abar­ca des­de la izquier­da, a la OMS y los enemi­gos de Occi­den­te en gene­ral. Según este cre­do que tie­ne entre sus devo­tos al pre­si­den­te y sus influ­yen­tes hijos, el salien­te pre­si­den­te nor­te­ame­ri­cano Donald Trump es el máxi­mo defen­sor de los valo­res tra­di­cio­na­les ame­na­za­dos por los los «glo­ba­lis­tas».

Sin embar­go, ni el pro­pio Trump asu­mió una posi­ción tan radi­cal ante la vacu­na como la adop­ta­da por el Clan Bol­so­na­ro, que pare­ce librar una gue­rra con­tra la ciencia.

Para impe­dir que se aprue­be la cua­ren­te­na con­tra con­tra la covid-19, obs­truir el uso de bar­bi­jos y dife­rir al máxi­mo la vacu­na, el gober­nan­te mili­ta­ri­zó al Minis­te­rio de Salud, des­pla­zan­do a los cua­dros de carre­ra y desig­nan­do como minis­tro al gene­ral, Eduar­do Pazue­llo, y como vice al coro­nel Elcio Fran­co Filho, ambos sin for­ma­ción en medicina.

Antes de anun­ciar la pos­ter­ga­ción de la lici­ta­ción de las vacu­nas Bol­so­na­ro se reu­nió el mar­tes con Pazue­llo, quien ha decla­ra­do que su fun­ción en la car­te­ra es la de com­por­tar­se como un mili­tar, obe­de­cer órde­nes de su supe­rior sin cuestionarlas.

Lue­go de la reu­nión, al dejar el Minis­te­rio de Salud, Bol­so­na­ro fue abu­chea­do por una ven­tie­na de per­so­nas, y algu­nos le gri­ta­ron «ase­sino».

Sin embar­go, la obe­dien­cia debi­da del gene­ral en ejer­ci­cio Pazue­llo y del coro­nel reti­ra­do Elcio Fran­co, no sería res­pal­da­da por una par­te de la cúpu­la del Ejér­ci­to, que man­tie­ne su res­pal­do al gobierno, no hay dudas de ello„ pero sin hacer­lo a libro cerrado.

Según el canal CNN-Bra­sil, habría sec­to­res del gene­ra­la­to preo­cu­pa­dos ante la ven­ta­ja obte­ni­da por Argen­ti­na en la carre­ra de la vacu­na, y esta­rían pre­sio­nan­do para que el capi­tán-pre­si­den­te se deje de dila­cio­nes. Tras­cen­di­dos simi­la­res fue­ron publi­ca­dos en otros medios.

Itu­rria /​Fuen­te

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