Por Laly Machado, Resumen Latinoamericano, 14 de febrero de 2021.
foto: Menem con su ministro de Economía Cavallo.
Pienso en Menem y recuerdo a mi vieja en el trueque buscando comida, la larga cola en la casa de la manzanera (por el 1⁄2 litro de leche Martona y un pedazo de pan), la zapatilla de Ruckauf, la desocupación, los remises, taxis, kioscos, chinos… El papá de mi compañera que la llevaba a al escuela vestido con overol y un día apareció en carro. El impacto que eso me generó.
Pienso en los ’90 y recuerdo los llantos de madres. Las ferias de cualquier cosa. Las marchas, Tinelli, Moria Casán, Susana Giménez, quemándole la cabeza a una niñez que sobrevivía sola en los ranchos, porque las madres y padres estaban pechando la vida en la calle. También en Duhalde, Caballo. El pago al FMI!
La violencia que crecía, la desesperación, las relaciones carnales con los yanquis, la teoría del fin de la historia, la de los dos demonios…
Pienso en Menem y pienso en los K que desde el Sur aplaudían como monos las políticas neoliberales, de entrega.
Pienso en Cutral Có, Tartagal, Mosconi, Santiago, Tucumán, Rosario… Pejotas reciclados, radicales útiles, dispuestos todos a que nada cambie. Inevitablemente pienso en diciembre del 2001. Porque ahí empezamos a militar muchas y muchos!!! No nos inspiró la muerte de otro menemista, nos motivo y partió la cabeza ver al Pueblo en rebelión, prendiendo fuego todo, poniendo límites, escrachando la injusticia. Por eso militamos y vamos por más que eso.
Porque este sistema de injusticias sigue en pie, porque el pejotismo/macrismo y el radicalismo/macrismo se sigue reciclando, porque la deuda se sigue pagando, porque la corrida de que la crítica le hace el juego a la derecha es permanente y pretende dejarnos rumiar bronca, tragar sapos, legitimar inmoralmente el sometimiento y hambre de los nuestros.
Pienso en Menem y pienso que en esencia no ha cambiado nada, aunque una catarata de discursos planos nos hablen de las dádivas estatales…
Pienso en Menem y pienso en que mucho esta igual, pero ya nos somos niños, somos hombres y mujeres hijos de 2001… Pienso en la rebelión y en la obligación de no dejarnos cagar más.
Que esta democracia no existe, que hay hambre.
Pienso en la rebelión, en el 2001 y que se mueran todos, porque irse, por las buenas no se van a ir.
Aunque la muerte no siempre es justicia… Brindo sobre los cadáveres de quienes someten a mi pueblo.
*Olla Popular «Solo el pueblo salvará al pueblo»