Pensamiento Crítico. La decadencia del imperio norteamericano de occidente

Pen­sa­mien­to Crí­ti­co. La deca­den­cia del impe­rio nor­te­ame­ri­cano de occidente

Por Alex FG, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano 17 de mar­zo de 2021

“Las cla­ses socia­les del siglo IX no se habían for­ma­do con la deca­den­cia de una civi­li­za­ción ago­ni­zan­te, sino entre los dolo­res de par­to de una civi­li­za­ción nueva.”

Engels, F; El ori­gen de la fami­lia, la pro­pie­dad pri­va­da y el esta­do, 1884.

Cada vez es más evi­den­te la deca­den­cia orgá­ni­ca del capi­ta­lis­mo y como pun­ta de lan­za de éste, del impe­ria­lis­mo norteamericano.

En estos últi­mos tiem­pos hemos vivi­do hechos his­tó­ri­cos en for­ma de pan­de­mias que han demos­tra­do la fra­gi­li­dad de los sis­te­mas sani­ta­rios del sis­te­ma capi­ta­lis­ta(1). Segui­mos com­pro­ban­do como millo­nes de tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras siguen murien­do, enfer­man­do y empo­bre­cién­do­se(2), como las far­ma­céu­ti­cas se están fro­tan­do las manos con la comer­cia­li­za­ción de las vacu­nas, de las cua­les, con toda pro­ba­bi­li­dad, millo­nes de tra­ba­ja­do­res y sec­to­res popu­la­res del mal lla­ma­do Ter­cer Mun­do serán exclui­dos en para­le­lo a las for­tu­nas que ya empie­zan a acu­mu­lar los pro­pie­ta­rios de dichas far­ma­céu­ti­cas(3); así mis­mo, asis­ti­mos a ver ‑aun­que anes­te­sia­dos por el opio de la alie­na­ción- como nume­ro­sos sec­to­res socia­les más o menos aco­mo­da­dos de las socie­da­des occi­den­ta­les (euro­peas y nor­te­ame­ri­ca­nas fun­da­men­tal­men­te) se empo­bre­cen a pasos agi­gan­ta­dos y pasan a engro­sar el ejér­ci­to de reser­va del Capi­tal en for­ma de mano de obra en paro o se pre­ca­ri­za agu­da­men­te su situa­ción labo­ral, en nume­ro­sí­si­mos casos aban­do­na­dos por unas admi­nis­tra­cio­nes públi­cas que ase­gu­ra­ban que no lo harían jamás(4).

Fru­to de la total des­or­ga­ni­za­ción y pla­ni­fi­ca­ción del sis­te­ma, los sec­to­res más vul­ne­ra­bles del pro­le­ta­ria­do sufren una y otra vez las con­se­cuen­cias de la cri­sis sani­ta­ria y social, que ya mucho antes de la lle­ga­da pan­dé­mi­ca daba seña­les de alar­ma en lo económico.

Con esta bre­ve y nece­sa­ria intro­duc­ción con­tex­tual, pode­mos afir­mar que EEUU no es nin­gu­na excep­ción a esta reali­dad, que ade­más, como poten­cia diri­gen­te del blo­que impe­ria­lis­ta occi­den­tal, los sín­to­mas de deca­den­cia son enor­mes, y la tea­tral irrup­ción de masas enar­de­ci­das en el Capi­to­lio(5) ‑sede del poder legis­la­ti­vo fede­ral- no es más que una expre­sión de la agu­di­za­ción de la situa­ción de des­com­po­si­ción del sis­te­ma capi­ta­lis­ta que ocul­ta ‑o mues­tra si pros­pec­ta­mos en ella- una gue­rra entre bur­gue­sías esta­dou­ni­den­ses enfren­ta­das en dos pro­yec­tos impe­ria­lis­tas encon­tra­dos e incompatibles.

