Resumen Latinoamericano, 13 de marzo de 2021.
La población privada de la libertad del Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá ‑COMEB La Picota – denuncian falta de suministros médicos y mala alimentación.
La población privada de la libertad del Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá ‑COMEB La Picota – denuncia la falta de suministros médicos y mala alimentación. En un comunicado informal realizado por integrantes del Movimiento Nacional Carcelario MNC- lanzaron un S.O.S. En el informan a organizaciones defensoras de Derechos Humanos, entes de control y medios de comunicación la difícil situación que viven.
Exponen con alarma y preocupación que en la sección de Sanidad del Eron Picota no hay medicamentos; ni siquiera para atender primeros auxilios.
«Es motivo de alarma y preocupación que hoy nos aqueja al enterarnos de que en la sección de Sanidad del Eron Picota no hay ninguna clase de medicamentos ni siquiera para atender primeros auxilios así como tampoco hay disponible una jeringa para inyectar la insulina a los pacientes que padecen de diabetes«
Ante esta situación exigen la intervención inmediata de la secretaría de salud del Distrito Capital. Así como acciones urgentes de los entes veeduría y control.
En la comunicación emitida, evidencian la mala alimentación recibida. Afirman que no se cumple con las cantidades especificadas y la pésima calidad de los productos.
«No menos dramático es la situación que se está presentando con la alimentación suministrada a la población carcelaria, en donde aparte de no cumplir con las cantidades, especificaciones y calidad de los productos (los tubérculos como la papa llega medio cocida, carcomida, con gusanos y mugre«
Segun los PPL, las problemática expuestas han agotado escenarios de reuniones; puesto que concluyen en compromisos que no reflejan mejoría, sino excusas de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios. Además la población adolece de formas para mejorar su dieta alimentaria; ya que en encomiendas es muy reducida la entrada y los expendios administrados por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario en el último año estuvieron vacíos.
Fuente: Trochando sin fronteras