Eco­lo­gía Social. Los hume­da­les Ram­sar siguen ame­na­za­dos por la mala ges­tión del agua

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de febre­ro de 2021.

El 2 de febre­ro es el Día Mun­dial de los Hume­da­les, fecha en que se fir­mó en 1971 el Con­ve­nio sobre los Hume­da­les, a ori­llas del Mar Cas­pio, en la ciu­dad ira­ní de Ramsar.

El 2 de febre­ro es el Día Mun­dial de los Hume­da­les, fecha en que se fir­mó en 1971 el Con­ve­nio sobre los Hume­da­les, a ori­llas del Mar Cas­pio, en la ciu­dad ira­ní de Ramsar.

Uno de los prin­ci­pa­les logros de este con­ve­nio ha sido la crea­ción de la lis­ta de hume­da­les de impor­tan­cia inter­na­cio­nal. Esta lis­ta está com­pues­ta por 2.414 hume­da­les de 171 paí­ses con una super­fi­cie de 254.540.512 hectáreas.

La inclu­sión de estos hume­da­les en Ram­sar ha supues­to una mayor pro­tec­ción sobre el papel, pero en la prác­ti­ca no ha impli­ca­do un mayor com­pro­mi­so para su con­ser­va­ción ni una mejo­ra defi­ni­ti­va en su gestión.

Cuan­do se cum­plen 50 años del Con­ve­nio de Ram­sar, un tra­ta­do inter­na­cio­nal para la con­ser­va­ción de los hume­da­les más impor­tan­tes del pla­ne­ta, Eco­lo­gis­tas en Acción con­si­de­ra que, por la mala ges­tión que vie­nen rea­li­zan­do la admi­nis­tra­cio­nes impli­ca­das, no solo no se han resuel­to los fac­to­res que los degra­dan, sino que han aumen­tan y se unen a otros, cro­ni­fi­can­do sus pro­ble­mas estructurales.

El Esta­do espa­ñol se adhi­rió al Con­ve­nio el 4 de sep­tiem­bre de 1982, y has­ta la actua­li­dad ha incor­po­ra­do a la Lis­ta de Hume­da­les de Impor­tan­cia Inter­na­cio­nal 75 zonas húme­das con una super­fi­cie de 304.541 hectáreas.

La inclu­sión de estos hume­da­les en Ram­sar ha impli­ca­do una mayor pro­tec­ción sobre el papel, pero, en la prác­ti­ca, a jui­cio de Eco­lo­gis­tas en Acción no ha ter­mi­na­do por supo­ner un mayor com­pro­mi­so para su con­ser­va­ción ni una mejo­ra defi­ni­ti­va en su ges­tión. Los par­ques nacio­na­les son, cada uno de ellos, ejem­plos de las polí­ti­cas segui­das por las dife­ren­tes admi­nis­tra­cio­nes, sean de ámbi­to esta­tal, regio­nal o local. En todos los casos pri­man cri­te­rios eco­nó­mi­cos. Cuan­do se les pres­ta algo más de aten­ción es por el bene­fi­cio turís­ti­co que repre­sen­tan. La orga­ni­za­ción eco­lo­gis­ta seña­la que se han lle­ga­do a disi­mu­lar las pro­ble­má­ti­cas ambien­ta­les, mos­tran­do úni­ca­men­te una ima­gen cau­ti­va­do­ra que nada tie­ne que ver con la reali­dad sub­ya­cen­te o las diná­mi­cas genui­nas de sus eco­sis­te­mas. Por ejem­plo, las maris­mas del Gua­dal­qui­vir han per­di­do dos ter­cios de las 150.000 hec­tá­reas ori­gi­na­les y las lagu­nas flu­via­les man­che­gas se han redu­ci­do a la nada.

