Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 22 de marzo de 2021.
Presentamos un resumen del programa Brecce, transmitido por Radio Quarantena (www.spreaker.com) sobre las notas de la canción “Abre brecha” del cantor Ali Primera.
En esta ocasión hablamos de la situación de Bolivia y Venezuela, en el marco de la reorganización de las fuerzas conservadoras, que se están reconfigurando según las políticas de la nueva administración Biden, y de su sustancial continuidad en política exterior con el anterior inquilino de la Casa Blanca, en América Latina y más allá. Una política que deja vía libre a la represión criminal del gobierno colombiano de Iván Duque contra su pueblo, ya que Colombia es el principal caballo de Troya de Estados Unidos en la región.
A la larga lista de asesinatos de exguerrilleros que pasaron a la política legal y líderes sociales, se sumó el de la alcaldesa de una comunidad indígena del departamento de Putumayo, asesinada junto con su bebé de 5 meses. Otra hija y un nieto también resultaron heridos.
Una masacre sin fin que ciertamente no suscitará la demanda de sanciones por parte de Estados Unidos, que subvenciona la industria militar por la seguridad con el pretexto de «la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico».
En cambio, estamos asistiendo a un clamor de todas las fuerzas que organizaron o cubrieron el golpe de Estado en Bolivia contra Evo Moral de 2019, de cara a los procesos judiciales que llevaron a la carcel a la autoproclamada presidenta interina Janine Añez y algunos de sus colaboradores más cercanos. .
Ha protestado la oligarquía de Santa Cruz, el departamento adinerado que se hace pasar por un espejo de Miami, y cuyas escuadras fascistas, los Comités Cívicos, han irrumpido en el país para amplificar las denuncias de presuntos fraudes durante las elecciones parlamentarias anteriores.
Ha levantado su voz la Conferencia Episcopal Boliviana, que siempre se ha opuesto a cualquier tinte de socialismo en la región.
Han denunciado la “violaciones de los derechos humanos” las grandes instituciones internacionales que han favorecido y cubierto el golpe, como también confirmaron recientemente fuentes del Foreign Office al portal inglés Declassified UK, que se ocupa de inteligencia y política exterior: la embajada británica en La Paz – ha dicho el portal – se ha movido rápidamente a favor de los golpistas, junto con la CIA y con la mefítica Organización de los Estados Americanos que encabeza Luis Almagro, un hombre de Wasghinton.
De hecho, en la pequeña Bolivia está el control de un recurso estratégico para el capitalismo: el litio, las inmensas reservas de litio, las más importantes del planeta, que a los gobiernos de Morales les hubiera gustado procesar en el país, con ayuda de China.
Almagro ha denunciado de inmediato las presuntas violaciones a los derechos humanos en contra de Añez, quien como hipertensa se encuentra bajo constante control clínico e incluso mediático, habiendo sido los medios privados los principales actores en la construcción del golpe: golpe que ahora vuelven a negar. A ellos se suman las grandes agencias del humanitarismo, acompañados de la habitual Unión Europea, siempre «preocupada» por lo que están haciendo los gobiernos progresistas y socialistas, pero nunca por lo que hacen contra ellos esas fuerzas desestabilizadoras, que siempre encuentran cobijo y apoyo en Países europeos.
Como recordarán, el golpe de Estado en Bolivia comenzó a prepararse con mucha anticipación cuando los medios hegemónicos locales e internacionales, especialmente CNN y El País, comenzaron a ventilar que Morales estaba preparando un tremendo fraude electoral. Una versión que luego permitió las maniobras de Almagro, que luego resultaron ser absolutamente falsas, como lo demuestran varias investigaciones posteriores.
Almagro es, por tanto, tan responsable como Añez de la muerte de 36 personas en las masacres de Sacaba y Senkata y otros hechos sangrientos, así como de los cientos de heridos y los 1.500 presos políticos resultantes de la caza de brujas desatada por los golpistas y que ciertamente no recibió la atención internacional de la que ha gozado la autoproclamada desde las primeras horas de detención.
Las autoridades bolivianas, apoyadas por organismos internacionales de signo contrario a los gestionados por Estados Unidos, como el Alba, y apoyados por movimientos populares, han denunciado a Almagro y piden que sea remitido a la Corte Penal Internacional.
Bolivia tiene actualmente el liderazgo de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América, Alba, y también un papel central en la nueva organización Runasur, que aglutina a las organizaciones sociales y movimientos indígenas del sur, y que también se ha pronunciado en contra de Almagro.
Pero, para el imperialismo la impunidad por sus crímenes debe reinar supremamente en América Latina, hasta que el dueño norteamericano quiera cambiar de caballo mediante juicios por corrupción (ver en Honduras, Guatemala o Perú) a los que pasaron de moda.
Mientras tanto, se ha abierto la batalla legal para sacar a la golpista Añez de la cárcel, mientras una carta muy pertinente le recuerda: No se preocupe señora Añez, no la tratarán como le pasó a la diputada indígena del Mas, cuyo maltrato público había dado la vuelta en todo el mundo durante el golpe: despojada de su traje tradicional, la pollera, arrastrada por la calle con el pelo rapado y con pintura en la cabeza. No somos como tú, dice la carta.
Pero, mientras tanto, también continúa el derribo de la figura pública del expresidente Morales, acusado de haber tenido una relación sentimental con una muchacha que aún no era mayor de edad. Algunas damas de la oligarquía se manifestaron frente a la prisión donde se encuentra Añez – ciertamente no una feminista progresista, sino una Bolsonaro femenina – y dieron la bienvenida a Morales durante un acto de preparación a la segunda vuelta de las regionales con carteles que decían Pedófilo.
