Resumen Latinoamericano, 24 de marzo de 2021.
En un emotivo y necesario acto realizado este 24 de marzo en la embajada de Venezuela Bolivariana, se recordó a los venezolanos detenidos-desaparecidos durante la dictadura militar de 1976. Presidido por la jefa de la Misión diplomática, Stella Lugo, y el resto del personal de la embajada y contando con la imprescindible investigación del historiador Arturo Lev, se pudo recordar a Jaime Colmenares, José Enrique Tomnelli, Lilido Nelson Ramírez Iglesia y Milton Marinelli.
El acto comenzó con la lectura de un texto enviado, para recordar a Jaime Colmenares, por el ex militante montonero Osvaldo Jauretche, y luego, también sobre Jaime, se leyó una semblanza realizada por otra militante de los 70, Teresa Vázquez. Posteriormente hablo la Jefa de la Misión venezolana en Argentina, Stella Lugo, quien evocó lo que significaron para el continente las dictaduras de los 70, refiriéndose en especial a los años de horror que vivió el pueblo argentino. Particular énfasis y emoción puso Lugo al recordar el ejemplo de lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, refiriéndose luego al perfil militante de los jóvenes venezolanos que fueron secuestrados y algunos de ellos asesinados por los militares.
Posteriormente habló el director de Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, quien evocó el perfil de luchador, excelente fotógrafo y gran compañero de Colmenares. Se refirió también a la hermosa relación de trabajo y militancia que Jaime mantuvo con Cristina Bettanin, y el significado de familia revolucionaria que constituyeron los Bettanin, de los que la madre de Cristina, Juani, era un baluarte en ese sentido. “Eran, desde todos los puntos que se los pudiera ver, una familia subversiva frente al orden establecido, y Jaime era uno más en ese núcleo de amor y compromiso”.
Posteriormente, habló el ex militante del FAS en Tucumán, José “Macho” Luna, quien dibujó el recorrido de la militancia de Milton Marinelli y la propia en la provincia de Tucumán. Las luchas estudiantiles ligadas al movimiento obrero, las detenciones, torturas y la posterior salida desde la prisión de Luna al exterior, primero a Colombia y luego a Venezuela. Alli, se entera que Marinelli había sido nuevamente detenido e inicia con otros compañeros una campaña de solidaridad y visibilización del hecho, que concluye felizmente con la libertad de Milton.
Finalmente, el encuentro por la memoria, culminó con la plantación de un árbol en la puerta de la embajada, en homenaje a esos luchadores venezolanos que militaron en Argentina y a los 30mil jóvenes que fueron asesinados por la peor dictadura militar que soportó el país.
Como todos sabemos, el día de hoy, 24 de marzo, se conmemora en Argentina a los militantes políticos y a las víctimas civiles que sufrieron violaciones de derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar, autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”, que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
Durante la última dictadura militar en Argentina hubo numerosos migrantes, según la CONADEP más de 600, que fueron víctimas del secuestro, de detenciones clandestinas, de tortura, algunos de ellos fueron asesinados o desaparecidos y otros lograron sobrevivir a las violencias físicas y psicológicas de la que fueron objeto del “poder concentracionario” en los Centros Clandestinos de Detención, todo esto era parte de un proceso de violencia política que no era nuevo pero que alcanzó características extremas a partir de 1976, es decir, ya no era la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) ni los decretos de aniquilamiento hacia un sector insurgente, sino que era la dictadura contra toda una sociedad en la cual veía enemigos internos y había que disciplinar. Para el gobierno militar existió una “guerra antisubversiva”, crearon al enemigo interno “subversivo”, que ya no era el enemigo interno “comunista” dentro del peronismo. Todo esto en un marco mundial de Guerra Fría, del Plan Cóndor y de la Escuela de Las Américas.
En ese contexto, entre el 27 de marzo de 1976 y el 4 de mayo de 1978 fueron detenidos, desaparecidos, torturados y ejecutados en centros clandestinos de detención, cuatro jóvenes de nacionalidad venezolana, migrantes venezolanos en Argentina. Uno fue asesinado y calcinado su cuerpo, uno sigue desaparecido y dos lograron ser liberados. Dos de ellos eran estudiantes universitarios. Todos estuvieron comprometidos en la lucha contra la dictadura y las reivindicaciones sociales. Ninguno se conoció con el otro. Fueron detenidos en años diferentes, en distintas ciudades y sus familiares en Venezuela eran de ciudades distantes unas de otras.
Veamos una breve semblanza de cada uno:
José Enrique Tomanelli Desimini (1953−1976), nació en los Guayos, Estado Carabobo. Hijo de inmigrantes italianos en Venezuela. La familia se traslada en 1958 a Argentina por motivos de salud del padre. Fue militante de la Juventud Peronista (JP) y de Montoneros entre 1973 – 1976. Secuestrado en la localidad de Campana el 27 de marzo de 1976, fue asesinado el 2 de abril de 1976 en Escobar junto a otros cautivos. Su cuerpo fue calcinado, encontrado en una tumba marcada como N/N (sin nombre) el 4 de abril de 1976. Acusado del homicidio: Oficial de la Policía Bonaerense Luis Abelardo Patti (el caso lo lleva la Fiscalía del Partido de General San Martín). La familia realizó gestiones ante la Embajada de Venezuela apelando a su nacionalidad, nunca obtuvo respuestas. El 24 de marzo de 2013 se inauguró un Espacio por la Memoria en la plaza “Juan Manuel de Rosas” de Escobar, al lado de la comisaría 1ra, donde en 1976 funcionó un Centro Clandestino de Detención. En el acto se enterró las cenizas de José Enrique, que fueron identificados por estudios forenses y exámenes genéticos en el 2012. La embajada de Venezuela en ese momento hizo acto de presencia en Escobar.
Su legajo es el No 1916 del Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
Jaime José Colmenares Ramírez (1949−1977), nació en Valera, Estado Trujillo, el 17 de
octubre de 1949. En febrero de 1969 se traslada a Buenos Aires, Argentina, como artista
becado con fondos estatales del gobierno venezolano a través del Instituto de Cultura y
Bellas Artes (INCIBA), junto a otros dos jóvenes artistas: Francisco Grisolía Dávila y
Gregorio Torres.
En Buenos Aires conoce a la reportera gráfica Cristina Bettanin con la cual se
casó en el año de 1971 en Ejido, Estado Mérida. Cristina era hija del dibujante, artista
plástico, cineasta y militante peronista Alfredo Atilio Bettanin (colaborador de la revista
De Frente 1953 – 1956 y diagramador de la revista Dinamis del sindicato de Luz y
Fuerza a finales de los sesenta) y de Elba Juana Ferraro de Bettanin. Era hermana de los
periodistas y militantes de Juventud Peronista (JP) Guillermo Juan Bettanin
(secuestrado-desaparecido desde el 7 de mayo de 1976) y Leonardo Bettanin, este
último era un cuadro político de la corriente peronista de izquierda Tendencia
Revolucionaria, llegó a ser diputado nacional por Capital Federal en las elecciones del
11 de marzo de 1973 por el Frente Justicialista de Liberación Nacional (FREJULI), en
septiembre de 1974 fue uno de los diputados que renunció a su banca en desacuerdo con
el proyecto de Código Penal pero mantuvo su militancia política en la organización
Montoneros.
Jaime, que era pintor, se interesó por la fotografía a través de Cristina, trabajó de
reportero gráfico en el diario Noticias y, en las revistas Ya y Evita Montonera. Jaime fue
secuestrado-desaparecido el 2 de enero de 1977 (27 años al momento del secuestro), en la calle 2, N° 626 del barrio Gráfico, en Fisherton, Rosario, Santa Fe, en la casa de su
cuñado Leonardo y de su esposa María Inés Luchetti (embarazada de nueve meses), que
vivían allí junto a sus hijas Mariana (tres años) y Carolina (un año y medio).
En testimonios de las sobrevivientes Juana Ferraro de Bettanin y María Inés
Luchetti de Bettanin por la Causa Feced (1984) narran lo siguiente sobre aquel 2 de
enero: estaban en una reunión familiar. Allí fue asesinado Leonardo, Roque Julio
Maggio y Clotilde Tozzi (estos últimos amigos militantes de la familia); Cristina
Bettanin tomó una pastilla de cianuro, murió en el trayecto a la Comisaría de Fisherton;
estaban cuatro niñas que fueron llevadas a una comisaría de menores: Mariana Bettanin,
Carolina Bettanin, Paula Maggio de dos años de edad, hija de Roque, y Bárbara Tozzi
de un año de edad, hija de Clotilde; Juana y María Inés fueron llevadas y torturadas al
Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario (SI), que terminó siendo
un gran CCD y luego apresadas en la Alcaidía de Mujeres de la Jefatura de Rosario
hasta el 11 de octubre de 1977 (María Inés y Cristina Inés), y el 24 de diciembre de
1977 (Juana); María Inés dio a luz en cautiverio a Cristina Inés; Jaime Colmenares fue
trasladado al SI junto a Juana y María Inés, allí fue torturado, Juana sabe de él hasta el
día 7 de enero de 1977, ya que un guardia-colaborador, José “El Pollo” Baravalle, le
informa que Jaime había sido quemado por accidente.
