Boli­via. Anto­nio Abal: «El de Eva Copa es un fenó­meno muy intere­san­te, que pue­de irra­diar­se al res­to del país»

Por Car­los Azná­rez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de mar­zo de 2021.

Este fin de sema­na se rea­li­za­ron las elec­cio­nes sub­na­cio­na­les, las pri­me­ras que se hacen des­pués de la vic­to­ria del bino­mio de Lucho Arce y David Cho­quehuan­ca. Esta vez hubo resul­ta­dos cier­ta­men­te agri­dul­ces. El MAS obtu­vo varias gober­na­cio­nes y alcal­días, pero en las gran­des ciu­da­des, la dere­cha gol­pis­ta cose­chó votos y vic­to­rias preo­cu­pan­tes. Sobre esta situa­ción habla­mos con Anto­nio Abal, ex cón­sul en Argen­ti­na y esme­ra­do ana­lis­ta de polí­ti­ca nacio­nal e internacional . 

-¿Cuál es el pri­mer balan­ce de estos comicios?

-Creo que el mapa que tene­mos aho­ra en el país, resul­ta más efi­caz que cual­quier manual de aná­li­sis y teo­ría polí­ti­ca de la reali­dad boli­via­na. Se están demos­tran­do en los hechos mate­rial­men­te, las cons­truc­cio­nes prin­ci­pa­les de la socie­dad local. Es decir, estos núcleos con­cen­tra­dos en zonas urba­nas con un fuer­te con­ta­gio de lo que son las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les y, ade­más, con cla­rí­si­mas, posi­cio­nes con res­pec­to a los pue­blos ori­gi­na­rios. Que­dó todo cla­ro. Con­so­li­dan­do una visión del país, con con­te­ni­do ideo­ló­gi­co. Por ejem­plo, se mani­fes­ta­ron en los días de terror de noviem­bre de 2019, los hechos urba­nos gene­ra­ron este tipo de diná­mi­ca. Y esto que­dó plas­ma­do en estas elec­cio­nes: Me pare­ce que es un buen momen­to para refle­xio­nar acer­ca del posi­cio­na­mien­to polí­ti­co que debe­ría tener el gobierno, no sola­men­te en el tér­mino de con­quis­ta terri­to­rial sino como hori­zon­te ideo­ló­gi­co polí­ti­co de acción. Esta es una señal y ense­ñan­za que hay que reco­ger de este nue­vo mapa polí­ti­co que nos dejan las elec­cio­nes subnacionales. 

Evi­den­te­men­te, siem­pre que han habi­do elec­cio­nes de este tipo, el MAS ha teni­do más apo­yo en núcleos rura­les que urba­nos. Pero ocu­rre en esta opor­tu­ni­dad que los resul­ta­dos impac­tan. A pocos meses de haber gana­do una elec­ción con­tra el gol­pis­mo, de pron­to apa­re­cen ven­cien­do con una bue­na can­ti­dad de votos, can­di­da­tos abier­ta­men­te gol­pis­tas y de dere­cha, léa­se Man­fred Reyes Villa en Cocha­bam­ba, léa­se Cama­cho en San­ta Cruz,o Iván Arias en La Paz. ¿A qué se debe esta reapa­ri­ción, tan con­tun­den­te, de estos per­so­na­jes que tan­to mal le han hecho al pue­blo boliviano?