Sien­do esta la reali­dad de los espa­cios emble­má­ti­cos reco­gi­dos en el lis­ta­do de Ram­sar, Eco­lo­gis­tas en Acción tam­bién apun­ta hacia aque­llos que fue­ron igno­ra­dos y aún espe­ran su reco­no­ci­mien­to. Unos y otros fue­ron víc­ti­mas, prin­ci­pal­men­te, de las polí­ti­cas agra­rias que el régi­men ante­rior al 78 impul­só en la déca­da de los años cin­cuen­ta del siglo pasa­do. Con el argu­men­to de ganar tie­rras para la pro­duc­ción agrí­co­la, se sacri­fi­ca­ron el terri­to­rio y el agua de los prin­ci­pa­les hume­da­les de la geo­gra­fía penin­su­lar; entre otras, enor­mes y estra­té­gi­cas lagu­nas como la de La Jan­da en Cádiz o la de Ante­la, en Ourense.

Eco­lo­gis­tas en Acción con­si­de­ra que pue­de enten­der­se, sin los cono­ci­mien­tos actua­les, que en un momen­to his­tó­ri­co se sacri­fi­ca­ra la natu­ra­le­za para con­se­guir un des­pe­gue eco­nó­mi­co cor­to­pla­cis­ta. Sin embar­go, las cir­cuns­tan­cias han cam­bia­do tan­to que rever­tir aquel sacri­fi­cio pro­por­cio­na­rá muchas más ven­ta­jas y bene­fi­cios eco­nó­mi­cos que per­sis­tir en aque­llos errores.

Por otra par­te, el orde­na­mien­to jurí­di­co de la Unión Euro­pea exi­ge, a tra­vés de la Direc­ti­va Mar­co del Agua (2000/​60/​CE), alcan­zar el buen esta­do eco­ló­gi­co de las masas de agua en can­ti­dad y en cali­dad, tan­to para las aguas super­fi­cia­les (los ríos y las lagu­nas) como para las aguas sub­te­rrá­neas (los acuí­fe­ros, las fuen­tes y los manan­tia­les). Ade­más la Direc­ti­va Hábi­tats (1992/​43/​CE) y la Direc­ti­va Aves (2009/​147/​CE) abun­dan en el mis­mo obje­ti­vo. Eco­lo­gis­tas en Acción con­si­de­ra que exis­te una san­gría de millo­nes de euros como con­se­cuen­cia de los sis­te­má­ti­cos incum­pli­mien­tos por par­te del Rei­no de Espa­ña en mate­ria de agua y otras deman­das ambientales.

A pro­pó­si­to de la actual pan­de­mia de la COVID – 19, nume­ro­sas per­so­nas de la comu­ni­dad cien­tí­fi­ca se han mani­fes­ta­do acer­ca de la impor­tan­cia de con­ser­var los eco­sis­te­mas como la mejor garan­tía y el méto­do más eco­nó­mi­co para pre­ve­nir este tipo de suce­sos. Por otro lado, la lucha con­tra el cam­bio cli­má­ti­co acon­se­ja ir en la mis­ma direc­ción y pro­po­ne una tran­si­ción que modi­fi­que los hábi­tos pro­duc­ti­vos y de consumo.

Por todo ello, Eco­lo­gis­tas en Acción desea que la cele­bra­ción de este medio siglo de con­ve­nio sir­va para incre­men­tar el com­pro­mi­so de la socie­dad con el medio ambien­te, en gene­ral, y con la con­ser­va­ción de los espa­cios vin­cu­la­dos al agua en par­ti­cu­lar. Asi­mis­mo, recla­ma que la cla­se polí­ti­ca, en los dife­ren­tes nive­les orga­ni­za­ti­vos, cum­pla los com­pro­mi­sos inter­na­cio­na­les en defen­sa del patri­mo­nio natu­ral, espe­cí­fi­ca­men­te medi­das enér­gi­cas, como corres­pon­de ante cual­quier emer­gen­cia, para ase­gu­rar la con­ser­va­ción de las zonas húme­das que aún sobre­vi­ven y com­pro­me­ter­se en la recu­pe­ra­ción de las que se han per­di­do o están a pun­to de hacerlo.

Fuen­te: https://​www​.eco​lo​gis​ta​se​nac​cion​.org/​1​6​1​2​8​7​/​l​o​s​-​h​u​m​e​d​a​l​e​s​-​r​a​m​s​a​r​-​s​i​g​u​e​n​-​a​m​e​n​a​z​a​d​o​s​-​p​o​r​-​l​a​-​m​a​l​a​-​g​e​s​t​i​o​n​-​d​e​l​-​a​g​ua/, Rebe­lión.

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