Cuba. La cons­truc­ción es pico y pala, y tam­bién ciencia

Por René Tama­yo León, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de febre­ro de 2021. 

El Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca indi­có que el sec­tor de la cons­truc­ción debe plan­tear­se como accio­nes inme­dia­tas, que la cien­cia y la inno­va­ción estén en la pla­nea­ción estra­té­gi­ca como un área cla­ve, y desa­rro­llar cone­xio­nes entre cien­cia, inno­va­ción, for­ma­ción de poten­cial humano y desa­rro­llo local.

«Si quie­nes diri­gen los pro­ce­sos no tie­nen una cul­tu­ra de la inno­va­ción, no habrá inno­va­ción», sub­ra­yó el Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca en el encuen­tro con cien­tí­fi­cos e inves­ti­ga­do­res del sec­tor de la cons­truc­ción. Foto: Estu­dios Revolución

Los encuen­tros del Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca, Miguel Díaz-Canel Ber­mú­dez, con cien­tí­fi­cos y exper­tos de las más disí­mi­les áreas del cono­ci­mien­to –inclu­yen­do perió­di­cos inter­cam­bios en uni­ver­si­da­des y cen­tros de inves­ti­ga­ción – , han sido muy fre­cuen­tes des­de que ini­ció su man­da­to. Y serán más sis­te­má­ti­cos y recu­rren­tes a par­tir de ahora.

Son una nece­si­dad (la impo­ne la urgen­cia de estos difí­ci­les y com­ple­jos tiem­pos), pero tam­bién repre­sen­tan estra­te­gia de futu­ro. La ges­tión de Gobierno, basa­da en la cien­cia y la inno­va­ción, es en sí mis­ma una visión y un actuar innovadores.

Cons­ti­tu­ye uno de los tres pila­res del eje­cu­ti­vo nacio­nal, ade­más de la infor­ma­ti­za­ción (y den­tro de ella el gobierno elec­tró­ni­co –y el comer­cio «digi­tal» – ) y la comu­ni­ca­ción social. Y estos dos tam­bién son cien­cia constituida.

El valor «per se» que tie­ne pre­sen­tar pro­pues­tas de inno­va­ción a la direc­ción del país «en vivo y en direc­to» no admi­te dis­cu­sión. El sen­ti­do común indi­ca que hacer­lo supo­ne obli­ga­ción de imple­men­tar, barrien­do tra­bas y vie­jos hábitos.

Pero la prác­ti­ca lide­ra­da por el más­ter en Cien­cias Miguel Díaz-Canel Ber­mú­dez tam­bién debe indu­cir –por con­cien­cia, míme­sis o «impo­si­ción»– a un nue­vo méto­do de tra­ba­jo en todas las ins­tan­cias esta­ta­les, guber­na­men­ta­les y empre­sa­ria­les a esca­la nacio­nal, pro­vin­cial y municipal.

El man­da­ta­rio com­par­te por estos días una ponen­cia sobre el Sis­te­ma de Ges­tión de Gobierno, basa­do en la Cien­cia y la Inno­va­ción que debe apli­car­se en Cuba. Ofre­ció el aná­li­sis a direc­ti­vos minis­te­ria­les y a cien­tí­fi­cos e inves­ti­ga­do­res de la cons­truc­ción, y horas antes al con­se­jo de direc­ción y a exper­tos del ramo de ener­gía y minas. Y anun­ció que esta prác­ti­ca se gene­ra­li­za­rá hacia otros sec­to­res de la pro­duc­ción de bie­nes y servicios.

LADRILLO, PIEDRA Y CIENCIA

En la reu­nión del Jefe de Esta­do con cien­tí­fi­cos e inves­ti­ga­do­res de la cons­truc­ción, par­ti­ci­pa­ron el pri­mer minis­tro, Manuel Marre­ro Cruz, los vice pri­me­ros minis­tros Coman­dan­te de la Revo­lu­ción Rami­ro Val­dés Menén­dez e Inés María Chap­man Waugh, y los titu­la­res de Cien­cia, Tec­no­lo­gía y Medio Ambien­te, Elba Rosa Pérez Mon­to­ya, y de la Cons­truc­ción, René Mesa Villafaña.

Los repre­sen­tan­tes del Minis­te­rio de la Cons­truc­ción (Micons) expu­sie­ron que «apli­car cien­cia a la indus­tria cons­truc­ti­va y a la pro­duc­ción nacio­nal de mate­ria­les de la cons­truc­ción, para res­pon­der a deman­das inter­nas y sus­ti­tuir impor­ta­cio­nes, es prio­ri­dad hoy en Cuba».

