Valoración del colectivo Praxi de las elecciones al parlamento autonómico de Catalunya del pasado 14 de febrero

Valo­ra­ción del colec­ti­vo Pra­xi de las elec­cio­nes al par­la­men­to auto­nó­mi­co de Cata­lun­ya del pasa­do 14 de febrero

1- Como pri­mer pun­to que­re­mos remar­car que si bien la demo­cra­cia bur­gue­sa es en sí mis­ma una pan­to­mi­ma que redu­ce la par­ti­ci­pa­ción de la ciu­da­da­nía a depo­si­tar su voto de vez en cuan­do, nor­mal­men­te cua­tro años, debe­mos denun­ciar que más de un millón de habi­tan­tes en la Comu­ni­dad Autó­no­ma de Cata­lu­ña no pue­den par­ti­ci­par ni de esta exigua for­ma de expre­sión demo­crá­ti­ca. Los y nues­tras com­pa­ñe­ras de cla­se recién lle­ga­das son mano de obra que no gozan de nin­gún tipo de expre­sión polí­ti­ca par­la­men­ta­ria, sien­do mano de obra sin dere­cho a voto por la demo­cra­cia capitalista.

2‑En segun­do lugar que­re­mos denun­ciar que es, una vez más, la judi­ca­tu­ra espa­ño­la que mar­ca el cómo y el cuán­do pue­de la ciu­da­da­nía de la Comu­ni­dad Autó­no­ma de Cata­lu­ña (con nacio­na­li­dad espa­ño­la) ejer­cer su dere­cho a voto. Es este órgano no ele­gi­do demo­crá­ti­ca­men­te quien impu­so una fecha para las elec­cio­nes en ple­na ter­ce­ra ola de la pan­de­mia, y todos los par­ti­dos y can­di­da­tu­ras van aca­tar su man­da­to, una vez más. La judi­ca­tu­ra espa­ño­la inha­bi­li­ta o veta pre­si­den­tes de la Gene­ra­li­tat, la judi­ca­tu­ra espa­ño­la mar­ca cuan­do serán las elec­cio­nes. Recuer­da al man­tra cris­tiano «lo que Dios da, Dios lo saca». Un Esta­do don­de la judi­ca­tu­ra here­de­ra del entra­ma­do jurí­di­co-admi­nis­tra­ti­vo de la dic­ta­du­ra tie­ne pode­res ple­ni­po­ten­cia­rios nun­ca se la podrá reco­no­cer ni siquie­ra como una demo­cra­cia burguesa.

3- En ter­cer lugar remar­car el papel de alta­vo­ces del fas­cis­mo que han adop­ta­do des­ca­ra­da­men­te ya hace años los medios de comu­ni­ca­ción capi­ta­lis­tas, dan­do una cober­tu­ra mediá­ti­ca sin pre­ce­den­tes a una fuer­za enton­ces extra­par­la­men­ta­ria como lo era VOX. Cien­tos de horas de tele­vi­sión y radio para esta fuer­za fas­cis­ta han con­se­gui­do hacer­la acep­ta­ble para cier­tos sec­to­res de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. La cla­se explo­ta­do­ra, la bur­gue­sía, ha con­se­gui­do con VOX un perro de pre­sa con lo avi­var el racis­mo, des­vian­do el con­flic­to Capi­tal-Tra­ba­jo en tér­mi­nos iden­ti­ta­rios españoles-enemigos.

Los mis­mos medios que demo­ni­zan la ocu­pa­ción de vivien­das o los dis­tur­bios en Lina­res (Anda­lu­cía) blan­quean el fas­cis­mo diariamente.

Pero no pode­mos rehuir la crí­ti­ca a quien no se ha plan­ta­do negán­do­se a par­ti­ci­par de nin­gún deba­te don­de estu­vie­ron pre­sen­tes estos fas­cis­tas. Con el fas­cis­mo no se dia­lo­ga ni se deba­te. Al fas­cis­mo se la detie­ne día a día, luchan­do con­tra él en las calles y tra­ba­jan­do por la socia­li­za­ción de los idea­les uni­ver­sa­lis­tas de jus­ti­cia y paz entre los pue­blos pro­pios del socialismo.