Días atrás, en un diá­lo­go que tuve con unas per­so­nas, me con­sul­ta­ban quién era el gran per­de­dor, por­que en algu­nos medios se dice que el gran per­de­dor es el MAS. Pero no es así, el gran per­de­dor es Car­los Mesa, quien que­ría arti­cu­lar un pro­yec­to polí­ti­co nacio­nal y ser la cabe­za polí­ti­ca visi­ble y a par­tir de ahí, pro­yec­tar la orga­ni­za­ción polí­ti­ca a futu­ro. Este pro­yec­to ha fra­ca­sa­do, no exis­te opo­si­ción nacio­nal, el pano­ra­ma mues­tra que son frag­men­tos de dere­cha, que han gana­do algu­nas elec­cio­nes, pero una orga­ni­za­ción con­sis­ten­te a nivel nacio­nal no exis­te. El gran per­de­dor es el pro­yec­to inte­gra­dor con carac­te­rís­ti­cas nacio­na­les. El otro fenó­meno tie­ne que ver con los suce­sos pre­vios de noviem­bre de 2019. Iván Arias que aho­ra si no hay sor­pre­sa es alcal­de de La Paz, decía “o nos uni­mos o nos hun­di­mos”. Estu­vo empe­ña­do en jun­tar todas las frac­cio­nes de la dere­cha en Boli­via y no tuvo éxi­to. En La Paz se ha dado eso, han habi­do renun­cias de can­di­da­tos o quie­nes han decli­na­do su pos­tu­la­ción y otros han apo­ya­do la elec­ción de Iván Arias. No es una reac­ti­va­ción polí­ti­ca, es un voto con­tra­rio al MAS. Son pro­yec­tos per­so­na­les, están basa­dos en el can­di­da­to. más que en la pro­pues­ta. Se han con­fir­ma­do ten­den­cias polí­ti­cas ideo­ló­gi­cas. Por ejem­plo, en San­ta Cruz y el caso de la ciu­dad de La Paz, no el depar­ta­men­to. Hay sor­pre­sas en otros depar­ta­men­tos que opta­ron por una ter­ce­ra vía. No es casual que el par­ti­do en el cual se han cobi­ja­do algu­nos can­di­da­tos sea el Ter­cer Sis­te­ma. Enton­ces, la diná­mi­ca polí­ti­ca en Boli­via está defi­ni­da por esos dos ejes. Una orga­ni­za­ción polí­ti­ca nacio­nal que pese a todo man­tie­ne un cau­dal de vota­ción muy fuer­te y por el otro la des­ar­ti­cu­la­ción de un pro­yec­to nacio­nal de una opo­si­ción con­sis­ten­te y dura­de­ra en tér­mi­nos de mate­ria política. 

-Ha habi­do un fenó­meno que los ana­lis­tas des­ta­can, que es el de la irrup­ción, con una muy bue­na elec­ción, de Eva Copa, en El Alto, la trin­che­ra de la izquier­da masis­ta, que no es la pri­me­ra vez que se pier­de. Pero en el caso de Eva Copa, sabe­mos las idas y vuel­tas que hubo y que final­men­te que­dó afue­ra del MAS y en la agru­pa­ción Jalla­lla y sufrió una gue­rra sucia “por izquier­da» que inclu­so lle­ga­ron a acu­sar­la de ser de la CIA. Sin embar­go, el pue­blo la votó y la votó real­men­te el pue­blo humil­de, todo lo con­tra­rio de lo ocu­rri­do en La Paz con los votan­tes de Iván Arias. ¿Cómo ana­li­zar ese fenómeno?

-En El Alto se come­tió el mis­mo error que las elec­cio­nes de 2015. Es decir, se puso un can­di­da­to que no con­ta­ba con la con­fian­za de la orga­ni­za­ción ni con la con­fian­za de la gen­te. Míni­ma­men­te cual­quier estra­te­ga polí­ti­co sabe que si no se cum­ple con esas con­di­cio­nes, se va al fra­ca­so. Eso ocu­rrió cuan­do Sole­dad Cha­pe­tón en 2015 salió de Uni­dad Nacio­nal, y cla­ra­men­te, varios sec­to­res que acom­pa­ña­ban al MAS hicie­ron voto cas­ti­go. Aho­ra no es voto cas­ti­go, sino que aho­ra se ali­nea­ron con una can­di­da­tu­ra: Eva Copa. Ella tie­ne las posi­bi­li­da­des de arti­cu­lar con un movi­mien­to de carác­ter nacio­nal. Ya hay varias orga­ni­za­cio­nes que apo­yan esta emer­gen­cia de unos can­di­da­tos que, si bien, como es el caso de Eva Copa, no vie­ne de una lar­ga tra­yec­to­ria polí­ti­ca, ha logra­do como cues­tio­na­do­ra, tener posi­ción crí­ti­ca al res­pec­to de las orga­ni­za­cio­nes del MAS. Sem­bró pre­ce­den­te por­que mues­tra que se pue­de tener posi­ción cohe­ren­te con un pro­yec­to polí­ti­co. Eso es lo que ella ha esta­do dicien­do, y ade­más jugar en tér­mi­nos demo­crá­ti­cos para demos­trar que no hay que tor­cer la volun­tad nacio­nal. Es cier­ta­men­te un fenó­meno muy intere­san­te, que pue­de irra­diar­se al res­to del país. De esta for­ma, hacer aque­llo que hace tiem­po se había pen­sa­do en Boli­via: que el MAS apa­re­cie­ra como una fuer­za nacio­nal fuer­te pero que al mis­mo tiem­po el pue­blo gene­re una opo­si­ción polí­ti­ca en los mis­mos tér­mi­nos ideo­ló­gi­cos. Esto ya se plan­teó en la Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te, cuan­do el MAS qui­so orga­ni­zar otra serie de orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas que res­pon­die­ran a un mis­mo linea­mien­to del MAS. Es una posi­bi­li­dad, fren­te a una dispu­ta entre fuer­zas que van a tener dife­ren­cias en sus par­ti­cu­la­ri­da­des, pero un mis­mo pro­yec­to his­tó­ri­co. Plan­tea desa­fíos para Eva Copa, has­ta dón­de sos­tie­ne el tema de su cohe­ren­cia ideo­ló­gi­ca y no se deja lle­var por, en este caso, el “due­ño”, entre comi­llas, de la sigla polí­ti­ca por la que ha sido elec­ta. Este tipo de dispu­tas, entre quie­nes alqui­lan la sigla y quie­ren mane­jan lue­go la ges­tión, es lo que per­ju­di­ca, diga­mos, a muchos pro­yec­tos que en Boli­via han fracasado. 

