El Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules ha presentado un PGOU totalmente expansivo, que pretende revitalizar la especulación urbanística, que se ha demostrado letal como elemento dinamizador de la economía, y cuando la burbuja inmobiliaria ya explotó y generó una crisis sin precedentes. Un PGOU que provocaría la destrucción de parte de los recursos naturales del municipio: masas forestales, suelo, paisaje, espacios protegidos…
En el PGOU se plantea construir tres grandes “áreas de oportunidad”, en terrenos desgajados y alejados del actual núcleo urbano:
· Área Productiva “El Aljibe”, con uso industrial, ubicada junto a la Autovía Jerez-Los Barrios.
· Área Productiva “Polígono Agroalimentario”, ubicada en la Carretera de Benalup-Casas Viejas.
· Área de Dinamización Turística “La Sacristana”, ubicada junto a la Carretera de Puerto Gáliz, incluye usos turísticos ‑850 plazas‑, residencial ‑350 viviendas- y un campo de golf.
De especial gravedad es la pretensión del Ayuntamiento de construir la macrourbanización “La Sacristana”, de 100 hectáreas, en terrenos declarados por la UE como Zona de Especial Conservación (ZEC) Acebuchales de la Campiña Sur de Cádiz. Y no es la primera vez que se pretende urbanizar suelos protegidos; la ampliación del polígono industrial “La Palmosa” abarca terrenos incluidos en el Parque Natural Los Alcornocales, también declarado ZEC. Todas estas zonas protegidas están incluidas en la Red Natura 2000 (RN2000) de la UE.
Ecologistas en Acción-Cádiz ha denunciado que estos proyectos incumplen el nivel de protección de la RN2000, sobre lo que se ha pronunciado de forma taxativa el Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal Supremo (TS), que han dictaminado que todos los espacios RN2000 deben quedar preservados de su transformación urbanística y deben ser clasificados como Suelo No Urbanizable (SNU) de especial protección por sus valores naturales, en aplicación de la legislación española y comunitaria. Además afirman que los crecimientos urbanísticos propuestos en el PGOU superan con creces los límites estipulados en el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), que establece que el crecimiento propuesto debe basarse “en parámetros objetivos (demográfico, del parque de viviendas, de los usos productivos y de la ocupación de nuevos suelos por la urbanización), y su relación con la tendencia seguida para dichos parámetros en los últimos diez años”.
En la última década Alcalá de los Gazules, siguiendo la tendencia general del país, ha reducido su población, pasando de 5.549 habitantes, a 5.226. Y esta tendencia descendente sigue. Esto no impide que el Ayuntamiento pretenda construir 648 nuevas viviendas, con capacidad para 1.555 habitantes más, un 29,75% de incremento, sin que se aclare de dónde saldrán esos nuevos habitantes. A esto hay que unir la propuesta de urbanizar 1.321.500 m2 de suelos, lo que supondría aumentar los actuales suelos urbanos en un 205,77%.
Esta desmesura no tiene justificación de ningún tipo, más allá de la intención de revalorizar amplias bolsas de suelos no urbanizables. Prueba de ello es el macroproyecto de “La Sacristana”, que se incluye en el PGOU en base a la firma de un convenio urbanístico entre el Ayuntamiento y los propietarios de los terrenos. Pura planificación a la carta, al mejor postor.
Ecologistas en Acción apuesta por un modelo territorial de población compacta, evitando procesos de expansión indiscriminada y de consumo innecesario de recursos naturales y de suelo. En vez de promover un resort turístico desgajado de la ciudad, hay que elaborar e implementarun plan de rehabilitación del casco histórico, fomentando la actividad hotelera y hostelera.
La crisis demográfica de la segunda mitad del siglo pasado y el urbanismo expansivo ha llevado al Casco Histórico de Alcalá de los Gazules a una situación de deterioro y despoblación. Por ello, hemos propuesto que el PGOU incluya un Plan Especial de Regeneración Integral del Conjunto Histórico Artístico, para conseguir su recuperación económica, social y poblacional.
Apostar por el turismo de golf en un municipio y en una comarca de reconocidos valores naturales y culturales, es una aberración para la organización ecologista. La Janda y Alcalá de los Gazules deben promocionar un turismo basado en su naturaleza, su riqueza gastronómica y su patrimonio cultural, cuya demanda supera con creces la del turismo del golf, aportando ventajas en relación con el menor consumo de recursos e impacto al medio ambiente, y valorizando recursos endógenos.
De seguir el Ayuntamiento adelante con un PGOU que vulnera normativas urbanísticas y medioambientales, y sin justificar los grandes crecimientos previstos, Ecologistas en Acción advierte que puede terminar anulado por los Tribunales, como ya ha sucedido con los PGOUs de Chiclana, El Puerto de Santa María o Prado del Rey.
Francisco Vílchez
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.
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