Resumen Latinoamericano, 13 de marzo de 2021.
Cuba recuerda hoy una de las acciones más heroicas protagonizadas por la juventud contra la tiranía de Fulgencio Batista (1952−1958), al conmemorarse el aniversario 64 del asalto al Palacio Presidencial.
El 13 de marzo de 1957 un grupo de integrantes del Directorio Revolucionario, brazo armado de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), puso en marcha el plan que tenía como propósito el ajusticiamiento del dictador, quien llegó a la presidencia luego de un golpe de Estado (marzo de 1952).
Desde entonces, su gobierno se caracterizó por la subordinación a Estados Unidos, las violaciones a la Constitución de 1940 y la brutal represión contra las organizaciones de izquierda, refiere el historiador cubano Pedro García; de ahí que las nuevas generaciones se enfrentaran a sus designios.
El presidente de la FEU, José Antonio Echeverría, planificó el asalto y también la ocupación de la emisora Radio Reloj, desde donde exhortarían al pueblo a sumarse a la insurrección armada en las ciudades y apoyar así al movimiento guerrillero en la Sierra Maestra (oriente), liderado por Fidel Castro.
Cumplía de esta manera el compromiso de la llamada Carta de México, firmada en agosto de 1956, donde el Movimiento 26 de Julio y la FEU, organizaciones que nucleaban a la juventud progresista del país, acordaron unir fuerzas para derrocar a la dictadura batistiana.
El día señalado, cerca de las tres de la tarde, varios grupos de revolucionarios salieron desde diferentes puntos de La Habana para alcanzar sus objetivos.
Un equipo encabezado por Echeverría y Fructuoso Rodríguez interrumpió las transmisiones de la emisora y dio a conocer la acción, pero no pudo concluir el llamamiento al pueblo cubano.
El otro, con Carlos Gutiérrez y Faure Chomón al frente, marchó hacia el Palacio Presidencial, donde los jóvenes sorprendieron a los guardias de la posta y lograron avanzar hasta el despacho de Batista, pero este no estaba allí.
Pasada la sorpresa inicial, el combate se tornó encarnizado y los asaltantes tuvieron que retirarse ante la escasez de parque y la ausencia del grupo de apoyo, testimonió años después Chomón.
El presidente de la FEU fue uno de los que no pudo ir a ese encuentro, pues al trasladarse de Radio Reloj a la Universidad de La Habana, donde lo esperaban algunos revolucionarios, su auto chocó con un patrullero y en el enfrentamiento perdió la vida.
‘Si caemos, que nuestra sangre señale el camino de la libertad’, escribió Echevarría en el documento considerado como su testamento político, antes de salir a ejecutar las acciones donde murieron 28 jóvenes.
El sendero trazado fue seguido por otros, quienes se incorporaron a la lucha contra la tiranía batistiana, tanto en las ciudades como en las guerrillas. Algunos igualmente cayeron en el intento de liberar a Cuba, pero contribuyeron al triunfo del 1 de enero de 1959.
Fuente: Prensa Latina