Resumen Latinoamericano, 18 de febrero de 2021.
El presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, ratificó hoy su apoyo a los esfuerzos en busca de la paz y la estabilidad en Libia en encuentro con el primer ministro del vecino país, Abdul-Hamid Dbeibah.
La etapa actual requiere de la movilización de todos los hijos de Libia en función de restablecer la seguridad, los pilares del Estado y de poner en marcha proyectos de servicio y desarrollo, insistió el mandatario en una reunión aquí con el jefe del Gobierno de transición recién electo, que deberá preparar las elecciones de diciembre.
El-Sisi manifestó su disposición para brindar toda la ayuda necesaria a los habitantes de ese territorio, que han sufrido un cruento conflicto desde 2011, informó el vocero presidencial, Bassam Rady, en su portal oficial de Facebook.
Durante la cita Dbeibah agradeció al gobernante egipcio por sus gestiones para establecer el cese el fuego en su patria y encauzar un proceso político, amplió Rady.
Esperamos fomentar una amplia asociación con El Cairo y poder reproducir sus exitosos ejemplos en materia de seguridad y desarrollo, amplió el primer ministro.
La víspera el canciller Sameh Shoukry aseguró que Egipto no tiene intereses en Libia y que su único objetivo es crear vínculos entre pueblos y países vecinos.
En octubre pasado el Gobierno de Acuerdo Nacional, asentado en el occidente de esa nación; y el Ejército Nacional Libio (ENL), radicado en el oriente, decidieron silenciar los fusiles y celebrar elecciones legislativas y presidenciales en diciembre venidero, en busca de una gobernanza unificada y de la reconciliación.
Posteriormente en Ginebra, y bajo los auspicios de la Organización de Naciones Unidas, los miembros del Foro de Diálogo Político seleccionaron al ejecutivo temporal hasta las votaciones.
En junio El-Sisi y el mariscal Khalifa Haftar, comandante del ENL, presentaron la Declaración de El Cairo, una propuesta para decretar una pausa combativa y superar la larga confrontación.
La víspera Shoukkry confirmó que Egipto sopesa la reapertura de su embajada en Trípoli y del consulado en Bengasi, tras siete años de cierre debido a incidentes violentos contra sus diplomáticos.
Los libios han vivido en un polvorín desde que el derrocamiento y asesinato de su líder histórico, Muammar Gaddafi (2011), derivara en una controversial dualidad de poderes, enfrentamientos entre grupos rivales y la proliferación de mafias que trafican con migrantes irregulares, entre otros flagelos, unido a la injerencia foránea.
Fuente: Prensalatina.