Perú. Cayó por un escán­da­lo la minis­tra de Salud

Car­los Norie­ga /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de febre­ro de 2021

En medio de una agre­si­va segun­da ola de la pandemia

Lue­go de que los medios reve­la­ran que el enton­ces pre­si­den­te Mar­tín Viz­ca­rra se vacu­nó en secre­to en octu­bre pasa­do y que Pilar Maz­zet­ti ocul­tó la información.

En medio de una agre­si­va segun­da ola de la pan­de­mia del coro­na­vi­rus, que ha colap­sa­do los ser­vi­cios de salud, y cuan­do el país empie­za el pro­ce­so de vacu­na­ción, renun­ció la minis­tra de Salud, Pilar Maz­zet­ti. La minis­tra cayó por el escán­da­lo que esta­lló al reve­lar­se en los medios que el expre­si­den­te Mar­tín Viz­ca­rra se vacu­nó en secre­to en octu­bre pasa­do cuan­do esta­ba ejer­cien­do la pre­si­den­cia con la vacu­na chi­na Sinopharm, que enton­ces ini­cia­ba prue­bas en el país. Maz­zet­ti era minis­tra de Salud cuan­do esto ocu­rrió y el Con­gre­so pre­pa­ra­ba una moción para inter­pe­lar­la y cen­su­rar­la impu­tán­do­le haber ocul­ta­do esa infor­ma­ción. La aho­ra exmi­nis­tra ase­gu­ra que no sabía que Viz­ca­rra se había vacu­na­do. Maz­zet­ti optó por bajar­se del car­go antes de some­ter­se al pro­ce­so de inter­pe­la­ción y censura.

Lue­go de acep­tar la renun­cia de su minis­tra, el pre­si­den­te Fran­cis­co Sagas­ti acu­só al Con­gre­so de haber­la “mal­tra­ta­do” con “acu­sa­cio­nes sin fun­da­men­to” al seña­lar­la como encu­bri­do­ra de la vacu­na­ción secre­ta de Viz­ca­rra y dijo que Maz­zet­ti esta­ba “ago­ta­da”. La exmi­nis­tra había asu­mi­do el car­go en julio del año pasa­do en el gobierno de Viz­ca­rraen momen­tos que se lle­ga­ba al pico de la pri­me­ra ola de la pan­de­mia, dejó el minis­te­rio en noviem­bre cuan­do el Con­gre­so des­ti­tu­yó al expre­si­den­te, pero regre­só seis días des­pués cuan­do el reem­pla­zan­te de Viz­ca­rra, el legis­la­dor Manuel Merino, renun­ció en medio de masi­vas pro­tes­tas con­tra el gol­pe par­la­men­ta­rio que lo puso en el poder y fue reem­pla­za­do por el tam­bién legis­la­dor Fran­cis­co Sagas­ti, que repu­so a Maz­zet­ti al fren­te del Minis­te­rio de Salud. La exmi­nis­tra venía reci­bien­do cues­tio­na­mien­tos por su ges­tión para enfren­tar esta segun­da ola de la pandemia.

Pues­ta al des­cu­bier­to la oscu­ra his­to­ria de su vacu­na­ción y la de su espo­sa, rea­li­za­da en Pala­cio de Gobierno bajo las som­bras del secre­tis­mo, Viz­ca­rra acep­tó lo que había man­te­ni­do ocul­toEl expre­si­den­te y hoy can­di­da­to al Con­gre­so dijo que había sido vacu­na­do por­que se había ofre­ci­do como uno de los doce mil volun­ta­rios perua­nos para pro­bar la vacu­na de Sinopharm y cali­fi­có esa deci­sión como “un acto de valen­tía”. Pero no con­ven­ció con ese argu­men­to. Jus­ti­fi­có el secre­to en el que man­tu­vo su vacu­na­ción seña­lan­do que así se lo exi­gían las reglas del estu­dio del cual ase­gu­ra haber for­ma­do par­te. Eso no es cier­to. Los volun­ta­rios en este estu­dio no esta­ban obli­ga­dos a man­te­ner en reser­va su par­ti­ci­pa­ción en las prue­bas. Muchos de ellos lo hicie­ron públi­co. Des­men­ti­do, cam­bió de ver­sión y seña­ló que man­tu­vo el secre­to para que otros labo­ra­to­rios que nego­cia­ban con el gobierno no sien­tan que se favo­re­cía a Sinopharm.

