Cuba. Pri­mer Con­gre­so del Par­ti­do: Y sigue la Revolución

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 2 de mar­zo de 2021.

“A ti que te sien­tes como gota de agua en este mar de pue­blo; a ti que has teni­do la gran­de­za de guiar­nos y con­ver­tir­nos en pro­ta­go­nis­tas de la haza­ña de fun­dar a las puer­tas del impe­ria­lis­mo el pri­mer Esta­do obre­ro-cam­pe­sino de Amé­ri­ca; a ti que con tu queha­cer y pen­sa­mien­to nos impreg­nas, día tras día, de espí­ri­tu inter­na­cio­na­lis­ta y patrió­ti­co, de espí­ri­tu revo­lu­cio­na­rio y comu­nis­ta; a ti que nos has ense­ña­do el camino de la vic­to­ria y de la fe en los pue­blos y en los hom­bres; a ti que, usan­do una fra­se de Mar­tí, has hecho mover­nos cie­lo arri­ba, por don­de va de eco en eco, volan­do el redo­ble; a ti, Fidel, per­mí­te­me en esta oca­sión his­tó­ri­ca, decir­te que los vien­tos podrán des­nu­dar los árbo­les, pero la Revo­lu­ción que tú ini­cias­te y el Par­ti­do de Fidel Cas­tro, no habrá fuer­za capaz de des­po­jar­los de su ropa­je de pure­za y virtud.

De esa pure­za y vir­tud con que tú has ves­ti­do a la Revo­lu­ción y al Partido.

De ahí la ale­gría en el Congreso.

De ahí la inmen­sa ale­gría de más de un millón de cuba­nos que se die­ron cita en la Pla­za para apro­bar al Comi­té Cen­tral y los acuer­dos del Pri­mer Congreso”.

Juan Marre­ro

Perió­di­co Gran­ma, 23 de diciem­bre de 1975

17 de diciem­bre de 1975. Tea­tro Karl Marx. En minu­tos comen­za­ría el Pri­mer Con­gre­so del Par­ti­do Comu­nis­ta de Cuba, a 16 años del triun­fo sobre la dic­ta­du­ra de Ful­gen­cio Batis­ta, y a diez de cons­ti­tui­do su pri­mer Comi­té Central.

La tras­cen­den­cia de los deba­tes, reso­lu­cio­nes y dis­cur­sos pro­nun­cia­dos en este Con­gre­so, que cul­mi­na­ría el día 22 con una clau­su­ra en la Pla­za tra­za­ron el rum­bo a seguir por la Revolución.

Se escu­cha­ban las bro­mas a algu­nos dele­ga­dos que se ponían por pri­me­ra vez tra­je y cor­ba­ta o ele­gan­tes ves­ti­dos y deja­ban momen­tá­nea­men­te sus habi­tua­les ropas de obre­ros, cam­pe­si­nos, sol­da­dos, poli­cías, maes­tros, médi­cos, inte­lec­tua­les, perio­dis­tas, cien­tí­fi­cos o estu­dian­tes. El lema de la con­vo­ca­to­ria era: “¡Al Pri­mer Con­gre­so! ¡Por nue­vas vic­to­rias de la Patria y el Socialismo!”.

No que­da duda que uno de los momen­tos más emo­ti­vos fue cuan­do Fidel dio la noti­cia de la muer­te en com­ba­te, como inter­na­cio­na­lis­ta en Ango­la, del coman­dan­te Raúl Díaz Argüe­lles. Unos días antes, el 11 de diciem­bre, en defen­sa del her­mano país afri­cano inva­di­do por tro­pas suda­fri­ca­nas y en apo­yo al Movi­mien­to para la Libe­ra­ción de Ango­la (MPLA) y a su pue­blo, cayó Díaz Argüelles.

En el Pri­mer Con­gre­so se apro­ba­ron las tesis, los Esta­tu­tos y la Pla­ta­for­ma Pro­gra­má­ti­ca del Par­ti­do Comu­nis­ta de Cuba, así como reso­lu­cio­nes sobre la polí­ti­ca de for­ma­ción, selec­ción, ubi­ca­ción, pro­mo­ción y supera­ción de cua­dros, las Direc­ti­vas para el desa­rro­llo eco­nó­mi­co y social en el quin­que­nio 1976 – 1980, y sobre la Cons­ti­tu­ción y la Ley de trán­si­to constitucional.

El infor­me cen­tral leí­do por Fidel con­tó con el aná­li­sis his­tó­ri­co de la Revo­lu­ción como con­ti­nui­dad de las pri­me­ras luchas por la inde­pen­den­cia, y siguió con la rese­ña del desa­rro­llo eco­nó­mi­co logra­do en dis­tin­tas ramas. Se ana­li­za­ron tam­bién los erro­res come­ti­dos en esos años, la pro­yec­ción del Sis­te­ma de Direc­ción de la Eco­no­mía, el rum­bo pre­vis­to para el futu­ro en los pla­nes quin­que­na­les, y se dis­cu­tió sobre el desa­rro­llo social, edu­ca­ción, cul­tu­ra, depor­te, salud, inves­ti­ga­cio­nes cien­tí­fi­cas, aten­ción a la infan­cia, segu­ri­dad social, polí­ti­ca labo­ral y el sis­te­ma judicial.

