Resumen Medio Oriente /26 de enero de 2021 – Israel demuele a diario casas y estructuras palestinas, como un medio para lograr el “control demográfico” de los territorios ocupados. El lunes demolieron un rancho de caballos en Marj al-Anati, y entregaron sendas notificaciones de destrucción de viviendas familiares en Asira ash-Shamaliya y Zanouta.
Al noreste de la ocupada ciudad de Jerusalèn, en el área de Marj al-Anati, en Jerusalèn, las fuerzas militares israelíes destruyeron un rancho de caballos, que pertenece a la familia al-Natsheh.
Avisos de demolición
En las aldeas de Asira ash Shamaliya, al norte de Nablus y en la ciudad de Zanouta, cerca a Hebròn, las autoridades invasoras israelíes notificaron a varios residentes la inminente demolición de sus propiedades.
El alcalde de Asira ash-Shamaliya, Hazem Yassin, dijo que las fuerzas israelíes allanaron la aldea y le entregaron a Mohammad al-Sholi un aviso para demoler su edificio residencial de siete pisos y también avisos a Nabil y Bader Hamadneh para que demolieran sus casas.
Yassin dijo que las estructuras programadas para demolición están ubicadas en el Área C, pero aún dentro del plan maestro de la aldea, al tiempo que afirmó que los propietarios obtuvieron las licencias de construcción necesarias del municipio.
Advirtió, que si se lleva a cabo la demolición, 12 familias serán desplazadas y se producirán pérdidas materiales a los propietarios e inquilinos de las cinco tiendas en el primer piso del edificio.
En la aldea de Zanouta, al sur de la ciudad de Hebrón, en el sur de Cisjordania, doce familias fueron notificadas por el gobierno militar israelì de la demolición de sus viviendas, junto con la clínica de la aldea y el edificio del concejo.
El mes pasado, Israel informó a otras 12 familias de la misma aldea de la demolición de las tiendas en las que vivían con sus familias.
Zanouta, una comunidad de 150 personas (27 familias) es el objetivo de Israel después de que se construyera el asentamiento ilegal de Shamaa junto a ella. Ahora buscan expandir el asentamiento colonial.
Sistemáticamente, Israel niega los permisos de planificación para que los palestinos construyan en su propia tierra o amplíen las casas existentes para adaptarse al crecimiento natural, particularmente en Jerusalén y el Área C, que constituye el 60 por ciento de la Cisjordania ocupada y está bajo el pleno dominio militar israelí, lo que obliga a los residentes a construir sin obtener permisos raramente otorgados para proporcionar refugio a sus familias.
Por el contrario, Israel sostiene que es necesario construir dentro de los asentamientos coloniales existentes para adaptarse al “crecimiento natural” de los colonos. Por lo tanto, otorga permisos de construcción a más de 700.000 colonos judíos israelíes allí y les proporciona carreteras, electricidad, agua y sistemas de alcantarillado que siguen siendo inaccesibles para muchos palestinos vecinos.
(Con información y foto de la Agencia de Noticias WAFA – Palestinahoy.com)