No fue el úni­co des­men­ti­do a las expli­ca­cio­nes dadas por Viz­ca­rra. En un comu­ni­ca­do, la Uni­ver­si­dad Caye­tano Here­dia, que diri­gió los estu­dios de Sinopharm en el Perú, ha reve­la­do que Viz­ca­rra y su espo­sa no for­ma­ron par­te de las prue­bas de este estu­dio en volun­ta­rios perua­nos, des­min­tien­do así al expre­si­den­te y con­fir­man­do que ambos fue­ron vacu­na­dos al mar­gen de este estu­dio. Viz­ca­rra ha repli­ca­do insis­tien­do en que sí for­mó par­te del estu­dio que pro­ba­ba las vacu­nas y expre­san­do que se sien­te extra­ña­do de la ver­sión dada por la universidad.

Des­de dis­tin­tos sec­to­res polí­ti­cos y los medios se acu­sa al expre­si­den­te de sacar pro­ve­cho de su car­go para reci­bir la vacu­na en secre­to. El exman­da­ta­rio reci­bió una vacu­na toda­vía no apro­ba­da ‑recién fue apro­ba­da en diciembre‑, pero en la que él con­fia­ba. El sos­pe­cho­so secre­to en el que lo hizo y las men­ti­ras en las que ha caí­do al ser des­cu­bier­to gol­pean dura­men­te su ima­gen. Está por ver­se el impac­to que eso ten­drá en su can­di­da­tu­ra al Con­gre­so en las elec­cio­nes de abril. Algu­nos juris­tas han seña­la­do que Viz­ca­rra podría ser acu­sa­do por “reci­bir dádi­vas” de un labo­ra­to­rio que nego­cia­ba con el gobierno peruano.

Final­men­te, el con­tra­to con Sinopharm no lo cerró Viz­ca­rra, des­ti­tui­do del car­go en medio de esa nego­cia­ción, sino el gobierno de Sagas­ti, en enero pasa­do, por un millón de dosis, 300 mil de las cua­les lle­ga­ron hace una sema­na y las otras 700 mil el últi­mo sába­do, con la cua­les se ha ini­cia­do el pro­ce­so de vacu­na­ción. El gobierno ha seña­la­do que tie­ne ase­gu­ra­das más de 48 millo­nes de vacu­nas, que ade­más del millón de Sinopharm que ya lle­ga­ron al país, inclu­yen 20 millo­nes de Pfi­zer, 14 millo­nes de Astra Zene­ca y 13,2 millo­nes del sis­te­ma Covax pro­mo­vi­do por la OMS, y que sigue nego­cian­do otras compras.

La renun­cian­te minis­tra de Salud ha sido reem­pla­za­da por el médi­co Oscar Ugar­te, un espe­cia­lis­ta en salud públi­ca que ya ejer­ció el car­go entre 2008 y 2011, en el gobierno del falle­ci­do expre­si­den­te Alan Gar­cía, aun­que nun­ca ha for­ma­do par­te del Par­ti­do Apris­ta que lide­ra­ba Gar­cía y se le ubi­ca cer­cano a la cen­troiz­quier­da. Ugar­te se con­vier­te en el quin­to titu­lar del sec­tor des­de la lle­ga­da de la pan­de­mia al país en mar­zo del año pasa­do. El pre­si­den­te Sagas­ti ha resal­ta­do su expe­rien­cia en el sec­tor. Asu­me el car­go cuan­do los repor­tes ofi­cia­les indi­can que los casos de con­ta­gios lle­gan a 1.227.205 y las muer­tes a 43.491. En las últi­mas 24 horas se han repor­ta­do 6.457 nue­vos con­ta­gios y 236 falle­ci­dos. Sin tiem­po para aco­mo­dar­se en el pues­to, ten­drá que ase­gu­rar un rápi­do pro­ce­so de vacu­na­ción, que se ini­ció hace una sema­na, y enfren­tar el colap­so por la pan­de­mia de los pre­ca­rios ser­vi­cios de salud don­de fal­tan camas de cui­da­dos inten­si­vos, res­pi­ra­do­res y oxí­geno. Una tarea complicada. 

FUENTE: Pági­na 12

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