1) DOS PROYECTOS ANTAGÓNICOS DE DOMINACIÓN MUNDIAL EN PLENA DECADENCIA:

Como afir­má­ba­mos, la bur­gue­sía nor­te­ame­ri­ca­na se haya en un dile­ma: EE. UU. ha pasa­do de ser la super­po­ten­cia eco­nó­mi­ca y mili­tar del mun­do capi­ta­lis­ta des­de 1945 has­ta nues­tros días, estre­chan­do lazos con Euro­pa, pro­mo­vien­do la crea­ción de orga­nis­mos regu­la­do­res de la eco­no­mía bajo su égi­da (OCDE, Ban­co mun­dial, Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal, G‑20, etc.(6), mili­ta­res (OTAN) (7), los Tra­ta­dos de Libre Comer­cio (TLC) con Cana­dá y Méxi­co, etc., etc.,…que supu­sie­ron un desa­rro­llo sin pre­ce­den­tes de la expor­ta­ción de capi­ta­les, indus­trias ‑entre ellas la expor­ta­ción de armas de todo tipo, muchas veces en for­ma de inva­sio­nes, gue­rras y cuyas con­se­cuen­cias son la des­truc­ción sis­te­má­ti­ca de paí­ses o pue­blos ente­ros que serán recons­trui­dos con la pri­ma­cía exclu­si­va del agre­sor- a ser una poten­cia en decli­ve inexo­ra­ble que es inca­paz ‑a pesar de sus enco­na­dos inten­tos- de seguir pro­gre­san­do ni en lo mili­tar ni en lo eco­nó­mi­co a con­quis­tar nue­vas fron­te­ras ni derro­tar a sus enemi­gos inter­na­cio­na­les en los últi­mos tiem­pos(8).

Efec­ti­va­men­te, el impe­rio nor­te­ame­ri­cano de occi­den­te, como aquel impe­rio romano del año 395, en el que tras las derro­tas mili­ta­res pre­vias ante godos y diver­sos pue­blos bár­ba­ros el empe­ra­dor Teo­do­sio I recu­pe­ró a duras penas el con­trol, sufre una cri­sis sin final apa­ren­te, irre­ver­si­ble a todos los nive­les, don­de el “esta­blish­ment” inten­ta recon­du­cir una situa­ción que a medio pla­zo solo pue­de ser aún más explosiva.

El para­le­lis­mo con el decli­ve y caí­da del Impe­rio romano de Occi­den­te es cla­ro: a la inca­pa­ci­dad mili­tar de las últi­mas déca­das ‑don­de no ha podi­do ven­cer en nin­gu­na de las gue­rras que ha ini­cia­do- se unen las derro­tas en lo eco­nó­mi­co, en lo diplo­má­ti­co y en el resur­gir de eco­no­mías sóli­das y en con­ti­nua expan­sión que ame­na­zan la hege­mo­nía, tan­to a EE. UU. como a la “vasa­lla” UE, de su posición(9).