4- El resul­ta­do, con casi un tri­ple empa­te entre el PSC, ERC y Junts se vuel­ven a inser­tar en la dispu­ta nacio­nal, y si bien el PSC hace un aumen­to espec­ta­cu­lar de +16 dipu­tadas gra­cias a los 30 que pier­de Ciu­da­da­nos, en gran par­te su subi­da se debe al abu­rri­mien­to y la des­afec­ción elec­to­ral de mucha par­te de la cla­se tra­ba­ja­do­ra y la pési­ma ges­tión que el Gobierno de la Gene­ra­li­tat está hacien­do de la pan­de­mia en la Comu­ni­dad Autó­no­ma de Cataluña.

Las colas del ham­bre son una reali­dad en muchas ciu­da­des de los Paí­ses Cata­la­nes, y los ges­to­res auto­nó­mi­cos de esta bar­ba­rie no poder poner­se de lado como si con ellos no fue­ra la his­to­ria. La decep­ción es gene­ra­li­za­da y tan sólo la inqui­na que des­pier­ta todo el entra­ma­do polí­ti­co, admi­nis­tra­ti­vo y judi­cial espa­ñol hace que el voto inde­pen­den­tis­ta no aca­bo de derrumbarse.

Una gran par­te del pue­blo tra­ba­ja­dor en la Comu­ni­dad Autó­no­ma de Cata­lu­ña ha vota­do PSC can­sa­do de la pési­ma ges­tión de la Gene­ra­li­tat, ese es real­men­te «el efec­to Illa».

5- De En Común-Podem poco pode­mos decir que no sea ya dicho; una cam­pa­ña paté­ti­ca que ha inten­ta­do no sólo con­ti­nuar con el cli­ché de que la cla­se tra­ba­ja­do­ra cata­la­na no quie­re la inde­pen­den­cia con tér­mi­nos ridícu­los como «toda Cata­lu­ña hoy poli­go­ne­ra», si no que su cabe­za de lis­ta, Jes­si­ca Albiach, ati­zó el bla­ve­ris­me al país Valen­ciano denun­cian­do una ima­gi­na­ria acu­sa­ción de «colo­nos» hacia los y las valen­cia­nas que viven en la Comu­ni­dad Autó­no­ma de Cata­lu­ña. Estas decla­ra­cio­nes la sitúan en el otro ban­do de la barri­ca­da. La fir­ma­rían José Luis Rober­to o Vicen­te Gon­zá­lez Lizon­do si no estu­vie­ra feliz­men­te muer­te. Man­tie­nen 8 dipu­tadas gra­cias tan sólo a la baja par­ti­ci­pa­ción, pues han per­di­do un ter­cio de los votos que obtu­vie­ron en las pasa­das elec­cio­nes de 2017.

6- En cuan­to a la CUP-Guan­yem salen muy bene­fi­cia­das de estas elec­cio­nes, por­que per­dien­do casi 7.000 votos suben has­ta los 9 dipu­tadas. Podría­mos decir que en una cam­pa­ña mar­ca­da por el espan­ta­jo del ate­rri­za­da de VOX en el Par­la­men­to auto­nó­mi­co, la CUP-Gana­mos ha cata­li­za­do una par­te del voto anti­fas­cis­ta espo­lea­do por los dis­tur­bios en Vic y de otras villas ante los actos elec­to­ra­les del par­ti­do fas­cis­ta. Aho­ra la duda que se plan­tea es cuál debe ser el papel de la CUP-Gana­mos res­pec­to al gobierno auto­nó­mi­co, y si bien hay voces inter­nas que no quie­ren oír hablar, hay cier­tas corrien­tes que no verían con malos ojos ser- par­te. ERC, por su par­te, ya las ha invi­ta­do a nego­ciar, y el «pres­sing CUP» ha vuel­to a los medios de comu­ni­ca­ción. Vere­mos cómo ges­tio­na inter­na­men­te la con­tra­dic­ción para evi­tar «abra­zo del oso» que les pre­pa­ran ERC y Junts.

7‑Pero el dato real­men­te intere­san­te a ana­li­zar es la baja par­ti­ci­pa­ción más allá del mie­do a infec­tar­se al cole­gio elec­to­ral. En esta con­tien­da elec­to­ral la baja par­ti­ci­pa­ción ha mar­ca­do un nue­vo récord his­tó­ri­co, aumen­tan­do 25,54% res­pec­to a las ante­rio­res elec­cio­nes auto­nó­mi­cas, situán­do­se en el 53,5%.

