Colom­bia. Un mini plan Z – Pro­pa­gan­da con­tra el ELN

Por Cris­ti­na Torres y Cami­la Her­nán­dez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de febre­ro de 2021.

A la memo­ria de Javier Pas­cual, inter­na­cio­na­lis­ta, compañero

I. Un ante­ce­den­te: Chile

“Fue una gran manio­bra de gue­rra sico­ló­gi­ca… Cuan­do vi el Libro Blan­co que con­tie­ne el Plan Z, no me intere­so mirar­lo por­que reco­no­cí que eran pape­les y fotos que había vis­to con pos­te­rio­ri­dad al 11 de sep­tiem­bre en el Minis­te­rio de Defen­sa. Eran todos los docu­men­tos que se habían jun­ta­do en todos los alla­na­mien­tos en las sedes de los par­ti­dos polí­ti­cos en San­tia­go. Esta­ban en una pie­za lle­na de fotos de actas de los par­ti­dos mar­xis­tas. De allí se debe haber selec­cio­na­do un mate­rial espe­cial… Yo ten­go la impre­sión que la gen­te encar­ga­da de las ope­ra­cio­nes de inte­li­gen­cia dis­cer­nie­ron que era con­ve­nien­te gene­rar un ele­men­to de jus­ti­fi­ca­ción del pro­nun­cia­mien­to mili­tar para con­ven­cer a la pobla­ción civil que los habían sal­va­do. Enton­ces, se hizo este libro y se pro­du­jo —inclu­so— un efec­to social… Este libro, le repi­to, es pro­duc­to de una cam­pa­ña de gue­rra sicológica”.

Son pala­bras de Fede­ri­co Willoughby-Mac­Do­nald, pri­mer voce­ro de la dic­ta­du­ra mili­tar chi­le­na. El lec­tor pue­de visi­tar Wiki­pe­dia u otras fuen­tes de enci­clo­pe­dia vir­tual. Con­sul­tar qué fue tan­to el Plan Zeta como el Libro blan­co del cam­bio de gobierno en Chile.

El resu­men auto­ri­za­do lo dio la pro­pia CIA y el Infor­me Hin­chey del Sena­do de Esta­dos Uni­dos: los mili­ta­res chi­le­nos, Pino­chet a la cabe­za, que fue­ron res­pal­da­dos por los EE.UU., para jus­ti­fi­car el gol­pe de Esta­do del 11 de sep­tiem­bre de 1973, con­fec­cio­na­ron una ope­ra­ción de gue­rra psi­co­ló­gi­ca y de pro­pa­gan­da negra, con­sis­ten­te en acu­sar a Sal­va­dor Allen­de y a orga­ni­za­cio­nes de izquier­da, ase­ve­ran­do que con el apo­yo de Cuba, se iban a pre­pa­rar aten­ta­dos con­tra polí­ti­cos y man­dos de las fuer­zas arma­das, así como a sus fami­lia­res. De esta mane­ra el derro­ca­mien­to de Allen­de habría sido en “defen­sa” pro­pia, para “pre­ve­nir la vio­len­cia marxista”.

II. Una sede: Cuba

Pablo Bel­trán, coman­dan­te del ELN, uno de los cin­co miem­bros del Coman­do Cen­tral, se halla en Cuba des­de mayo de 2018. Un par de meses des­pués arri­bó a la isla el pri­mer coman­dan­te de esa orga­ni­za­ción insur­gen­te, Nico­lás Rodrí­guez Bau­tis­ta. Esta­ban en un pro­ce­so de con­ver­sa­cio­nes de paz con el gobierno de San­tos, quien en agos­to siguien­te ter­mi­nó su pre­si­den­cia. Para que eso fue­ra posi­ble, para que arri­ba­ran los gue­rri­lle­ros, se requi­rió por escri­to auto­ri­za­cio­nes del gobierno colom­biano. De ese modo, diplo­má­ti­cos norue­gos, cuba­nos, vene­zo­la­nos, bra­si­le­ros y chi­le­nos acom­pa­ña­ron su lle­ga­da y la segu­ri­dad tan­to de los dos diri­gen­tes, como del con­jun­to de la Dele­ga­ción de Diá­lo­gos de esa orga­ni­za­ción. En ese momen­to esta­ban actuan­do como Garan­tes cin­co paí­ses (siguien­do ins­truc­cio­nes de la dere­cha inter­na­cio­nal, Lenin Moreno ya había hecho su giro polí­ti­co en abril de 2018 y orde­nó a Ecua­dor reti­rar­se como tal).