Teo­do­sio I recu­pe­ró un poder frá­gil, con un ejér­ci­to colap­sa­do, con terri­to­rios de su impe­rio fue­ra de con­trol (por lo que, entre otras con­se­cuen­cias la pro­duc­ción eco­nó­mi­ca y las entra­das de impues­tos men­gua­ron, pro­vo­can­do colap­sos, enca­re­ci­mien­to de la mate­ria pri­ma y los pro­duc­tos bási­cos ‑inclui­dos los escla­vos-) y con las fron­te­ras pre­sio­na­das por poten­cias extran­je­ras. ‑e inclu­so zonas ente­ras inter­ve­ni­das y fue­ra de con­trol romano-. Al morir Teo­do­sio se repar­tió el poder entre sus hijos que entra­ron en gue­rra civil. El ejér­ci­to, total y abso­lu­ta­men­te sobre­di­men­sio­na­do, inefi­caz y con unos man­dos ansio­sos de Poder, jugó un papel pre­pon­de­ran­te en estos hechos que arras­tra­ron la caí­da de Roma, ofi­cial­men­te pro­du­ci­da en 476 aun­que sea mati­za­ble. EE.UU a día de hoy se nos mues­tra como una poten­cia mun­dial en la cual en el inte­rior de su seno mal­con­vi­ven diver­sos intere­ses enfren­ta­dos y ávi­dos de Poder, des­pués de años de cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co con­ti­nua­do, de rege­ne­ra­ción eco­nó­mi­ca tras años de cri­sis, de impo­si­ción de acuer­dos inter­nos y de ane­xión de nue­vos mer­ca­dos exter­nos; de las nece­si­da­des de sali­da del stock del Com­ple­jo Mili­tar Indus­trial con­tra pro­yec­tos de recons­truc­ción indus­trial nacio­nal y con­cen­tra­ción de capi­ta­les en sue­lo estadounidense…en defi­ni­ti­va, se tra­ta de con­tra­dic­cio­nes pro­fun­da­men­te agu­das e insal­va­bles entre los intere­ses de unas bur­gue­sías de carác­ter oligárquico/​imperialistas expan­sio­nis­tas ‑las cua­les han dibu­ja­do has­ta hoy la faz de gran par­te del Pla­ne­ta- y unas bur­gue­sías nacionalistas/​chovinistas que sue­ñan con arre­ba­tar el Poder al Com­ple­jo Mili­tar Indus­trial Finan­cie­ro y las gran­des cor­po­ra­cio­nes empre­sa­ria­les mul­ti­na­cio­na­les que siguen apos­tan­do por la expor­ta­ción de capi­ta­les, la con­cen­tra­ción de rique­zas y la hos­ti­li­dad a todo aquel que se opon­ga a sus desig­nios (aun­que sea vía “manu militari”).

Este es el quid de la cues­tión: las frac­cio­nes bur­gue­sas enfren­ta­das entre sí, con una visión dia­me­tral­men­te opues­ta de cómo remon­tar la cri­sis eco­nó­mi­ca, social, cul­tu­ral y sani­ta­ria, que refle­jan dos con­cep­cio­nes del mun­do más allá de EE. UU radi­cal­men­te distintas.

a) Tipo­lo­gía de las frac­cio­nes enfrentadas:

Ante todo, es impor­tan­te des­ta­car que las nue­vas cri­sis que arre­cian y la pro­pia com­po­si­ción de los dos prin­ci­pa­les par­ti­dos que repre­sen­tan los intere­ses de las 2 bur­gue­sías nor­te­ame­ri­ca­nas en dispu­ta han faci­li­ta­do que estos par­ti­dos se vean supe­ra­dos por los intere­ses de los bur­gue­ses a los cua­les dicen repre­sen­tar. Esto es, pode­mos encon­trar repre­sen­tan­tes de ambas fac­cio­nes tan­to en el Par­ti­do Demó­cra­ta como en el Repu­bli­cano(10).

Sin embar­go, los “sobe­ra­nis­tas” abun­dan más en el Par­ti­do Repu­bli­cano. De hecho, Trump es un repre­sen­tan­te de tal fac­ción; la fac­ción “glo­ba­lis­ta” se haya más arrai­ga­da en el Par­ti­do Demó­cra­ta. No obs­tan­te, las dos influ­yen en los dos par­ti­dos y actúan por cuen­ta pro­pia en las ins­ti­tu­cio­nes elec­ti­vas, en el poder cor­po­ra­ti­vo empre­sa­rial, en el Pen­tá­gono, la CIA y el Com­ple­jo Militar-Industrial-Financiero.

Que­da meri­dia­na­men­te cla­ro que tan­to par­ti­dos como can­di­da­tos son ins­tru­men­tos de dos fac­cio­nes del gran capi­tal, de cor­po­ra­cio­nes y estruc­tu­ras más per­ma­nen­tes y con mayor rai­gam­bre eco­nó­mi­ca, social, mili­tar e ideológica.

Recien­tes ‑y anti­guos- resul­ta­dos elec­to­ra­les tram­po­sos ‑o no‑, dispu­tas por el voto por correo, dispu­tas por el sena­dor tal o cual de tal esta­do o aquel otro…todo esto que­da en un segun­do plano. Lo que real­men­te está en jue­go es la lucha por el con­trol efec­ti­vo del Poder, de los resor­tes de este. Es una autén­ti­ca pug­na por el Poder y el rum­bo que ha de lle­var la nave por un camino pla­ga­do de som­bras y dificultades.

Nue­va­men­te, y con el ejem­plo de EE. UU vemos como el Esta­do no es neu­tro; no es un ele­men­to pues­to al azar y según quién lle­gue a él, éste se pue­de ges­tio­nar de tal o cual mane­ra. El Poder, por tan­to, no es el Esta­do. Con­fun­dir ges­tión del Gobierno, Esta­do y Poder nos remi­te a con­cep­cio­nes polí­ti­cas, eco­nó­mi­cas y socia­les idea­les neo­pla­tó­ni­cas. El Esta­do es un ins­tru­men­to crea­do y dise­ña­do por una cla­se domi­nan­te que efec­ti­va­men­te ha toma­do el Poder de los medios de pro­duc­ción y ha crea­do su ins­tru­men­to para explo­tar y opri­mir su cla­se por enci­ma de la otra.(11)

Los EE. UU con los ejem­plos de estos días, insis­ti­mos, nos ense­ñan el ver­da­de­ro Poder y la dispu­ta entre fac­cio­nes que osten­tan ese Poder para diri­gir­lo en base a sus intere­ses: han emer­gi­do, pues, las con­tra­dic­cio­nes entre la pro­pia cla­se diri­gen­te, y estas son muy agu­das, pues­to que no las resuel­ven sim­ples ges­tio­nes cosméticas.

Efec­ti­va­men­te, los “sobe­ra­nis­tas” exi­gen un giro coper­ni­cano a las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas desa­rro­lla­das y pre­do­mi­nan­tes en los últi­mos dece­nios: así, se expli­ci­ta un inte­rés en el replie­gue eco­nó­mi­co, el vol­ca­do de par­tes del poder trans­na­cio­nal de EE. UU hacia el inte­rior de sus fron­te­ras; todo ello, que no es poco, a con­tra­co­rrien­te de la lla­ma­da glo­ba­li­za­ción neo­li­be­ral, esto es, de la mun­dia­li­za­ción del capi­tal. Para ello, des­de la era Trump, se inten­tó pri­mar la eco­no­mía inte­rior, impo­ner aran­ce­les al exte­rior, dejar en un segun­do plano la OTAN (inclu­so desin­vir­tien­do en ella), etc…(12)

Para el obje­ti­vo mar­ca­do, es nece­sa­rio un adoc­tri­na­mien­to, una ino­cu­la­ción del cho­vi­nis­mo nacio­na­lis­ta entre amplios sec­to­res de la pobla­ción (es sig­ni­fi­ca­ti­vo el lema “Make Ame­ri­ca great”). Aglu­ti­na­dos en torno a dema­gó­gi­cos dis­cur­sos y pro­fé­ti­cas solu­cio­nes a cor­to pla­zo, aprie­tan filas en torno al pro­yec­to para com­ba­tir las altas tasas de des­em­pleo, reflo­tar la indus­tria nacio­nal y los sec­to­res eco­nó­mi­cos des­trui­dos por el mode­lo actual ‑mar­ca­do por las gran­des cor­po­ra­cio­nes y el Com­ple­jo Mili­tar y Finan­cie­ro-. En defi­ni­ti­va, un retorno al WASP de anta­ño (Whi­te Anglo Saxon Pro­tes­tant)(13), don­de la cla­se obre­ra blan­ca sea la base sus­ten­ta­do­ra de este neo­po­pu­lis­mo de tin­tes fas­cis­tas, muy reac­cio­na­rio, que pre­ten­de divi­dir a los tra­ba­ja­do­res sobre bases étni­co-racia­les, iden­ti­ta­rias y socio-cul­tu­ra­les en pro­ve­cho de una bur­gue­sía muy reac­cio­na­ria. El tra­ba­ja­dor blan­co, afec­ta­do por las suce­si­vas cri­sis y actual­men­te por la cri­sis sani­ta­ria, des­pla­za­do por las masas obre­ras inmi­gran­tes mal paga­das, explo­ta­do y opri­mi­do, es el “obje­ti­vo”, don­de asen­tar un ejér­ci­to dis­ci­pli­na­do, mani­pu­la­ble y ser­vil que ayu­de a la bur­gue­sía nacio­na­lis­ta cho­vi­nis­ta a asen­tar su Ítaca.

