Resumen Latinoamericano, 30 de marzo de 2021.
A 15 años del incendio en un taller clandestino de la calle Luis Viale que provocó las muertes de cinco niños y una compatriota embarazada. En el lugar trabajaban y vivían hacinadas 60 personas. El caso puso en evidencia el sistema de explotación laboral en los talleres textiles clandestinos en Buenos Aires.
COMUNICADO:
NUESTRO GRITO ES MEMORIA Y JUSTICIA
El Jueves 30 de marzo del 2006 se incendió el taller textil clandestino ubicado en la calle Luis viale 1269, barrio porteño de Caballito. Murieron quemadas seis personas: una mujer embarazada, un chico adolescente y cuatro niños. Todos ellos eran migrantes víctimas de la explotación laboral. En el taller vivian sesenta y cinco personas de las cuales veinticinco eran niñxs. Con jornadas laborales de 18hs diarias, la situación de precariedad era extrema. Las habitaciones estaban improvisadas con nylon y cartón y contaban con un solo baño para todos. Luego del incendio, los sobrevivientes de la masacre quedaron a la deriva con total desprotección por parte del Estado.
Luego de una un juicio lleno de irregularidades, en el año 2016 fueron condenados los capataces Juan Manuel Corea y Luis Sillerico por reducción a la servidumbre en concurso con estrago culposo seguido de muerte, Sin embargo a los Patrones Geyler y Fichberg ni los investigaron ni fueron procesados ‚en mayo del 2019 la fiscal Betina Vota y el juez Julio Alberto Baños sobreseyeron por supuesta falta de pruebas a los patrones Jaime Abraham Geyler y Daniel Alberto Fischberg, dueños del taller y de las marcas de ropa para las cuales producian los obreros., en octrubre del 2019 la justicia les devolvió a Geyler y a Fischberg las llaves del inmueble.
Este 30 de marzo se cumplen 15 años de la Masacre del Taller de Luis Viale y nosotros nos seguimos preguntando: Cuántas pruebas más que nuestros muertos necesitan para condenar a los responsables?. Cuántos muertos más se va a cobrar la explotación laboral junto con la complicidad del Estado?.
Por más la justicia patronal los hayan liberado de culpa a los patrones asesinos Geyler y Fischberg, pero la condena social continúa.
NO OLVIDAMOS NI PERDONAMOS