Hai­tí. «Es el oasis más empo­bre­ci­do, no el país más pobre de Amé­ri­ca»: entre­vis­ta a Henry Boisrolin

Por Lois Perez Lei­ra, Tiem­po Argen­tino /​Resumen Lati­no­ame­ri­cano, 28 de febre­ro de 2021.

Entre­vis­ta con el coor­di­na­dor del Comi­té Demo­crá­ti­co Hai­tiano en Argen­ti­na, don­de lle­gó en 1974 tras esca­par de la dic​ta​du​ra​.La situa­ción del pri­mer país deca­rar­se inde­pen­den­tien­te en Am-eri­ca y como cayó en en el colo­nia­lis­mo nuevamente.

Henry Bois­ro­lin es el coor­di­na­dor del Comi­té Demo­crá­ti­co Hai­tiano (CDH) en Argen­ti­na, for­ma­do lue­go de la ocu­pa­ción de la Emba­ja­da de Hai­tí por jóve­nes hai­tia­nos, «el mis­mo día de la fuga del dic­ta­dor Duva­lier (Jean-Clau­de, el hijo y suce­sor de Fra­nçois, el fun­da­dor de esa dinas­tía bru­tal), el 7 de febre­ro de 1986”, recuer­da. Henry estu­vo entre esos jóve­nes. En la actua­li­dad ejer­ce la docen­cia, cola­bo­ra con las Coor­di­na­do­ras de Soli­da­ri­dad con Hai­tí de Uru­guay y de Argen­ti­na y par­ti­ci­pa con orga­ni­za­cio­nes popu­la­res y de izquier­da de Hai­tí en la tra­duc­ción y difu­sión de los docu­men­tos y las acti­vi­da­des que realizan.

«Lle­gué a Cór­do­ba para estu­diar en 1974 debi­do a la per­se­cu­ción de la san­gui­na­ria dic­ta­du­ra de la fami­lia Duva­lier. Yo mili­ta­ba en las filas de una orga­ni­za­ción de izquier­da», aña­de. En su curri­cu­lum tam­bién ano­ta que empren­dió otra ocu­pa­ción a la emba­ja­da en 1991, cuan­do el gol­pe de con­tra Jean Ber­trand Aris­ti­de, el pri­mer gober­nan­te sur­gi­do de elec­cio­nes libres y demo­crá­ti­cas. Aris­ti­de, sacer­do­te sale­siano, regre­só en 1993 para com­ple­tar su man­da­to. Reele­gi­do en 2001, fue nue­va­men­te derro­ca­do en 2004. Entre sus “cul­pas” figu­ra­ban el acer­ca­mien­to a Hugo Chá­vez y reanu­dar las rela­cio­nes con Cuba.

Hai­tí, pri­mer país en Amé­ri­ca en rom­per sus lazos con el colo­nia­lis­mo, en 1804, es aho­ra una nación empo­bre­ci­da por una diri­gen­cia voraz y corrup­ta sus­ten­ta­da en suce­si­vas inter­ven­cio­nes mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses. Con­vul­sio­na­da, con pro­tes­tas, paros, movi­li­za­cio­nes mul­ti­tu­di­na­rias des­de julio del año pasa­do, cuan­do el gobierno del empre­sa­rio Jove­nel Moï­se decre­tó abu­si­vos aumen­tos en com­bus­ti­bles tras acuer­dos leo­ni­nos con el FMI,el futu­ro del país está en la nebulosa.

-¿Por qué Hai­tí es uno de los paí­ses más pobres del mundo?

-Tuvo una cons­truc­ción social y polí­ti­ca autó­no­ma has­ta 1825 más o menos. Pero es nece­sa­rio seña­lar que triun­fó una con­tra­rre­vo­lu­ción lue­go del ase­si­na­to de nues­tro liber­ta­dor, Jean-Jac­ques Des­sa­li­nes, en 1806. Se con­vir­tió en el oasis más empo­bre­ci­do, no el más pobre, al ser trans­for­ma­do en una nación neo­co­lo­nial de los EE UU. Este sis­te­ma neo­co­lo­nial es la b ase expli­ca­ti­va de la tra­ge­dia haitiana.

-¿Nun­ca vivió una ver­da­de­ra democracia?

-Hubo una muy cor­ta expe­rien­cia popu­lar y demo­crá­ti­ca con la elec­ción de Aris­ti­de en 1990, pero solo duró sie­te meses. Esa expe­rien­cia fue inte­rrum­pi­da por tro­pas al ser­vi­cio del impe­ria­lis­mo yanqui.

-¿Cómo vivió Hai­tí la pre­si­den­cia de Donald Trump y qué espe­ra de Joe Biden?

-La situa­ción de Hai­tí con Trump no varió mucho, se man­tu­vo el tute­la­je. Lo mis­mo sigue has­ta aho­ra con Biden. El sis­te­ma neo­co­lo­nial que impu­sie­ron des­de la pri­me­ra ocu­pa­ción mili­tar nor­te­ame­ri­ca­na, entre 1915 y 1934, sigue vigente.

-Los hai­tia­nos que pue­den se van del país. ¿Dón­de ter­mi­nan y cómo son tra­ta­dos en el exterior?

-Los exi­lia­dos, o aho­ra mejor dicho los migran­tes hai­tia­nos, van mayo­ri­ta­ria­men­te a los EE UU, lue­go a Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na y Cana­dá, y a par­tir de 2010, des­pués del terre­mo­to, muchos lle­ga­ron a Bra­sil y Chi­le. El tra­to en el exte­rior no es bueno, por diver­sas razo­nes. Entre éstas, están el racis­mo y las ter­gi­ver­sa­cio­nes que se han difun­di­do amplia­men­te sobre la cul­tu­ra hai­tia­na y las cau­sas fun­da­men­ta­les de su enor­me empobrecimiento.

-En cuan­to a las luchas con­tra el régi­men de Moi­së, ¿hay algu­na con­duc­ción polí­ti­ca unificada?

-No hay una direc­ción úni­ca de la lucha actual. La izquier­da tie­ne un rol bas­tan­te sig­ni­fi­ca­ti­vo, sobre todo a tra­vés de las orga­ni­za­cio­nes que se unie­ron para con­for­mar el Foro Patrió­ti­co. Lo que se plan­tea es la for­ma­ción de un gobierno de tran­si­ción, de rup­tu­ra con el sis­te­ma neo­co­lo­nial, orga­ni­zar una Con­fe­ren­cia Nacio­nal para defi­nir un nue­vo pro­yec­to de país, recu­pe­ran­do nues­tra sobe­ra­nía y auto­de­ter­mi­na­ción. Redac­tar una nue­va Cons­ti­tu­ción y orga­ni­zar elec­cio­nes des­pués de 2 años. Tam­bién enjui­ciar a los auto­res de crí­me­nes, ase­si­na­tos y masa­cres, como así tam­bién a los res­pon­sa­bles de las mal­ver­sa­cio­nes de los fon­dos del Estado. «

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