Resumen Latinoamericano, 7 de marzo de 2021.
Este 7 de marzo, un día antes del Día Internacional de la Mujer, se cumplen once años del asesinato de Pepa Gaitán. El reclamo por la Absolución de Higui es también pancarta, la lucha contra la discriminación y la violencia por el hecho de ser lesbiana se suma al reclamo del #NiUnaMenos, el Estado es responsable.
El Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina se celebra cada 7 de marzo en conmemoración del asesinato de «Pepa» Gaitán, a manos del padrastro de su novia el 7 de marzo de 2010, en un ataque de odio por ser lesbiana. Si bien el responsable del hecho fue condenado, la Justicia no nombró la violencia de género en la condena lo que no agravó el homicidio.
Once años pasaron del asesinato de Pepa Gaitán, “el gordo” de la hinchada del pirata Cordobés. El asesinato de la Pepa, generó un masivo repudio y por eso se conmemora este Día de la Visibilidad Lésbica.
“¿Tortas, chongas y marimacho, a quién no le han dicho esto por la calle?, por eso torta y chongo con orgullo», dice una pintada cordobeza. Las redes sociales no mienten y muchas veces esa violencia que se queda solamente en un grito desde un auto, se pasea por las aulas de las escuelas a modo de grafitti, sobrevuela algunas casas donde una jóven tiene fecha de salida por el simple hecho de desear a otra.
Viva La Pepa
Familiares y amigos de Pepa no solo tuvieron que afrontar su asesinato el 7 de marzo de 2010, sino también la posterior discriminación y ninguneo en el juicio. Ya había denunciado su madre, Graciela que “la dejaron morir como un perro, no solo por salir con otra chica, sino también por ser pobre”.
Graciela Vázquez siempre afirmó que su hija fue asesinada por lesbiana. Chonga. La negra de pelo corto que paseaba por el barrio en una moto enduro color verde. Profesora de Educación Física en la ONG Lucía Pía que su familia tenía a una cuadra de su casa, donde a veces también hacía de payasa y dejaba que los niños le dijeran “seño Nati”.
En el juicio contra Torres, la familia de Pepa exigió que se considerado como un “crimen por orientación sexual”. Pero la justicia nuevamente arremetió contra la identidad sexual de Pepa, haciendo omisión del pedido de su abogada Natalia Milisenda, quien dijo que la sexualidad de la Pepa fue la causa principal por la que Daniel Torres la fusiló. Este argumento no fue suficiente para los jueces, por lo que dictaron una condena de 14 años, caratulando el hecho como “homicidio simple agravado por uso de armas de fuego”.
Graciela, con su voz y con su lucha, sacó a la luz algo por lo que hacía tiempo se reclamaba: la visibilización de las lesbianas y toda la comunidad LGTBI y la discriminación que vivimos. Falleció en abril del 2018 peleando por su hija.
Los números hoy
En el año 2020 se perpetraron en Argentina ciento cincuenta y dos (152) crímenes de odio, en los que la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio, dice el Informe del Observatorio Nacional de Crímenes de odio de la Federación Argentina LGBT que se dio a conocer en el mes de enero.
Los números no son meras estadísticas, no hablan de una ausencia estatal sino de una presencia donde se eligen las prioridades del capital financiero y el FMI, ante que la solución de la violencia estructural que viven las mujeres y personas LGTBI.
Como informamos en este medio «los gobiernos y funcionarios hablan mucho de los derechos de las mujeres pero destinan millones al pago de una deuda fraudulenta, a fortalecer el equipamiento de las fuerzas represivas, a subsidios a las multinacionales y grupos económicos amigos, pero en los hechos las mujeres seguimos sin tener siquiera acceso a la vivienda, los refugios, el trabajo, las licencias y otras medidas básicas cuando somo víctimas de violencia. El promocionado presupuesto de género, “trece veces mayor” al del macrismo, que equivalía a 11,50 pesos por mujer, no llega ni a los 150 pesos anuales».
También saldremos a las calles para seguir exigiendo la separación de la Iglesia del Estado. Son las instituciones clericales oscurantistas las que refuerzan prejuicios patriarcales y los códigos contravencionales del Estado que persiguen y hostigan a trans y travestis y legitiman así la transfobia y los travesticidios, la calle es el lugar donde más se escucha nuestra voz contra la violencia machista y de odio.
En las próximas horas se vivirá una jornada de lucha en la que las mujeres, con las trabajadoras al frente para pelear por nuestros derechos.
Fuente: Izquierda Diario