Por Camilo Katari, Resumen Latinoamericano, 18 de febrero de 2021.
El pensamiento colonial como discurso de poder, no se ha detenido en las formas, por eso hoy tenemos a un expresidente mostrado de “intelectual” de cometer la torpeza de un estudiante escolar, confundir Estado con gobierno.
En su afán de mantener vigencia Carlos Mesa, se hizo eco de una idea surgida en la cabeza de uno de sus operadores políticos e inmediatamente en las redes llovieron los mensajes “patrióticos” de “salvar la república y del intento de anular el escudo nacional”. Una vez más los actos irracionales motivados por el “habitus colonial”, pretende generar un clima de rebelión, repitiendo la fórmula del año 2019.
Sabemos que el punto de partida de toda acción golpista parte de las emociones, como el odio y la frustración, acentuados en el bloque social colonial, después de la victoria electoral del MAS-IPSP en octubre pasado.
La narrativa colonial tiene sus efectos, tiene eficientes estrategas y la red de medios que se ocupan de su distribución y sus representantes incrustados en organizaciones como los colegios de profesionales, las universidades y hasta en el actual gobierno.
Son la “intelligentsia” que se dedica a organizar huelgas, realizar declaraciones, motivar a los estudiantes universitarios mediante el chantaje, en síntesis a continuar la batalla perdida en agosto del año 2020.
No importa el ridículo como lo demuestra el señor Mesa, no importa poner en peligro la vida de bolivianos y bolivianas, con una huelga de médicos, no importa paralizar la economía, el bloque colonial busca, afanosamente, crear el clima de descontento general para obligar un repliegue del gobierno de Arce.
Los operadores de esta estrategia se encuentran en todo lugar, con nodos centrales como el caso del “cabildo digital” que no para en su perorata de “fraude” sus protagonistas han montado un show, que encandila incluso a militantes del MAS. Igual papel asume una presentadora radial que hace “barricadas” a la democracia y a lo que puede, dado el carácter anarquista occidental de su militancia.
¿Cómo frenar esta maquinaria de la muerte? Tiene que quedar claro que el pensamiento colonial es la destrucción de los “salvajes” e imponer su discurso “civilizado”. El racismo es su único pensamiento, por ello su actuar es irracional.
Entonces, la respuesta es fortalecer la identidad cultural de los pueblos y el salto cualitativo que significó el convertirse en un actor político e ideológico que le disputa el poder a los “doctorcitos de Charcas” cuyo máximo representación es Carlos Mesa, que fue a buscar su abolengo a un pueblo en España.
Estamos en plena disputa del poder, el bloque social colonial no da tregua y trabaja en los bajos mundos y en los bajos instintos, con todas las armas a su alcance. Seríamos ingenuos al pensar que dejarán que el IPSP-MAS gobierne, que la democracia (aunque liberal) sea el sistema de convivencia, están dispuestos a todo: esa es su historia universal.
En estos pocos días que faltan para un nuevo veredicto popular, los candidatos del MAS, deben fortalecer la confianza del pueblo, deben responder a la fuerza antigolpista que se acumuló en la resistencia, no se trata de seguir la agenda que marcan los medios, estamos obligados a poner el acento en el carácter político de poder que tiene el MAS-IPSP, en el horizonte histórico por el que muchas vidas se han perdido.
No se trata de agradar al enemigo para que piadosamente, nos deposite su voto, se trata de fortalecer el coraje del pueblo y hacer ondear las banderas del amanecer.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino