Resumen Medio Oriente, 17 de febrero de 2021-.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos oficializó el martes la retirada del movimiento popular yemení Ansarolá de la lista de organizaciones terroristas.
En un comunicado, el Departamento de Estado de EE.UU. informó que revoca la medida de la Administración predecesora, presidida por Donald Trump, de modo que, a partir del 16 de febrero, “Ansarolá ya no esté bloqueado de conformidad con las Regulaciones Globales de Sanciones Terroristas”, sin embargo, deja en la lista de sancionados a tres líderes de alto rango del movimiento popular yemení —Abdulmalik al-Houthi, Abd al-Jaliq Badr al-Din al-Houthi y Abdolá Yahya al-Hakim — .
Asimismo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció que el Gobierno estadounidense, presidido desde el 20 de enero por Joe Biden, impondrá sanciones a algunos miembros de Ansarolá, especialmente a aquellos detrás de operaciones de represalia a las posiciones de la coalición liderada por Arabia Saudí.
Aseguró también que la Casa Blanca continúa monitoreando de cerca las actividades de Ansarolá y sus líderes. Estados Unidos también “seguirá presionando para que cambie su comportamiento”, agregó.
Esto mientras que la razón principal de la hambruna extrema de los yemeníes es el bloqueo impuesto por parte de la aludida coalición, apoyada por EE.UU. Además, la inclusión del movimiento popular Ansarolá en la lista negra estadounidense desde el 19 de enero agravó todavía más la crisis, causando que las ayudas humanitarias no llegaran a los civiles del país más pobre del mundo árabe.
Tras el fin de la era Trump, léase el principal aliado del régimen de los Al Saud, el flamante mandatario demócrata reveló a principios de este mes su decisión para cesar todo apoyo estadounidense en las operaciones de la guerra contra Yemen, empero a la vez aseguró que seguiría al lado de Riad.
Esta ambigüedad en las declaraciones de Biden podría dejar abierta la puerta a más ventas de armas, si los saudíes logran justificar las armas para la defensa propia ante el Ejército yemení y Ansarolá. Sin ir muy lejos, este martes la portavoz de la Presidencia estadounidense, Jen Psaki, reiteró que la Casa Blanca “seguirá trabajando con Arabia Saudí” en defenderse ante las amenazas regionales.
Conforme a la Organización de las Naciones Unidas, la invasión saudí se ha saldado con unos 233 000 muertos en Yemen, donde 70 000 personas sufren hambruna y 16 millones corren riesgo de caer en ella.
El movimiento popular yemení, junto a las Fuerzas Armadas, desde el inicio de la invasión saudí siempre se ha mantenido en pie de guerra para defender al pueblo yemení. El propio presidente fugitivo Ali Abdolá Saleh en su día reconoció que Ansarolá es el único movimiento que realmente lucha en defensa de los intereses del pueblo de Yemen.
Fuente: HispanTV