En el día de ayer el Capitolio estadounidense fue asaltado por grupos de la alt-right en plena proclamación de Joe Biden como nuevo presidente. Desde Nación Andaluza queremos hacer, de forma apresurada, algunas reflexiones sobre los acontecimientos recientes en la decadente potencia imperialista:
1º El capitalismo en su actual fase imperialista senil se encuentra en un momento de crisis. Una crisis que es manifestación de la agudización de sus contradicciones y cuya consecuencia es la actual decadencia de la hegemonía estadounidense. Manifestación de esta crisis es el ascenso de las corrientes políticas de extrema derecha que aspiran a una fuerte jerarquización social para conseguir una mayor eficiencia económica que mantenga el crecimiento de las tasas de ganancia de la burguesía, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo. Este ascenso del autoritarismo es una necesidad de la oligarquía para aplicar las políticas económicas que necesita y evidencia la incapacidad de la socialdemocracia ‑no sólo en Estados Unidos sino en buena parte del planeta- de estabilizar al capitalismo decadente y perpetuar la explotación de la clase trabajadora. Todo ello ya lo decíamos el pasado mes de julio, en el análisis de coyuntura aprobado por la XV Asamblea Nacional de Nación Andaluza (https://nacionandaluza.files.wordpress.com/2020/08/estrategias-y-tacticas-xv-20.pdf).
2º El espectáculo de tolerancia y consentimiento hacia la extrema derecha estadounidense que vimos ayer contrasta con la dura represión desplegada contra el movimiento Black Lives Matter o la persecución del movimiento antifascista. Esto nos lleva a una reflexión que es válida no sólo en Estados Unidos sino en cualquier Estado capitalista: las instituciones no son neutrales. Es decir los parlamentos, las Fuerzas Armadas, los jueces de cualquier Estado burgués están ahí para asegurar y prolongar el dominio de la oligarquía y la explotación de la clase obrera. Tanto en América como en Andalucía. Los acontecimientos de ayer en el Capitolio constituyen otro aviso al Pueblo Trabajador Andaluz del carácter de clase de las instituciones burguesas. No hemos de dejarnos engañar por aquellas que afirman que puede haber “una España mejor” ‑un Ejército, unos jueces o una policía españoles- para Andalucía puesto que esas instituciones han sido creadas para asegurar nuestra explotación.
3º Los problemas internos del imperialismo y su desestabilización es una buena noticia para los pueblos del mundo. Ahora más que nunca es el momento de exponer y llevar al Pueblo Trabajador Andaluz la relación entre las distintas formas políticas de dominación burguesa. El presidente entrante J. Biden y la ultraderecha que comanda D. Trump son expresiones de esta dominación. Ninguno de ellos ofrecerá una vida libre de explotación a la clase obrera estadounidense. No representan modelos distintos sino diferentes formas de dominio burgués.
4º No obstante, entendemos que no hay que banalizar lo que está ocurriendo ni ridiculizar el ascenso de la expresión política más cruel de la burguesía mundial – la extrema derecha y el autoritarismo – que está demostrando gran capacidad de atracción en las capas populares. Pero tampoco recurrir a fórmulas apresuradas y ya fracasadas de tipo frentepopulistas que pongan al proletariado andaluz bajo la dirección política de la socialdemocracia pequeñoburguesa. La única fuerza que puede hacer frente al neofascismo es un gran bloque popular antifascista que denuncie tanto a la extrema derecha como al capitalismo imperialista y a los monopolios como las expresiones económicas y sistémicas de la explotación burguesa. No es renunciando a nuestros principios como venceremos a la extrema derecha, sino exponiéndolos como la única alternativa real a la explotación capitalista del Pueblo Trabajador (Andaluz en nuestro caso).
Desde Andalucía, en este extremo occidental del mar Mediterráneo, lanzamos un fuerte mensaje de solidaridad y apoyo a toda la izquierda revolucionaria que opera en los Estados Unidos en unos momentos nada fáciles para desarrollar su trabajo en pos de la emancipación de los pueblos originarios, las minorías nacionales y la clase obrera estadounidense.
¡Andalucía libre de neofascismo!
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 7 de enero de 2021.
Carlos Ríos
Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).
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