La desafortunada respuesta machista de algunos diputados del Mas obviamente sirvió en bandeja de plata para que los medios de comunicación multiplicaran los argumentos contra el gobierno boliviano, y trataran de agudizar las contradicciones internas y evitar que encontraran una solución proporcional a la realidad, y no por voluntad del gran capital internacional.
La tasa de machismo existente en las sociedades latinoamericanas no es en absoluto insignificante, pero precisamente por eso, los avances de la lucha de las mujeres, incluso en Bolivia, deben considerarse significativos.
Sin embargo, después de Cuba, Venezuela es el país de América Latina donde los logros de las mujeres son más visibles, tanto en términos de autonomía económica como de poder real, es decir, su presencia, a veces mayoritaria, en los órganos del poder ejecutivo y, desde hace más de 80 % en los órganos de dirección del poder popular.
La constitución bolivariana, declinada en los dos géneros, se ha enriquecido con un cuerpo legislativo muy avanzado en materia de lucha contra el patriarcado y la violencia de género. Aún queda un largo camino por recorrer, dijeron las feministas venezolanas, reunidas en un momento preparatorio del Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo. Más de 200 mujeres, representantes de diversas organizaciones de diversos países del mundo, participaron y compartieron la visión de la lucha antipatriarcal como eje fundamental de la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, reafirmando el vínculo entre socialismo y feminismo.
Un vínculo lamentablemente roto en los países capitalistas en los que, tras la derrota del ciclo de lucha en la década de 1970, la cuestión de la libertad de las mujeres se separó de la lucha por la libertad de todos y todas. Desde el socialismo feminista venezolano, que reivindica la necesidad de conjugar la historia insurgente en los primeros doscientos años de la independencia del imperialismo con la de las luchas revolucionarias, incluso armadas, contra las democracias burguesas de la IV República, hay un indicio de como articular las diversas luchas y diferencias dentro de una agenda internacional común.
Una propuesta que llegará a las y los demás sujetos y sujetas que componen el socialismo bolivariano y que la lucha de género atraviesa, en este marzo íntegramente dedicado a las mujeres en Venezuela. Del 22 al 26, todos estos sectores se reunirán para converger en la plenaria internacional del Congreso, en el cual la clase obrera está desarrollando una plataforma de lucha común a nivel internacional, y que también tiene en su centro el tema de la lucha contra los latifundios mediáticos y el desarrollo de redes de comunicación alternativas que contrarresten la mentira mediática.
De hecho, nadie nos hablará aquí de las muchas fábricas ocupadas por los trabajadores y entregadas por el gobierno bolivariano a la gestión directa, en base a la avanzada ley laboral que lo prevé. Nadie nos explicará la importancia, en esta gestión, de los Consejos Productivos, órganos de autogobierno de los trabajadores, que están vinculados a la gestión del barrio y son uno de los núcleos centrales de las comunas.
Nadie hará la comparación con los gobiernos que arrasan en los países capitalistas europeos, empezando por Italia, donde se apoyan a industriales y grandes grupos en detrimento de los intereses y la salud de los sectores populares. Grupos que luego de embolsarse recursos públicos cierran sus fábricas y se van a reubicarlas en estos países del sur donde no hay leyes de protección laboral como la que se votó hace diez años en Venezuela, un país donde los ministros van a ocupar las fábricas que maneja el sector privado, junto con los trabajadores.
Por otro lado, las páginas de los grandes periódicos así como los cerebros ya destrozados de sus lectores se llenarán de noticias falsas sobre la «dictadura» de Maduro, y las empresas inexistentes del igualmente inexistente «gobierno-fake» del autoproclamado “presidente interino de Venezuela”, Juan Guaidó.
Una ficción sumamente peligrosa, como se ve en Bolivia, sustentada en las constantes y criminales disposiciones emitidas por Estados Unidos y la Unión Europea para imponer sanciones al pueblo venezolano.
Recomendamos leer dos noticias de signo contrario. La primera proviene del grupo de periodistas de investigación que se reúnen dentro del portal Misión Verdad, y que analizan un informe de la agencia financiada por Soros, Crisis Group. Para atacar al gobierno bolivariano, Crisis Group analiza el peso del discurso y la acción de los llamados «exiliados» venezolanos sobre los gobiernos de los países en los que se encuentran y en los que viven en el lujo. Influencia visible también en Italia, así como sigue siendo fuerte en el parlamento europeo y norteamericano, junto con el anticastrismo de Miami.
La otra perla proviene del diario español de extrema derecha ABC, conocido por sus falsas primicias, regularmente negadas, pero luego retomadas en la lógica de las fake news. En esta ocasión se habla de los cazarrecompensas que se mueven, organizados y administrados por grandes grupos internacionales, dentro de Venezuela para intentar embolsarse la recompensa multimillonaria que Trump le ha puesto a las cabezas de Maduro y de los principales líderes de la revolución bolivariana. Recientemente, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, denunció el descubrimiento de uno de estos grupos.
Y concluimos con una noticia que también es una cita: el nacimiento, en Sicilia, del Colectivo internacionalista Vientos del Sur. Vientos del sur contra las economías de guerra de la OTAN y sus vasallos, contra el capitalismo y el patriarcado, contra el bloqueo en Cuba y Venezuela, y contra el nuevo Far West de las democracias burguesas. Nuestra primera cita será el 23 de marzo a las 18,30 pm de Italia (la 1,30 pm de Venezuela), en facebook. No te lo pierdas.