Y como todo en esta socie­dad de cla­ses, tam­bién hay un ses­go de cla­se en la par­ti­ci­pa­ción, y mien­tras en el dis­tri­to bar­ce­lo­nés de Sarrià-Sant Ger­va­si la fuer­za más vota­da es el PP (y VOX en tres dis­tri­tos cen­sa­les) y regis­tra una par­ti­ci­pa­ción de 68,41%, la míni­ma par­ti­ci­pa­ción se regis­tra en el barrio de Zona Fran­ca la Mari­na del Port Ver­mell con un 27,5%.

Tam­bién han aumen­ta­do los votos en blan­co, que pasan de 0,44% a 0,84% y los votos nulos que pasan de 0,37% a 1,43%.

Sería enga­ñar­nos si pen­sa­mos que el aumen­to del voto blan­co y nulo o la baja par­ti­ci­pa­ción demues­tran un aumen­to de la con­cien­cia revo­lu­cio­na­ria de amplias capas de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, pero sí que vuel­ve a evi­den­ciar, en nues­tra opi­nión, de una des­afec­ción res­pec­to a la demo­cra­cia bur­gue­sa parlamentaria.

Las últi­mas sema­nas hemos podi­do ver poli­cías apa­lean­doen Madrid, y en Lina­res gol­pean­do un padre y su hija, y más tar­de dis­pa­rar con fue­go real a mani­fes­tan­tes. Mar­tes mis­mo los Mos­sos vol­vie­ron a entrar en la Uni­ver­si­dad, esta vez en Llei­da, para entre­gar a la cár­cel el can­tan­te comu­nis­ta de rap Pablo Hasél. Las colas del ham­bre se alar­gan por todos los Paí­ses Cata­la­nes y el res­to de pue­blos del Esta­do, y la sema­na tres nazis inten­ta­ron pren­der fue­go un sin techo en Barcelona.

Ante la mise­ria cre­cien­te que sufre la cla­se tra­ba­ja­do­ra el par­la­men­ta­ris­mo es abso­lu­ta­men­te inefi­cien­te, y no hay que expli­cár­se­lo a nues­tras com­pa­ñe­ras de cla­se más cas­ti­ga­das por el capi­ta­lis­mo, es su día a día. Pero de esta deses­pe­ra­ción pue­de emer­ger o bien el suje­to polí­ti­co revo­lu­cio­na­rio, o bien la car­ne de cañón que los títe­res de los gran­des capi­ta­lis­tas, los fas­cis­tas, uti­li­za­rán para dar un paso más para el esta­ble­ci­mien­to de un régi­men dic­ta­to­rial en España .

Es a estos sec­to­res de la cla­se tra­ba­ja­do­ra a la que nos debe­mos diri­gir, no des­de la torre de mar­fil, sino des­de el tra­ba­jo dia­rio y con­se­cuen­te. Los movi­mien­tos que se lla­man revo­lu­cio­na­rios ten­drán que salir de su zona de con­fort y bus­car la tác­ti­ca ade­cua­da para implan­tar­se allí don­de más impe­ra la mise­ria y la deca­den­cia de un Esta­do del bien­es­tar des­gua­za­do ladri­llo a ladrillo.

Sólo incor­po­ran­do a la lucha revo­lu­cio­na­ria los sec­to­res más empo­bre­ci­dos y alie­na­dos de nues­tra cla­se podre­mos arti­cu­lar una mayo­ría social capaz de con­fron­tar con los capi­ta­lis­tas y sus ins­ti­tu­cio­nes jurí­di­cas, eco­nó­mi­cas y políticas.

Cons­cien­tes de que no hay rece­tas mila­gro­sas, y sabien­do que en estos momen­tos son muchas las tareas que nece­si­tan ser aten­di­das, tra­ba­ja­re­mos con cal­ma pero sin parar para cons­truir un cor­pus teó­ri­co, tác­ti­co y estra­té­gi­co que nos apor­te más luz por el camino que debe­mos recorrer.

Por el Socia­lis­mo en los Paí­ses Catalanes!

Pra­xi, 18 de febre­ro de 2021

Latest posts by Otros medios (see all)

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *