Resumen Latinoamericano, 10 de febrero de 2021.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue entrevistado por el periodista Breno Altman del portal web brasilero, Ópera Mundi.
Habló sobre los motivos que tiene Estados Unidos para ejecutar la agenda de guerra no convencional contra Venezuela. “Ellos nos intentan cobrar una factura porque no me he dejado derrocar, no nos hemos dejado colonizar”, dijo el mandatario venezolano.
Aseguró que la campaña de desprestigio internacional que lo señala como dictador es solo una justificación para que el antichavismo venezolano subordinado a Washington pueda ejecutar las tareas que se les dicta para intentar provocar un cambio de régimen, y que esto no inició con él, sino que se remonta al principio de la toma de la dirección política del país por parte del Comandante Hugo Chávez.
«Durante varios años me han llamado dictador, también han llamado dictador a Chávez, es una forma de justificar su política golpista extrema. Esta etiqueta que me quieren poner de dictador es porque no han podido derribarnos. No nos dejamos tomar, no nos dejamos colonizar. La derecha, el centro-derecha y algunos sectores progresistas e izquierdistas del mundo intentan etiquetarnos», señaló.
Aprovechó la ocasión para recordar el daño que ha causado el plan Guaidó a la República, orquestado por el Gobierno estadounidense con colaboración de Colombia, y alentado por algunos países europeos y latinoamericanos interesados en obtener beneficios del patrimonio venezolano: “Guaidó se ha apropiado de miles de millones de dólares. El Gobierno de Estados Unidos solamente le ha entregado mil 700 millones de dólares y con eso han comprado a lobbies. Han contratado dos o tres lobbies muy poderosos para hacer lobby en el Departamento de Estado, en la Casa Blanca”, detalló.
Para el jefe de Estado venezolano, la estrategia adoptada por la Administración Donald Trump, señalando específicamente al exsecretario de Estado, Mike Pompeo; al exsecretario del Tesoro, Steven Mnuchin; y a Elliott Abrams, fue «efectivamente una política para asfixiar y rendir a Venezuela. Ellos lograron hacernos un gran daño, pero jamás nos rindieron ni nos nos rendirán”, dijo.
Con el ascenso de Joe Biden a la presidencia estadounidense, el Gobierno venezolano está dispuesto a «pasar la página» y entablar buenas relaciones con la Casa Blanca.»Ojalá ellos tengan la capacidad de pasar la página. Por mi parte ya pasé la página, quedará como un mal recuerdo los cuatro años supremacistas y extremistas de la agresión de Trump. Ahora iremos al futuro y ojalá el futuro sea mejor”, destacó el mandatario.
«AHORA EL CENTRO DEL TRUMPISMO EN EL MUNDO ES BOLSONARO»
El presidente también hizo mención al Gobierno de derecha extrema del presidente Jair Bolsonaro y las relaciones con Venezuela. “Trump se fue. Ahora el centro del trumpismo en el mundo es Brasil, es Jair Bolsonaro. Yo lo veo y lo escucho todos los días. Él está peor, más agresivo, contra la prensa, contra el pueblo, más amenazador, pero irascible, negacionista”, relató.
Recientemente, el Gobierno venezolano envió oxígeno gratis a la ciudad de Manaos, en el estado brasileño de Amazonas, para dotar a los centros de salud y auxiliar a pacientes de covid-19 con síntomas respiratorios graves. Ante el gesto de solidaridad, la respuesta de Bolsonaro fue proclamar burlas e insultos.
“Lo que pasó en Amazonas no hubiera pasado si Bolsonaro hubiera pedido la ayuda de Venezuela con tiempo, hubiéramos buscado el oxígeno y esa emergencia no hubiera pasado»,dijo el mandatario venezolano.
Sobre una reunión oficial entre ambos mandatarios, el presidente Nicolás Maduro dijo que no lo creía posible por negativa de Jair Bolsonaro. Sin embargo, de darse el encuentro, le reiteraría que los gobiernos deben tener la capacidad de escucharse por el bien de las poblaciones de Venezuela y Brasil. Añadió que lo lamentaba por el pueblo brasileño y que esperaba que el país vecino retomara su camino dejando a Bolsonaro como a Trump, «olvidado por la historia».
fuente: Misión Verdad