La lucha con­tra el paro a la vez que se inten­ta com­ba­tir el decli­ve eco­nó­mi­co son los dos ejes de la polí­ti­ca de los sobe­ra­nis­tas y sus masas adoc­tri­na­das. El res­ca­te de una gran par­te del capi­tal trans­na­cio­nal para rein­ver­tir en EE. UU. es la rece­ta pro­tec­cio­nis­ta con la cual se pre­ten­de, por par­te de la gran bur­gue­sía diri­gen­te, fomen­tar su cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co; por otra par­te, el cie­rre de fron­te­ras (o como míni­mo res­tric­ción de acce­so) a la inmi­gra­ción obre­ra extran­je­ra, la nega­ti­va a las regu­la­ri­za­cio­nes y las depor­ta­cio­nes bus­can “pro­te­ger” a la masa de tra­ba­ja­do­res blan­cos nor­te­ame­ri­ca­nos. Esta bur­gue­sía con­si­de­ra que el empleo en esta fase es un bien “esca­so”, que se debe desa­rro­llar con las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas pro­tec­cio­nis­tas, las cua­les desa­rro­lla­rán una indus­tria poten­te a la par que rena­ci­das empre­sas finan­cie­ras que pos­te­rior­men­te, en su desa­rro­llo ulte­rior, se tor­na­rá nue­va­men­te expansionista.

Sur­gen, pulu­lan y se expan­den, imbri­cán­do­se entre ellas, en este tipo de tro­pa todo tipo de semi sec­tas, sec­tas y/​o ideo­lo­gías. Un mag­ma de anti­guos y nue­vos res­col­dos fas­cis­tas, neo­na­zis y simi­la­res (el KKK, el “sudis­mo” o los Proud Boys, por ejem­plo); segui­do­res de engen­dros ideo­ló­gi­co-mís­ti­cos (p.e. QAnon); corrien­tes ideo­ló­gi­cas con rai­gam­bre en los par­ti­dos tra­di­cio­na­les (don­de se con­cen­tran los ges­to­res de la bur­gue­sía) y cha­ma­nis­mo, eso­te­ris­mo y mis­ti­cis­mo. De nue­vo, tene­mos varios para­le­lis­mos his­tó­ri­cos evi­den­tes, como por ejem­plo el perío­do his­tó­ri­co en el que se pro­du­jo la degra­da­ción de la Gre­cia clá­si­ca y su subs­ti­tu­ción por el Impe­rio Mace­dó­ni­co que pro­vo­có, en el inte­rregno de esas dos eta­pas, la apa­ri­ción de diver­sas corrien­tes filo­só­fi­cas (epi­cu­reís­mo, estoi­cis­mo, diogenismo…que poco o nada tenían que ver con el pla­to­nis­mo y/​o el aris­to­te­lis­mo pre­do­mi­nan­te has­ta enton­ces) y si más con un caos gris, oscu­ro, depri­men­te al per­ci­bir­se social­men­te la lle­ga­da de épo­cas con más som­bras que luces a pesar de pasar a per­te­ne­cer a un impe­rio “cos­mo­po­li­ta” y con­si­de­rar­se el mis­mo “el cen­tro del mundo”.