Se ins­ta­ló la Mesa de con­ver­sa­cio­nes en la nue­va sede, dan­do con­ti­nui­dad a un pro­ce­so ini­cia­do muchos años antes. Res­pe­tan­do reglas para ese inten­to. Todo eso es nor­mal. Suce­de por lo gene­ral sin con­tra­tiem­pos. Entre dos par­tes que, sin dejar el enfren­ta­mien­to mili­tar, pues no esta­ba vigen­te nin­gu­na obli­ga­ción de cese al fue­go, bus­ca­ban dia­lo­gar para avan­zar en una sali­da nego­cia­da. En el caso del ELN y el Esta­do colom­biano, en mar­zo y abril de 2016 en Cara­cas, se fir­ma­ron esos com­pro­mi­sos solem­nes ante esos gobier­nos que actua­ron como tes­ti­gos, no sólo una Agen­da de diá­lo­gos, un acuer­do, sino tam­bién varios pro­to­co­los para hacer posi­ble esa explo­ra­ción. Uno de esos pro­to­co­los pre­vé que decla­ra­da la rup­tu­ra de los diá­lo­gos, se pro­ce­día al regre­so segu­ro de dicha comi­sión polí­ti­ca de la gue­rri­lla. Se ha hecho siem­pre así. Entre enemi­gos. Pero con honor.

El pac­to en el que así cons­ta es un ins­tru­men­to de dere­cho inter­na­cio­nal, ampa­ra­do por nor­mas huma­ni­ta­rias, es mate­rial­men­te un acuer­do espe­cial que no pue­de que­bran­tar­se. Noam Chomsky, Fede­ri­co Mayor Zara­go­za, Adol­fo Pérez Esqui­vel y más de cien inte­lec­tua­les, juris­tas, aca­dé­mi­cos y escri­to­res han pedi­do res­pe­to a ese deber inter­na­cio­nal. El Esta­do colom­biano bajo nin­gu­na razón o pre­tex­to pue­de vio­lar esa dis­po­si­ción ni indu­cir, con­du­cir o for­zar a Cuba ni a otro país a des­co­no­cer y bur­lar esos principios.

Cuba lo sabe. Tie­ne una diplo­ma­cia de gran valía. Sabe que no es peón ni del gobierno colom­biano, ni de los Esta­dos Uni­dos; que lo que hay en Colom­bia es una con­fron­ta­ción arma­da; que por ello ha ser­vi­do para pro­ce­sos de paz. Tan­to con las FARC como con el ELN. Sabe tam­bién que no pro­ce­de apli­car las cláu­su­las o meca­nis­mos de la Inter­pol, cuyo tra­ta­do impi­de a los Esta­dos par­tes impli­car­se en un con­flic­to arma­do interno, ni con­tri­buir a la per­se­cu­ción de deli­tos polí­ti­cos. Cuba sabe que el ELN es un ejér­ci­to revo­lu­cio­na­rio, que los actos de sus inte­gran­tes hacen par­te de la rebe­lión, que es un recur­so uni­ver­sal de los pue­blos ante la opre­sión; sabe que las accio­nes insur­gen­tes, sien­do deli­tos polí­ti­cos, no pue­den ser moti­vo para extra­di­tar­los o dete­ner­los. Ade­más de lle­gar a cons­ti­tuir una abe­rra­ción his­tó­ri­ca, éti­ca y polí­ti­ca, una con­tra­dic­ción en la dig­ni­dad de los revo­lu­cio­na­rios cuba­nos, sería por supues­to un cri­men inter­na­cio­nal, lla­ma­do Per­fi­dia. Cuba sabe tam­bién que la Dele­ga­ción de Diá­lo­gos del ELN está estric­ta­men­te en labo­res polí­ti­cas y diplo­má­ti­cas, de con­tac­tos y comu­ni­ca­cio­nes para la bús­que­da de esce­na­rios de paz.