Según una declaración jurada del 24 de julio de 1984 ante la Embajada de
Argentina en Caracas, el exiliado argentino Lisandro Raúl Cubas declaró que en su
detención ilegal en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) compartió cautiverio
con una persona de nacionalidad venezolana que era fotógrafo, al cual tenían trabajando
en el laboratorio de fotografía que se encontraba en el sótano, hacia fines de marzo de
1977 el venezolano fue trasladado de allí, ese venezolano era Jaime Colmenares,
identificado por Cubas en un encuentro en Venezuela con Betty Colmenares, hermana
de Jaime, quien le mostró una foto de Jaime. Daniel Lastra y Marcelo
Camilo Hernández también reconocieron a Jaime Colmenares en la ESMA.
Jaime sigue desaparecido. Todos los 24 de marzo, desde el año 2017, en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el Grupo de Reporteros Gráfico 81 (GRG81) y la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) marchan con imágenes de sus reporteros gráficos desaparecidos por la última dictadura, entre ellos Jaime. Legajo N° 7678, CONADEP.
Lilido Nelson Ramírez Iglesia (1944−2018), nació en Encontrados, Estado Zulia. Llegó a
Argentina en 1964, se radicó en Corrientes donde ingreso a la Facultad de Veterinaria de la
Universidad Nacional del Nordeste. Estudió con recursos propios. Su hermano estudió
Medicina también en Argentina unos años antes. Fue secuestrado el 28 de noviembre de 1977. Militaba en una organización estudiantil perteneciente a la Federación Argentina
Universitaria de Izquierda (FAUDI). Sobreviviente. Fue expulsado de Argentina por el
Poder Ejecutivo Nacional, el 31 de agosto de 1978, mediante el Decreto S
2050⁄1978, basado en la Ley migrante 21259. Falleció en Venezuela el 19 de abril de 2018. No hay datos de él en la CONADEP. Lilido fue liberado gracias a gestiones de su familia y de la cancillería venezolana. Se convirtió en un prestigioso científico venezolano de las áreas de Genética y Reproducción Animal, pero más nunca regreso a Argentina. Lo sobrevive su esposa y sus hijos.
Milton Gabriel Marinelli Sequera (1953), nació el 17 de junio de 1953 en Miranda, Estado Carabobo.
Había comenzado a estudiar en 1969 en la Facultad de
Agronomía y Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela (UCV) sede que
queda ubicada en el Limón, Maracay, Estado Aragua, pero a partir del 31 de octubre de
1969 hasta febrero de 1971 la UCV fue intervenida, allanada y cerrada por órdenes del
presidente socialcristiano Rafael Caldera por motivo de constantes protestas contra la
reforma a la Ley de Universidades. La versión oficial es que la toma era preventiva con
el objetivo de capturar francotiradores.
Milton participó de las protestas y se vio afectado por la intervención. Es cuando
decidió migrar y seguir sus estudios en Argentina en la cual tenía un amigo venezolano
estudiando en Tucumán, Eduardo Ramos. Milton se trasladó a Argentina por sus
propios medios para cursar estudios de Ingeniero Zootecnista en la Facultad de
Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Llegó a
Tucumán en abril de 1973 para comenzar sus estudios, la inflación era muy alta y ya la
familia no podía costear los estudios así que lograron obtener en 1974 una beca por el
recién creado Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, gestiones que se hicieron
desde Venezuela por su familia.
En mayo de 1976 contrajo matrimonio con la argentina Graciela Inés González
Tosi con la cual tiene un hijo ese mismo año, llamado Gabriel.
Militó en el Grupo de Base Independiente (GBI) y participó de las luchas estudiantiles por el Comedor Universitario.
Fue secuestrado-desaparecido el 4 de mayo de 1978. Sobreviviente. Expulsado de Argentina por el PEN, el 7 de agosto de 1978, mediante el Decreto S 1797⁄1978, basado en la Ley 21259. No hay datos de él en la CONADEP.
Milton sobrevive gracias a un arduo trabajo de militancia de los derechos humanos realizado por las demandas de su familia, la presión de diversos activistas, por ejemplo, exiliados argentinos como José Luna, desde ProRefugiados como el padre Juan Vives Suria, José Vicente Rangel y Héctor Mujica del PCV. Al final el gobierno venezolano intervino mediante cancillería para que la Junta Militar argentina legalizara a Milton.
Hoy nos falta Jaime, hoy día hay causas abiertas por estos casos presentados, hoy pedimos memoria, verdad, justicia y reparación…
30mil presentes!!!