Con­cep­tua­ron como obje­ti­vos de su pro­gra­ma de cien­cia e inno­va­ción dar segui­mien­to a los temas de mayor tras­cen­den­cia para el desa­rro­llo del sec­tor de las cons­truc­cio­nes y la indus­tria de mate­ria­les, y tri­bu­tar a la Estra­te­gia de desa­rro­llo eco­nó­mi­co-social del país.

Tam­bién bus­can pro­mo­ver la recon­ver­sión y el desa­rro­llo sos­te­ni­ble de las indus­trias del sec­tor «con un mayor empleo de tec­no­lo­gías de avan­za­da y una mayor efi­cien­cia y efec­ti­vi­dad en el uso de los recur­sos finan­cie­ros, mate­ria­les y humanos».

Pusie­ron énfa­sis así en la «bús­que­da de solu­cio­nes para intro­du­cir nue­vas tec­no­lo­gías en el dise­ño, las inves­ti­ga­cio­nes, sis­te­mas cons­truc­ti­vos de alta pro­duc­ti­vi­dad y efi­cien­cia, pro­duc­ción y uso de mate­ria­les, con ple­na pre­ser­va­ción del medioam­bien­te y la uti­li­za­ción racio­nal de la mano de obra en estre­cho víncu­lo con las uni­ver­si­da­des y los cen­tros de inves­ti­ga­ción científico-técnicos».

En el encuen­tro con Díaz-Canel, la Direc­ción del Micons pre­sen­tó los prin­ci­pa­les pro­yec­tos de inves­ti­ga­ción, desa­rro­llo e inno­va­ción (i+d+i) en los que se ha esta­do tra­ba­jan­do, en aras del desa­rro­llo de la pro­duc­ción de mor­te­ros espe­cia­les en Cuba, para lo que se han crea­do capa­ci­da­des de pro­duc­ción con recur­sos pro­pios de unas 40 000 toneladas.

Tam­bién se inves­ti­ga la sus­ti­tu­ción de la fibra de asbes­to en la pro­duc­ción de tejas, a par­tir de fibras natu­ra­les como las de coco, hene­quén, cás­ca­ra de arroz, ase­rrín, baga­zo de caña y otras, y la pro­duc­ción de la fibra de poli­eti­le­no­te­ref­ta­la­to (Pet), obte­ni­da a par­tir de los pomos reci­cla­dos de este mate­rial para mez­clar con colas de la pro­duc­ción nique­lí­fe­ra y has­ta un 30 % de fibra de celulosa.

Otros pro­yec­tos son el uso de com­bus­ti­bles alter­na­ti­vos en hor­nos de cemen­tos, la ela­bo­ra­ción de pol­vos abra­si­vos para la fabri­ca­ción de mue­las para el puli­do de losas y terra­zos, la pro­duc­ción de ele­men­tos de yeso, la obten­ción de clo­ru­ro de hie­rro iii hexa­hi­dra­ta­do, la pro­duc­ción de cemen­tos con adi­ción, el desa­rro­llo de la pro­duc­ción de cal, y la uti­li­za­ción de la asfal­ti­ta para el bacheo de calles a nivel local.

POR UNA CULTURA DE LA INNOVACIÓN

El Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca indi­có que el sec­tor de la cons­truc­ción debe plan­tear­se como accio­nes inme­dia­tas, que la cien­cia y la inno­va­ción estén en la pla­nea­ción estra­té­gi­ca como un área cla­ve, y desa­rro­llar cone­xio­nes entre cien­cia, inno­va­ción, for­ma­ción de poten­cial humano y desa­rro­llo local.

Orien­tó apli­car el sis­te­ma de ges­tión de cien­cia e inno­va­ción a pro­ble­mas com­ple­jos del sec­tor, como ha hecho el Gobierno en el enfren­ta­mien­to a la covid-19; con­so­li­dar los víncu­los con la Edu­ca­ción Supe­rior y las enti­da­des de cien­cia y tec­no­lo­gía; y for­ta­le­cer el fun­cio­na­mien­to de los con­se­jos téc­ni­cos ase­so­res, don­de no se elu­dan las crí­ti­cas, los cues­tio­na­mien­tos y las contradicciones.

Lla­mó a sis­te­ma­ti­zar el diá­lo­go con los cien­tí­fi­cos; apro­ve­char las nue­vas nor­mas jurí­di­cas para poten­ciar la cien­cia y la inno­va­ción; y pro­mo­ver en la pre­pa­ra­ción y supera­ción de los cua­dros, una cul­tu­ra de la inno­va­ción: «Si los que diri­gen los pro­ce­sos no tie­nen una cul­tu­ra de la inno­va­ción, no habrá inno­va­ción», sen­ten­ció final­men­te el Jefe de Estado.

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