III. Un tea­tro: la caver­na de Duque

Inten­tar aho­ra pre­sio­nar a Cuba, como lo hace el gobierno y la caver­na de Duque, para que ade­más de car­ce­le­ra sea esa nación cari­be­ña lo que en el argot poli­cial ven­dría a ser una espe­cie de dela­tor, es una fal­ta de res­pe­to total. Y es deli­rio o enajenación.

El gobierno colom­biano no sólo no sabe de esa míni­ma decen­cia, sino que inclu­so sus fun­cio­na­rios encar­ga­dos de lidiar con estas cues­tio­nes, sen­ta­dos en sus pol­tro­nas ganan­do gran­des suel­dos, care­cen de las bási­cas con­di­cio­nes mora­les e inte­lec­tua­les o de ido­nei­dad pro­fe­sio­nal. Medi­na Galle­go, un ana­lis­ta de estos asun­tos, seña­ló hace unos días el extre­mo de la estu­pi­dez del alto comi­sio­na­do para la paz, Miguel Ceba­llos, cuyas papa­rru­cha­das no tie­nen lími­tes. Dice: se irá de ese car­go como el fun­cio­na­rio más inep­to pues­to al fren­te de un tema tan impor­tan­te como la paz del país. De Ceba­llos cir­cu­lan ya valo­ra­cio­nes sobre su deni­gran­te con­di­ción y papel.

El coman­dan­te Bel­trán aca­ba de rea­li­zar una serie de entre­vis­tas tras una agi­ta­da sema­na de noti­cias que seña­la­rían que el ELN pre­pa­ra­ba un aten­ta­do en Bogo­tá. Este jefe gue­rri­lle­ro ha deja­do cla­ro que la infor­ma­ción que en esa ciu­dad reci­bió el Emba­ja­dor cubano, José Luis Pon­ce, era fal­sa, enve­ne­na­da, tóxi­ca, o sea que no corres­pon­de a algo cierto.

Siguien­do la este­la de Ceba­llos, de par­te de sus cola­bo­ra­do­res, y cómo tie­ne a su dis­po­si­ción el gobierno bajo apre­mio judi­cial a Fran­cis­co Galán o Feli­pe Torres, deser­to­res del ELN, cono­ce­do­res en par­te del dis­cur­so insur­gen­te y capa­ces de pres­tar­se al dise­ño de pro­pa­gan­da negra o gris con­tra sus ex com­pa­ñe­ros, o sen­ci­lla­men­te otros ana­lis­tas o agen­tes de los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia, es muy pro­ba­ble que estu­vie­ran detrás las manos del alto comi­sio­na­do, no sólo en la con­fec­ción de un docu­men­to apó­cri­fo en el que se basó el dia­rio El Tiem­po para decir que el ELN está frac­tu­ra­do y con­ta­mi­na­do de nar­co­trá­fi­co, sino en el que se apun­ta que esa gue­rri­lla simu­la­ría un pro­ce­so de paz úni­ca­men­te para bus­car que regre­se al país su Dele­ga­ción plan­ta­da en Cuba.

De hecho, el expre­si­den­te colom­biano Ernes­to Sam­per en un men­sa­je muy cla­ro da en el pun­to que expli­ca esta anda­na­da: “La acti­tud de Cuba de com­par­tir infor­ma­ción sobre posi­bles accio­nes de un fren­te del ELN es ges­to amis­to­so que con­tras­ta con pér­fi­da deci­sión de Colom­bia al pedir extra­di­ción da los nego­cia­do­res del ELN para jus­ti­fi­car la deci­sión de Trump de con­si­de­rar a Cuba país terro­ris­ta /​El Con­se­je­ro para la Gue­rra Ceba­llos se ras­ga las ves­ti­du­ras por­que Biden está revi­san­do la equi­vo­ca­da polí­ti­ca de incluir a Cuba en la lis­ta de paí­ses terro­ris­tas por­que Colom­bia pidió en extra­di­ción a los nego­cia­do­res del ELN que están allí”.