-Ves como posi­ble que en La Paz, en una segun­da vuel­ta, Fran­klin Flo­res del MAS, que ha gana­do, con mucha ampli­tud, pue­da tener por con­trin­can­te a San­tos Quis­pe, el hijo de Feli­pe Quis­pe, el Malku, ¿pue­de dar­se un vuel­co de votos hacia Quis­pe allí?

-Es una posi­bi­li­dad, y cier­ta. Por una sen­ci­lla razón, entre un 15 y 20% de apo­yo que ha teni­do el otro Quis­pe, Rafael Quis­pe, en una even­tual segun­da vuel­ta van a ir a San­tos Quis­pe, por­que el pro­yec­to es «con­tra el MAS» no es a favor de un can­di­da­to. Acá lle­va­ría las de ganar San­tos Quis­pe en un even­tual ballo­ta­ge en La Paz.

-Vos decías, que uno de los gran­des derro­ta­dos fue Car­los Mesa. No es de rigor pen­sar que tam­bién per­dió la polí­ti­ca del “dedo” con que el pro­pio Evo Mora­les eli­gió algu­nos can­di­da­tos con que la base no esta­ba de acuer­do ¿cómo lo ves?

-Más que una derro­ta per­so­nal de Evo Mora­les, es una derro­ta al MAS. Que está intere­sa­da en arti­cu­lar con una cla­se media que ha dado mues­tras de que no es afín al MAS. Per­sis­tir en esa estra­te­gia polí­ti­ca no es salu­da­ble, ni para la cohe­ren­cia ideo­ló­gi­ca del MAS ni para un pro­yec­to polí­ti­co a lar­go pla­zo. Esto lle­va­rá a una refle­xión, segu­ra­men­te, de estas ten­den­cias que están bus­can­do des­de hace mucho tiem­po, apro­xi­ma­ción a la cla­se media, que ya ha demos­tra­do que no es real­men­te una opción. Eso se ha mos­tra­do con cla­ri­dad meri­dia­na res­pec­to del posi­cio­na­mien­to de la cla­se media boli­via­na con reti­cen­cia al MAS y lue­go la mate­ria­li­za­ción del pen­sa­mien­to ideo­ló­gi­co, estoy hablan­do en tér­mi­nos de colo­nia­lis­mo y en tér­mino de racis­mo expre­sa­do muchas veces en Boli­via. Esto tie­ne que acla­rar­se de una vez y así con­for­mar corrien­tes cohe­ren­tes entre el dis­cur­so y la acción de un pro­yec­to his­tó­ri­co. Me pare­ce que es el momen­to de una refle­xión pro­fun­da y así se lo han mani­fes­ta­do diri­gen­tes socia­les que inclu­so han toma­do acti­tu­des muy cla­ras, como la de Segun­di­na Flo­res de feli­ci­tar el triun­fo de Eva Copa. Enton­ces, esta­mos en una diná­mi­ca polí­ti­ca en Boli­via, que espe­re­mos sea un sal­to cua­li­ta­ti­vo y no de retorno a un pasa­do caó­ti­co espe­cial­men­te en el posi­cio­na­mien­to polí­ti­co de MAS.

Trans­crip­ción: Julia Mottura

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