Para ello es impres­cin­di­ble enar­bo­lar vie­jas ban­de­ras fren­te a los post­mo­der­nis­mos que son la ense­ña de los “glo­ba­lis­tas”. La reac­ción con­ser­va­do­ra pre­ten­de defen­der lo tra­di­cio­nal, lo cris­tiano, lo blan­co y nor­te­ame­ri­cano fren­te a los femi­nis­mos, las iden­ti­da­des cul­tu­ra­les, la diver­si­dad o el rela­ti­vis­mo cul­tu­ral. Todo lo defen­di­do por los “glo­ba­lis­tas” se per­ci­be como un ata­que a la super­vi­ven­cia de la idio­sin­cra­sia nor­te­ame­ri­ca­na e inclu­so a la per­vi­ven­cia cul­tu­ral y eco­nó­mi­ca de la cla­se media blan­ca. En ese popu­rrí encon­tra­mos, como decía­mos, des­de nos­tál­gi­cos del May­flo­wer has­ta sudis­tas y el KKK, pero es tan hete­ro­gé­neo que colec­ti­vos de muje­res, afro­ame­ri­ca­nos e inclu­so lati­nos, pasan­do por cuba­nos exi­lia­dos no dudan en apo­yar la reac­ción con tal de defen­der sus pri­vi­le­gios o sen­ci­lla­men­te creen que hacién­do­lo fomen­tan el orden fren­te a la deca­den­cia nor­te­ame­ri­ca­na actual.

Dicho de otra mane­ra, los glo­ba­lis­tas serían la fac­ción bur­gue­sa nacio­na­lis­ta que apues­ta por la recu­pe­ra­ción del Poder ‑o par­te de él- trans­na­cio­nal, recu­pe­ran­do empre­sas y Capi­tal hacia el inte­rior de EE. UU con el fin de desa­rro­llar el mer­ca­do inte­rior del país, pri­mán­do­lo sobre los intere­ses situa­dos en el extranjero.

Se expli­ca así la apues­ta de la admi­nis­tra­ción Trump por redu­cir su peso eco­nó­mi­co en la OTAN; sus limi­ta­cio­nes a las ofen­si­vas mili­ta­res impe­ria­lis­tas (a dife­ren­cia de las ante­rio­res admi­nis­tra­cio­nes), no cedien­do a las pre­sio­nes del Com­ple­jo Mili­tar; y por supues­to, des­pre­cian­do rela­ti­va­men­te a la Unión Euro­pea (has­ta enton­ces socio pre­fe­ren­te de EE. UU), a la que en múl­ti­ples oca­sio­nes se ha enfren­ta­do, abrien­do dife­ren­tes epi­so­dios de gue­rra eco­nó­mi­ca.(14)

Los “glo­ba­lis­tas” son los ges­to­res y pro­pie­ta­rios de la oli­gar­quía mul­ti­na­cio­nal y trans­na­cio­nal, de ori­gen esta­dou­ni­den­se, pero con amplia implan­ta­ción mun­dial. Su inmen­so Poder se extien­de pues más allá de las enor­mes, pero a su vez limi­ta­das fron­te­ras nor­te­ame­ri­ca­nas. Es el Poder que explo­ta y opri­me inter­na­cio­nal­men­te a la cla­se obre­ra de for­ma indis­cri­mi­na­da, con­quis­ta nue­vos mer­ca­dos por la fuer­za de las armas, movi­li­zan­do los enor­mes recur­sos dis­po­ni­bles para ello crea­dos por los Esta­dos occi­den­ta­les para tal fin.

Sos­tie­nen las alian­zas con otras super­es­truc­tu­ras impe­ria­lis­tas como la Unión Euro­pea (UE), orga­nis­mos como el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI), el Ban­co Mun­dial (BM), el G‑20 y el bra­zo mili­tar del impe­ria­lis­mo, la OTAN.

La oli­gar­quía glo­ba­lis­ta sigue, a pesar de este perío­do de cri­sis, impul­san­do ofen­si­vas mili­ta­res para con­se­guir nue­vos mercados.

En polí­ti­ca inte­rior, esta bur­gue­sía explo­ta a los tra­ba­ja­do­res al máxi­mo, con­de­nan­do a amplí­si­mas capas de tra­ba­ja­do­res a una vida de mise­ria, paro e inclu­so plu­ri­em­pleo post-jubi­la­ción(15); exclu­yen­do de dere­chos bási­cos y fun­da­men­ta­les a ingen­tes can­ti­da­des de tra­ba­ja­do­res como la sani­dad de cali­dad o la edu­ca­ción(16); fomen­tan­do la divi­sión social por cues­tio­nes de géne­ro u otras iden­ti­da­des con el fin de des­unir a la cla­se tra­ba­ja­do­ra y poder, por tan­to, des­ac­ti­var las posi­bles revo­lu­cio­nes del futu­ro que serían pro­vo­ca­das por la des­mem­bra­ción imperial.