El Emba­ja­dor Pon­ce es un vete­rano diplo­má­ti­co cubano. Pero, cier­ta­men­te, como se ha dicho, la infor­ma­ción reci­bi­da por él, no obs­tan­te su expe­rien­cia, asal­tó su bue­na fe y bon­dad. Le enga­ña­ron. Que lle­ga­ra a tra­vés de algún par­la­men­ta­rio de la ban­ca­da de izquier­da, por ejem­plo, o de alguien de mucha con­fian­za para la Emba­ja­da, sig­ni­fi­ca no sólo inge­nui­dad, pre­ci­pi­tud, lige­re­za e irres­pon­sa­bi­li­dad de algu­nos en Colom­bia, azu­za­dos por una obse­sión con­tra­in­sur­gen­te, sino la capa­ci­dad tétri­ca que hace posi­ble que se ges­ten y cir­cu­len fake news para así ser­vir a la ambien­ta­ción de aten­ta­dos que lue­go se endil­ga­rían al ELN, y la per­ver­sión que carac­te­ri­za al actual gobierno dis­pues­to al empleo de todos los tipos de pro­pa­gan­da que se usan en la gue­rra, apun­tan­do así a la vul­ne­ra­bi­li­dad, ino­cen­cia o mani­pu­la­ción de otros.

Duque inten­tó derri­bar a Madu­ro, acu­sán­do­le entre otras cosas de pro­te­ger al ELN; no pudo. Bus­có pre­sio­nar a Cuba para que entre­ga­ra a los dele­ga­dos del ELN; no lo logró. Qui­so empren­der una bata­lla jurí­di­ca y polí­ti­ca bus­can­do alia­dos en esta que­re­lla; la per­dió sin dar­la, se que­dó sólo con Trump. Pre­ten­dió impo­ner unas con­di­cio­nes inacep­ta­bles para el ELN como si fue­ra una insur­gen­cia derro­ta­da mili­tar y moral­men­te; no ha con­se­gui­do nada. Todo le ha resul­ta­do un fias­co. Aho­ra, tras la sali­da de Trump, y al ver que ter­mi­na­rá su man­da­to sin nin­gún resul­ta­do estra­té­gi­co, como sí lo logró San­tos al des­mo­vi­li­zar y des­mo­ro­nar a las FARC, hecha hoy papi­lla, bus­ca Duque, fren­te a la úni­ca orga­ni­za­ción rebel­de que exis­te, y cre­ce, no inten­tar un pro­ce­so serio de paz, no atre­ver­se en una sen­da nece­si­ta­da por el país, sino ensa­yar lo que su alu­ci­na­ción le per­mi­ta: una paya­sa­da, un show, un aten­ta­do, hacer más tur­bio un río ya revuel­to con ganan­cia de pes­ca­do­res ávi­dos de votos en 2022…

IV. Los test-aferros

Sin embar­go, el pro­ble­ma no es sólo el régi­men de Duque, sino la fal­ta de luces, madu­rez y cohe­ren­cia de una par­te impor­tan­te de quie­nes, en dis­tin­tos espa­cios o esta­men­tos, que­rien­do que se con­ti­núe en un ensa­yo de paz y que el ELN acep­te sumi­sa­men­te el mis­mo libre­to que se apli­có con las FARC, en la prác­ti­ca son tes­ta­fe­rros, que­dan con­ver­ti­dos en ven­trí­lo­cuos, en per­so­nas que se pres­tan como títe­res de otras sien­do mani­pu­la­das para que sean ellas las que sean la cara visi­ble, en este caso de una patra­ña. Los hechos de estos días así lo reve­lan. Demues­tran que no sólo a Duque le fal­tan capa­ci­da­des o miras, esta­tu­ra his­tó­ri­ca e inte­li­gen­cia, sino que algu­nos acto­res polí­ti­cos y de opi­nión están cega­dos por esa obse­sión antiguerrillera.

