Resumen Latinoamericano /El Salto /1 de febrero de 2021.
El joven antifascista, que fue condenado a cuatro años de cárcel, escribe una carta a Pablo Hasel, que debe ingresar voluntariamente en prisión en los próximos días.
Hola Pablo,
Hace años era yo quien recibía tus palabras a través de una carta. Entonces ocupaba esa trinchera a la que hoy te quieren enviar los mismos bastardos que dictaron mil y una sentencias y condenas contra los antifascistas de este país. En esa trinchera necesitarás la misma munición que tú me brindaste en tus cartas, la solidaridad.
Nuestro enemigo es poderoso y no menos perverso. A través de una maquinaría de Estado plagada de buitres corruptos que llevan siglos viviendo del rentismo y la rapiña, del saqueo y la violación, golpean y destrozan las vidas de nuestra gente sin miramientos con tal de mantener su modo de vida, sus lujos, sus obscenidades, su frívola realidad ajena a nuestro sufrimiento.
Y nada les asusta más que vernos abandonar el individualismo y la competitividad como ejes de nuestro paradigma cultural, que vernos desfilar codo con codo, unidos y unidas, ejerciendo la solidaridad y el compromiso con nuestro pueblo, pues saben que es en esa circunstancia donde nuestro anhelo se transformará en poder.
Por eso te persiguen, porque te temen, por que a través de tus estrofas y tus rimas te has convertido en agente aglutinador de todo un constructo de identidad que ejerce de contrapeso al imperio de la sin razón que día tras día se abre paso en nuestra generación.
El hecho de que quieran llevarte preso nos recuerda donde vivimos, a que nos enfrentamos, pero también nos desvela quien es quien. Es tan aberrante que quieran encerrarte por tus letras que ya no podrán usar más los malabarismos dialécticos ni las medias tintas quienes se niegan a reconocer que aquí solo hay dos opciones, o eres parte de la solución y empujas para echar abajo el viejo mundo, o formas parte del problema.
Pablo, sé bravo compañero, que nunca tendrán rejas para las palabras y las ideas.