En esta fac­ción bur­gue­sa se hayan la mayo­ría de las empre­sas de la indus­tria infor­má­ti­ca, las empre­sas de comu­ni­ca­ción audio­vi­sual, gran­des edi­to­ria­les y pren­sa, cade­nas de tele­vi­sión, la indus­tria aero­náu­ti­ca y espa­cial, las far­ma­céu­ti­cas, mine­ras, la ban­ca y ase­gu­ra­do­ras, las indus­trias mili­ta­res y auxi­lia­res rela­cio­na­das con el Com­ple­jo Mili­tar ‑inclui­das las fir­mas de ejér­ci­tos mercenarios‑, auto­mo­vi­lís­ti­cas, cons­truc­to­ras y meta­lúr­gi­cas, etc., así como gran par­te del mun­do de la indus­tria del espec­tácu­lo (cine, músi­ca y tea­tro).(17)

Cier­ta­men­te, por ejem­plo, apo­yan la polí­ti­ca glo­ba­lis­ta Meg Whit­man, ex pre­si­den­ta eje­cu­ti­va de Hew­lett Pac­kard (HP), actual­men­te gran direc­ti­vo de otra gran empre­sa, Qui­bi, una pla­ta­for­ma de emi­sión en “strea­ming”; el exse­cre­ta­rio de Esta­do Colin Powell, del gabi­ne­te Bush y con amplios lazos con el Com­ple­jo Mili­tar; el gru­po repu­bli­cano anti-Trump “El Pro­yec­to Lin­coln”, don­de des­ta­ca Geor­ge Con­way, el espo­so de la con­se­je­ra de la Casa Blan­ca Kell­yan­ne Con­way.(18) Tam­bién el exse­cre­ta­rio de Defen­sa William Cohen.

Per­so­na­li­da­des apar­te, ade­más de empre­sas como HP, las empre­sas tec­no­ló­gi­cas de Sili­con Valley apos­ta­ron por el glo­ba­lis­ta Biden: Face­book, Goo­gle, Apple, Micro­soft, Ama­zon, Lin­ke­dIn, Micro­soft y Twit­ter han apo­ya­do sin tapu­jos al demó­cra­ta, tan­to con dona­cio­nes mul­ti­mi­llo­na­rias direc­tas como en logís­ti­ca.(19) De entre los medios de comu­ni­ca­ción y pren­sa perió­di­ca, tan­to en el este como en el oes­te, Joe Biden es el ele­gi­do en los medios con mayor flu­jo y lec­to­res, como el New York Times, Washing­ton Post, Los Ange­les Times y Bos­ton Glo­be. Lo mis­mo suce­de en el nor­te, don­de dos de los medios más leí­dos en Illi­nois, el Chica­go Sun Times y el Chica­go Tri­bu­ne, die­ron su apo­yo a Biden. El Huf­fing­ton Post tam­bién lo hizo.

Por otra par­te, la revis­ta cien­tí­fi­ca ingle­sa Natu­re y la nor­te­ame­ri­ca­na Scien­ti­fic Ame­ri­can —no había dado su apo­yo a nin­gún can­di­da­to en 175 años de exis­ten­cia — , así como USA Today —una de las cade­nas de noti­cias más gran­des de Esta­dos Uni­dos y que en sus 38 años no se había pro­nun­cia­do — , lla­ma­ron a votar por el demócrata.

Caci­ques de la pren­sa, como el fun­da­dor de la agen­cia comu­ni­ca­ti­va homó­ni­ma, Michael Bloom­berg, inclu­so se pre­sen­tó a las pri­ma­rias demó­cra­tas para “fre­nar a Trump”. (20)

Spiel­berg, Soros, la empre­sa Twi­lio, EBay…son otras de las empre­sas y/​o empre­sa­rios rela­cio­na­dos con Biden. Trump tie­ne el apo­yo de Goya, Blacks­to­ne y otros sec­to­res de la ban­ca y las financieras.

