Resumen Latinoamericano, 10 de febrero de 2021.
La década de 1950 estuvo marcada por los hechos para recuperar la independencia de Irán, y los esfuerzos del primer ministro para la nacionalización del petróleo.
La victoria de Irán en los entes internacionales motivó la ira de los británicos. El 19 de agosto de 1953, la historia de Irán dio un giro crítico, cuando el primer ministro Mohamad Mosadeq fue derrocado en un golpe orquestado por los agentes británicos, allanando el camino para que el rey Pahlaví, Mohamad Reza, gobernara el país con mano de hierro.
Las luchas no cesaron en medio de la represión. En 1964, saltaron otra vez las chispas de nuevas protestas contra las medidas del shah Mohamad Reza Pahlavi. La llamada Ley de Capitulación, que otorgaba inmunidad total a los estadounidenses en el territorio iraní, provocó fuertes críticas, en especial del fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (que en paz descanse).
El Imam Jomeini, fue arrestado en la noche del 4 de noviembre de 1964 e, inmediatamente, desterrado a Turquía, más tarde a Irak y luego a Francia. No obstante, la lucha contra el régimen Pahlavi no cesó. El Imam Jomeiní lideraba la lucha desde el exilio. Las torturas, ejecuciones y destierros no pudieron impedir la lucha del pueblo contra la desigualdad, la falta de libertades políticas y civiles y la corrupción del régimen Pahlavi.
Los años 1978 y 1979 estuvieron marcados por huelgas y masivas manifestaciones en todo el país. Las protestas fueron reprimidas brutalmente por los militares. Cientos perdieron la vida. En enero de 1979, Mohamad Reza Pahlaví abandonó el país para siempre, rumbo a Egipto.
Primero de febrero de 1979, el Imam Jomeiní regresó a Irán y fue recibido por millones de personas en las calles de Teherán.
Por fin, el día 11 de febrero de 1979, todo el Ejército se rindió ante las fuerzas populares y la Revolución Islámica resultó victoriosa, poniendo fin a gobiernos monárquicos que rigieron en el país durante 2500 años.