Así es la democracia española. El pasado sábado 13 de febrero unas 300 personas desfilaron por Madrid hasta el cementerio de la Almudena para rendir homenaje a la División Azul, los españoles que combatieron a las órdenes de Hitler durante la II Guerra Mundial. El acto estaba convocado por la Juventud Patriota, una organización neonazi madrileña, y fue secundado por diferentes grupos nazis y fascistas como el partido España2000 o La Falange.
Realizaron el saludo nazi, corearon consignas antisemitas y utilizaron una corona de flores con una bandera esvástica para su acto final. Hicieron un llamamiento a desobedecer los toques de queda, a saltarse la distancia social y realizar congregaciones numerosas. Según nos cuenta La Marea, la Delegación del Gobierno no puso ningún impedimento a este acto, ni se apreció presencia policial a lo largo de la marcha.
No pasa nada. Son los cachorros nazis del sistema. Pueden hacer enaltecimiento al terrorismo, hacer apología del contagio del coronavirus y cometer delitos de odio, todo junto públicamente a plena luz del día.
Mientras tanto, dos semanas antes la manifestación convocada por la izquierda extraparlamentaria bajo el lema “Nos están matando; en defensa de los servicios públicos; en defensa de Madrid”, fue prohibida por la Delegación del Gobierno en Madrid en base a un informe de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad. Aquí ya sí les importó la salud pública. Nada de congregaciones de las instituciones populares rebeldes.
Esta mañana fue detenido Pablo Hasél, rapero y poeta republicano, en la Universidad de Lleida. En medio de una canción de solidaridad y resistencia. Con muchísimos solidarios de todo el estado español clamando por su libertad. Se negó a ir a la cárcel por su propio pie ante lo que es una injusticia flagrante. La democracia española coloca el cartel de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona a quien le interesa. Es un arma arrojadiza.
Se destapa la hipocresía. Hipocresía de clase. El terrorismo de Estado les parece bien. No cantéis, no protestéis, no os hagáis notar, no construyáis referentes, no construyáis organización política. Si lo hacéis, corréis el peligro de ir a la cárcel. No sigáis el ejemplo de Pablo Hasél.
Libertad Pablo Hasél. Solidaridad y resistencia.
Fuente: La Haine
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