Pri­mer Con­gre­so del Par­ti­do Comu­nis­ta de Cuba, en diciem­bre de 1975. Foto: Granma

En su dis­cur­so de clau­su­ra, Fidel sub­ra­yó que, “como prin­ci­pio revo­lu­cio­na­rio, com­pa­ñe­ros, siem­pre será mil veces pre­fe­ri­ble la auto­crí­ti­ca a la auto­com­pla­cen­cia. ¡Y siem­pre será pre­fe­ri­ble la auto­hu­mi­lla­ción al auto­elo­gio! Y cree­mos real­men­te que los diri­gen­tes revo­lu­cio­na­rios tene­mos que estar­nos cons­tan­te­men­te ana­li­zan­do y auto­cri­ti­cán­do­nos, si no en públi­co, en pri­va­do. Siem­pre debe­mos estar ajus­tan­do cuen­tas con nues­tras con­cien­cias. Y nun­ca, jamás, pode­mos estar con­for­mes con noso­tros mis­mos, por­que el hom­bre que esté con­for­me con­si­go mis­mo no es revolucionario”.

En sus deba­tes y dis­cu­sio­nes se habló de la ayu­da brin­da­da al Movi­mien­to para la Libe­ra­ción de Ango­la (MPLA) en su lucha con­tra las tro­pas de Áfri­ca del Sur, y se abor­dó la polí­ti­ca cuba­na de soli­da­ri­dad con los gobier­nos pro­gre­sis­tas y los movi­mien­tos revo­lu­cio­na­rios de Áfri­ca y con el pue­blo her­mano de Puer­to Rico. Fidel sub­ra­yó el papel de la polí­ti­ca exte­rior de Cuba, basa­da en la fir­me­za de prin­ci­pios y la subor­di­na­ción de las posi­cio­nes cuba­nas a las nece­si­da­des inter­na­cio­na­les de la lucha por el socia­lis­mo y la libe­ra­ción nacio­nal de los pue­blos, al tiem­po que lla­mó a la uni­dad de las fuer­zas progresistas.

“¡Esta­mos cum­plien­do un ele­men­tal deber inter­na­cio­na­lis­ta cuan­do ayu­da­mos al pue­blo de Ango­la!”, dijo Fidel ante todos los dele­ga­dos. “No bus­ca­mos petró­leo, ni bus­ca­mos cobre, ni bus­ca­mos hie­rro, ni bus­ca­mos nada en abso­lu­to. Sim­ple­men­te apli­ca­mos una polí­ti­ca de prin­ci­pios”, agregó.

El Pri­mer Con­gre­so del PCC mar­có el ini­cio del pro­ce­so de ins­ti­tu­cio­na­li­za­ción del país, que se iría con­so­li­dan­do en los meses siguien­tes con la nue­va divi­sión polí­ti­co-admi­nis­tra­ti­va, el sur­gi­mien­to de los órga­nos del Poder Popu­lar y la apro­ba­ción de la Cons­ti­tu­ción Socia­lis­ta de 1976, la cual sus­ti­tu­yó a la de 1940.

Con pla­zos entre uno y otro que abar­ca­ron cin­co años, y mayo­res en los tiem­pos más duros del Perío­do Espe­cial; pues entre el V Con­gre­so cele­bra­do en 1997 y el VI, efec­tua­do en el 2011, trans­cu­rrió más de una déca­da, cada even­to par­ti­dis­ta tuvo su pecu­lia­ri­dad histórica.

El Pri­mer Con­gre­so del PCC mar­có el ini­cio del pro­ce­so de ins­ti­tu­cio­na­li­za­ción del país. Foto: Granma

Aquel 22 de diciem­bre, en la clau­su­ra, Fidel tam­bién diría: 

“Había un perío­do tre­men­do —y noso­tros lo expli­cá­ba­mos hoy en el Comi­té Cen­tral— en que había que cui­dar a los líde­res extra­or­di­na­ria­men­te, por­que esta­ban jugan­do un rol deci­si­vo. Fue­ron aque­llos tiem­pos crí­ti­cos. Y yo hube de plan­tear; bueno, si me matan a mí, que­da Raúl, y no van a liqui­dar la Revo­lu­ción. Todo esto ha ido cam­bian­do. Ya pue­do fal­tar yo, pue­de fal­tar Raúl y sigue la Revo­lu­ción; fal­ta el Buró Polí­ti­co, y sigue la Revo­lu­ción. ¡Qué extra­or­di­na­ria cosa! Fal­ta el Comi­té Cen­tral y sigue la Revo­lu­ción. Si esa pared caye­ra, y des­apa­re­cie­ra todo ese Comi­té Cen­tral, esta­mos segu­ros de que uste­des se reu­ni­rían y ele­gi­rían otro buen Comi­té Cen­tral. Pero voy más lejos: fal­ta este Con­gre­so, es decir, este con­jun­to de dele­ga­dos, y sigue la Revolución”.

En video, Rese­ñas del I Con­gre­so del PCC

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