Este viernes, las fuerzas israelíes dispararon gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes que participaban en una protesta en la aldea de Deir Jarir, al este de la ciudad de Ramallah, para desafiar las políticas de apropiación de tierras del régimen de Tel Aviv.
Al menos cinco personas resultaron heridas por balas y decenas de otras tuvieron dificultad para respirar debido a la inhalación de gas lacrimógeno.
Los enfrentamientos se produjeron después de que las fuerzas israelíes intentaron dispersar a los manifestantes que se oponían a una nueva unidad de asentamiento, construida en la aldea el 23 de diciembre.
Según Press TV , las fuerzas israelíes también atacaron a algunos periodistas que cubrían las protestas.
Más de 600.000 israelíes viven en más de 230 asentamientos construidos desde la ocupación de los territorios palestinos en Cisjordania y al-Quds en Jerusalén Este en 1967.
Alentado por las políticas anti-palestinas del expresidente estadounidense Donald Trump, Israel ha intensificado sus actividades de expansión de asentamientos desafiando la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que establece que los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este son “una flagrante violación del derecho internacional”.
Fuente: Abril Abril /RT
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