Iván Cepe­da, un sena­dor com­pro­me­ti­do con la paci­fi­ca­ción, faci­li­ta­dor de paz del gobierno San­tos, per­so­na cuer­da y mode­ra­da, no se atie­ne al Memo­rán­dum de Cuba en el que se habla de un supues­to o hipo­té­ti­co “ata­que mili­tar” del ELN. No. Cepe­da va más allá, le pudo más su pro­ta­go­nis­mo, como si tuvie­ra más datos. Argu­men­tó apre­su­ra­da­men­te que lo hecho por Cuba es mues­tra de su no tole­ran­cia con el “terro­ris­mo”, al refe­rir­se al hecho “terro­ris­ta” del ELN que se evi­ta­ría con la entre­ga de esa infor­ma­ción al gobierno Duque ¿Un con­tra­sen­ti­do de este legis­la­dor? ¿Es esa su cohe­ren­cia? Tie­ne que saber que el len­gua­je que usa cuen­ta en la médu­la de este pro­ble­ma ¿Dón­de está su con­de­na públi­ca por el uso de explo­si­vos cuan­do en mayo de 2020, en ple­na pan­de­mia, el Esta­do colom­biano bom­bar­deó con dos tone­la­das de car­ga el cam­pa­men­to don­de se halla­ba Ale­jan­dro Mon­to­ya, inte­gran­te de la Dele­ga­ción de Diá­lo­gos del ELN? ¿Dón­de senador?

Como su cole­ga par­la­men­ta­rio Roy Barre­ras, que de mili­tar en la extre­ma dere­cha del uri­bis­mo para­mi­li­tar y mafio­so, ha veni­do cam­bian­do con­ve­nien­te­men­te cada dos años de cha­que­ta bus­can­do votos y maqui­na­rias, estan­do aho­ra en posi­cio­nes polí­ti­cas de cen­tro, des­de dón­de, como si fue­se un man­do del ELN, bra­vu­co­na­men­te exi­ge cuen­tas a esta orga­ni­za­ción insurgente[9]. De la mis­ma mane­ra otros, sin tener para ello la sufi­cien­te auto­ri­dad moral, al no haber un hecho con­cre­to qué juz­gar como tal, deján­do­se lle­var por el arras­tre de las fake news, del len­gua­je con­tra­in­sur­gen­te o de la pro­pa­gan­da gris, a la que sir­ven como mario­ne­tas úti­les, repro­du­cien­do la cali­fi­ca­ción que usa Duque de ante­mano para negar­se a un pro­ce­so de paz.

Cabe seña­lar en esta reve­la­do­ra coyun­tu­ra a la pren­sa del blo­que domi­nan­te, que en estos días vol­vió a hacer gala de su rela­ción ser­vil e inde­co­ro­sa con los intere­ses más obtu­sos que siguen sin com­pren­der que el ELN es una gue­rri­lla rebel­de, que se rige por sus esta­tu­tos y por el dere­cho huma­ni­ta­rio; que reta el mono­po­lio de la fuer­za esta­tal; que tie­ne sus pro­pias nor­mas y que por lo tan­to no acep­ta los dic­ta­dos de su enemi­go a la hora de con­si­de­rar qué es líci­to o legí­ti­mo en la gue­rra de gue­rri­llas y si el ELN tie­ne o no línea o uni­dad de man­do. Ya Bel­trán ha expli­ca­do has­ta la sacie­dad que exis­te un alza­mien­to arma­do legí­ti­mo, y que, estan­do en con­flic­to con las eli­tes, la tarea de la Dele­ga­ción en Cuba es bus­car y espe­rar con­ver­sa­cio­nes de paz, ade­más de que lo que exis­te al inte­rior no son frac­cio­na­mien­tos sino divi­sión lógi­ca de fun­cio­nes como orga­ni­za­ción polí­ti­co-mili­tar que son.

