Nación Mapu­che. Fis­cal del caso Catri­llan­ca: «Exis­tía entre todos los acu­sa­dos un pac­to de no entre­gar información»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 31 de enero de 2021

«Los acu­sa­dos toma­ron des­de los pri­me­ros meses de la inves­ti­ga­ción una acti­tud de pro­tec­ción con­jun­ta. Sola­men­te uno de los acu­sa­dos decla­ró en este jui­cio y lo hizo por­que ya había dado entre­vis­tas, pero los otros acu­sa­dos man­tu­vie­ron siem­pre silen­cio y era evi­den­te que tenían un pac­to de no entre­gar infor­ma­ción que per­mi­tie­ra ayu­dar al escla­re­ci­mien­to de los hechos. No se pue­de decir que ellos tuvie­ron una acti­tud cola­bo­ra­ti­va», sos­tu­vo Rober­to Garri­do, Fis­cal Regio­nal de La Araucanía.

Ocho con­de­na­dos por el homi­ci­dio de Cami­lo Catri­llan­ca, dos de los cua­les, fue­ron con­de­na­dos cár­cel efec­ti­va, con­si­guió la Fis­ca­lía de La Arau­ca­nía lue­go de más de dos años de inves­ti­ga­ción. En con­cre­to, los ex uni­for­ma­dos Car­los Alar­cón y Raúl Ávi­la Mora­les fue­ron con­de­na­dos a 16 y seis años respectivamente.

En con­ver­sa­ción La Ter­ce­ra, el fis­cal a car­go de esta inves­ti­ga­ción, Rober­to Garri­do, rela­tó lo que sig­ni­fi­có para él y para el Minis­te­rio Públi­co esta tarea, que impli­có inves­ti­gar a uno de sus alia­dos per­ma­nen­tes, Cara­bi­ne­ros, mien­tras debían inten­tar ganar­se la con­fian­za de las comu­ni­da­des mapuche.

«En gene­ral las inves­ti­ga­cio­nes de deli­tos que están aso­cia­dos a ins­ti­tu­cio­nes, sobre todo a una ins­ti­tu­ción que es cola­bo­ra­do­ra del Minis­te­rio Públi­co como Cara­bi­ne­ros, es com­ple­jo por­que uno tie­ne que actuar con obje­ti­vi­dad y con inde­pen­den­cia. Con­sa­grar esos prin­ci­pios requie­re de mucha con­cen­tra­ción y dedi­ca­ción. Las com­ple­ji­da­des tam­bién venían por­que había que demos­trar­le a las víc­ti­mas que la inten­ción de la fis­ca­lía era escla­re­cer los hechos sobre la base de esos mis­mos prin­ci­pios», comen­zó expli­can­do Garrido.

En esa línea, el per­se­cu­tor expli­có tam­bién que «las comu­ni­da­des ven nor­mal­men­te que la fis­ca­lía tra­ba­ja en con­jun­to con Cara­bi­ne­ros enton­ces ven al Esta­do como un solo ente. Acá era esa mis­ma enti­dad la que venía a pedir­les con­fian­za. Con las comu­ni­da­des uno tie­ne que demos­trar las cosas sobre la base de hechos», des­ta­can­do que espe­ra que tras el tra­ba­jo rea­li­za­do «pue­dan reco­no­cer que hubo un esfuer­zo impor­tan­te por par­te del Minis­te­rio Públi­co y que esto sir­va para poder con­fiar en el tra­ba­jo y labor de la fiscalía».

En cuan­to a Cara­bi­ne­ros, Garri­do sos­tu­vo que no hubo repa­ros, y que en gene­ral «hubo cola­bo­ra­ción des­de el prin­ci­pio. Este caso no era un jui­cio a Cara­bi­ne­ros, por­que muchas per­so­nas de Cara­bi­ne­ros apor­ta­ron des­de el pri­mer momen­to ante­ce­den­tes para escla­re­cer los hechos. No pue­do decir que se pusie­ron trabas».

En cuan­to a los acu­sa­dos en cam­bio, Garri­do fue bas­tan­te crí­ti­co, y lamen­tó que estos asu­mie­ran un pac­to de silen­cio para pro­te­ger­se entre sí. 

«Los acu­sa­dos toma­ron des­de los pri­me­ros meses de la inves­ti­ga­ción una acti­tud de pro­tec­ción con­jun­ta. Sola­men­te uno de los acu­sa­dos decla­ró en este jui­cio y lo hizo por­que ya había dado entre­vis­tas, pero los otros acu­sa­dos man­tu­vie­ron siem­pre silen­cio y era evi­den­te que tenían un pac­to de no entre­gar infor­ma­ción que per­mi­tie­ra ayu­dar al escla­re­ci­mien­to de los hechos. No esta­ban obli­ga­dos a hacer­lo, es par­te de su dere­cho, no los estoy repro­chan­do, pero uno pue­de cons­ta­tar de que exis­tía entre todos ellos un pac­to de no entre­gar infor­ma­ción por­que evi­den­te­men­te cual­quier cosa que pudie­ran decir, los podría per­ju­di­car. No se pue­de sos­te­ner que ellos tuvie­ron una con­duc­ta cola­bo­ra­ti­va», resumió.

Final­men­te, al ser con­sul­ta­do por poten­cia­les res­pon­sa­bi­li­da­des de los altos man­dos, Garri­do sos­tu­vo que nada en la inves­ti­ga­ción apun­tó a ellos, por lo que «la per­so­na de más alto ran­go a la que se acu­só, es el exje­fe de Fuer­zas Espe­cia­les. Se le acu­só direc­ta­men­te por­que par­ti­ci­pó del pro­ce­di­mien­to, por­que reci­bió infor­ma­ción inme­dia­ta­men­te de lo ocu­rri­do y las ver­sio­nes fal­sas lle­va­ban su fir­ma. Él nun­ca ha decla­ra­do que alguien le dio la orden de hacer eso y no hay nin­gún ante­ce­den­te o docu­men­to que apun­te en ese sentido». 

FUENTE: El desconcierto

Itu­rria /​Fuen­te

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