Por Jorge Falcone, Resumen Latinoamericano, 31 de enero de 2021
Crxs. de lucha adscriptxs a los organismos de DDHH de la República Argentina
De mi mayor consideración
Hay una palabra que nuestra militancia conoce de memoria, y que desde la segunda mitad de los años 70 ha recorrido el mundo sin traducción alguna, como una siniestra marca registrada de origen local: DESAPARECIDX.
Quien escribe estas líneas padeció su efecto devastador sobre las ¾ partes de su familia nuclear.
Y desde la recuperación del orden constitucional – más allá de su doble intencionalidad subyacente, que oportunamente pretendió dar por canceladas simultáneamente la etapa de los gobiernos de facto como la de las experiencias revolucionarias en nuestro país -, hay una consigna que ya forma parte del más caro patrimonio ético de la sociedad argentina: NUNCA MÁS.
Como es de dominio público, mi hermana María Claudia Falcone fue secuestrada el 16 de Septiembre de 1976 en la llamada “Noche de los Lápices”, torturada, violada y ejecutada por la dictadura militar, ejerciendo su legítimo derecho a resistir contra un proyecto oligárquico – imperialista de destrucción nacional.
Salvando las discutibles diferencias institucionales entre aquel gobierno de facto y esta seudodemocracia represora que hoy oprime al pueblo paraguayo, como su compatriota Carmen Elisabeth Oviedo Villalba, mi hermana era menor de edad y orgulloso fruto de un hogar de luchadorxs.
Desde la restauración de la democracia en curso, es una constante que todas las primaveras el movimiento estudiantil en particular y la juventud de nuestro país en general rindan tributo a lxs compañerxs de mi hermana y a su memoria.
Es cierto: Todavía ningún émulo de Oliver Stone o “Pino” Solanas se ha dignado a llevar a la pantalla el crimen de lesa humanidad perpetrado en tierra guaraní a principios de otro septiembre – el de 2020 – por las Fuerzas de Tareas Conjuntas del Ejército Paraguayo contra las niñas argentinas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, de 11 años de edad, circunstancia a consecuencia de la cual fue detenida su tía Laura y desaparecida la niña Carmen Elizabeth (“Lichita”), de 14 años, herida en una pierna, cuando procuraban conocer a padres y parientes en lucha, siendo ajenas al enfrentamiento en curso entre el gobierno de Mario Abdo Benítez y las fuerzas campesinas insurgentes que reclaman tierra para vivir y producir lo que consumen.
Frente a hechos tan aberrantes como estos, durante nuestros años de plomo una parte de la sociedad argentina miró para otro lado y guardó silencio escudándose en la sórdida frase “algo habrán hecho”.
Haciendo causa común con las consignas al pie, los organismos de DDHH de la República Argentina tienen una nueva oportunidad de contribuir a ennoblecer a la sociedad a la que se deben:
¡DEVUELVAN A LICHITA!
JUSTICIA POR LILIAN Y MARÍA CARMEN
REFUGIO PARA LA FAMILIA VILLALBA
Jorge D. Falcone
DNI 10.951.799