Por últi­mo, rese­ñan­do a una perio­dis­ta, Patri­cia Lara, que en otra épo­ca se dis­tin­guía de la mana­da gue­rre­ris­ta de los medios ofi­cia­les, al comen­tar la situa­ción (a raíz de infor­mes de ONGs que deve­lan cómo el Esta­do fue inca­paz de infli­gir seve­ros gol­pes al ELN en estos últi­mos años), dice ella cómo el gobierno “salió a decir que ese no era un tema nue­vo” y que “reite­ra­ba su fir­me deci­sión “de des­man­te­lar” el Eln como “úni­co meca­nis­mo para pre­ve­nir que siga con sus actos terro­ris­tas en dife­ren­tes regio­nes del país””. Con­clu­ye Lara: “Eso esta­ría muy bien. Sin embar­go, en lo que va de la admi­nis­tra­ción Duque sola­men­te hemos vis­to que han caí­do un par de cabe­ci­llas y que se des­mo­vi­li­zó un gru­pi­to”… De nue­vo el len­gua­je. Están a la espe­ra de mejo­res y san­gran­tes resultados.

El ELN ha expli­ca­do: “Aler­ta­mos a la opi­nión públi­ca que las Fuer­zas Arma­das esta­ta­les están pla­nean­do rea­li­zar accio­nes terro­ris­tas con­tra la pobla­ción con el pro­pó­si­to de res­pon­sa­bi­li­zar al ELN, para inten­si­fi­car las pre­sio­nes inter­na­cio­na­les con­tra nues­tra Dele­ga­ción de Diá­lo­gos que se encuen­tra en Cuba”. No cabe duda que para ese fin los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia y pro­pa­gan­da del Esta­do colom­biano mon­ta­ron una ope­ra­ción psi­co­ló­gi­ca de la que han sali­do perdiendo.

Algo así como un mini plan Z con­tra el ELN, sabien­do que esta gue­rri­lla actua­ría o podrá actuar en cual­quier momen­to, no sien­do excep­cio­nal que lo hicie­ra en el mes de febre­ro para con­me­mo­rar la caí­da en com­ba­te del coman­dan­te y sacer­do­te Cami­lo Torres Res­tre­po (15 de febre­ro de 1966). Es posi­ble que esa gue­rri­lla actúe, pues no hay tre­gua pac­ta­da ni uni­la­te­ral. Qui­zá lo que hayan podi­do lograr los ges­to­res del plan­ci­to Z, es que el ELN con­ten­ga accio­nes mili­ta­res un tiem­po, o un tipo de ope­ra­cio­nes en cier­tos luga­res, pues como ha deja­do cla­ro, “El Gobierno de Duque ha infor­ma­do en varias opor­tu­ni­da­des que desa­rro­lla per­ma­nen­tes ope­ra­cio­nes mili­ta­res con­tra el ELN, por tan­to tene­mos igual dere­cho de actuar en el mis­mo sen­ti­do, ya que somos dos par­tes en este con­flic­to que lle­va más de medio siglo; suge­rir que el ELN “renun­cie al accio­nar mili­tar” es una inge­nui­dad que no podrán con­se­guir con mane­jos mediá­ti­cos, por­que esto debe con­cer­tar­se en una Mesa de Nego­cia­cio­nes con un com­por­ta­mien­to equi­va­len­te por par­te del Estado”.

Sien­do lo de estos días la pre­pa­ra­ción de una ope­ra­ción de fal­sa ban­de­ra, que­dan­do demos­tra­do su obje­ti­vo o la inten­cio­na­li­dad per­ver­sa del Esta­do colom­biano, por inca­pa­ci­dad para afron­tar un pro­ce­so de diá­lo­gos, ha ser­vi­do no obs­tan­te, todo este ejer­ci­cio al que die­ron rien­da suel­ta, como una suer­te de test, iden­ti­fi­can­do res­pues­tas, reac­cio­nes, len­gua­jes, expresiones…

Decía Albert Eins­tein: “La estu­pi­dez huma­na no tie­ne fron­te­ras, pero a los estú­pi­dos hay que poner­les límites”.

Itu­rria /​Fuen­te

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