Así mis­mo, una sim­ple bús­que­da nos ofre­ce infor­ma­ción muy pre­ci­sa sobre los apo­yos en los que se sus­ten­ta­rá el pre­si­den­te Biden: el Perió­di­co del 12 de diciem­bre de 2020 afir­ma que “el Gobierno que dise­ña Biden inclu­ye a miem­bros liga­dos a gran­des empre­sas”, así como que el “Secre­ta­rio de Defen­sa está a suel­do de uno de los mayo­res con­tra­tis­tas de armas del Pen­tá­gono. Dos de los prin­ci­pa­les ase­so­res eco­nó­mi­cos salen de la can­te­ra del mayor inver­sor de fon­dos del mundo”.(21)

b) Un pano­ra­ma inquietante:

Con este enfren­ta­mien­to en mar­cha, el pano­ra­ma que se le pre­sen­ta tan­to a la cla­se obre­ra y sec­to­res popu­la­res de EE. UU como a la del res­to del mun­do es como míni­mo inquietante.

A la deca­den­cia impe­rial se suma el con­si­guien­te cho­que de tre­nes pro­vo­ca­do por el enfren­ta­mien­to entre las diver­sas fac­cio­nes bur­gue­sas en dispu­ta por el con­trol del Esta­do. Y el resul­ta­do ‑como tam­bién la dispu­ta- de estas con­tra­dic­cio­nes ten­drán reper­cu­sio­nes globales.

Esta es una dispu­ta que va mucho más allá de Biden y Trump: se tra­ta de un com­ba­te por el con­trol del Esta­do y sus resor­tes con el fin de poner­lo a su ser­vi­cio. Sig­ni­fi­ca­ti­vo es, por tan­to, que el equi­po de Biden cuen­te con miem­bros per­te­ne­cien­tes de for­ma direc­ta a los sec­to­res que la admi­nis­tra­ción Trump “per­ju­di­có”. El Com­ple­jo Mili­tar Indus­trial for­ma par­te del gabi­ne­te admi­nis­tra­ti­vo de Biden, así como las finan­cie­ras, gran ban­ca y la indus­tria tec­no­ló­gi­ca, que han inver­ti­do miles de millo­nes en su cam­pa­ña y aho­ra quie­ren ase­gu­rar­se un pues­to en pri­me­ra línea para apli­car las medi­das nece­sa­rias en defen­sa de su inte­rés.(22)

Es un hecho que Oba­ma (Pre­mio Nobel de la Paz gra­cias a un cruel sar­cas­mo de la His­to­ria) y los Clin­ton, por ejem­plo, lan­za­ron más cam­pa­ñas mili­ta­res, inva­die­ron más paí­ses, colo­ni­za­ron más terri­to­rios y apor­ta­ron por tan­to más nego­cio exte­rior a las mul­ti­na­cio­na­les que la admi­nis­tra­ción Trump, la cual ha inten­ta­do un replie­gue estra­té­gi­co de recur­sos mili­ta­res, geo­po­lí­ti­cos y de capi­ta­les, en con­tra del pare­cer de la indus­tria del arma­men­to y las gran­des cor­po­ra­cio­nes, de los paí­ses alia­dos de EE.UU (con la UE en pri­mer plano) y los pue­blos y paí­ses colo­ni­za­dos cuyas oli­gar­quías loca­les depen­den del “ami­go ame­ri­cano”.(23)

Cier­to es que Trump, como buen ges­tor de la bur­gue­sía, tuvo que ceder en deter­mi­na­das oca­sio­nes a las pre­sio­nes del Com­ple­jo Mili­tar, como en el caso sirio, pero eso no deter­mi­nó que la prio­ri­dad no era el replie­gue. El furor con el que le ata­can los medios beli­cis­tas tan­to en EE. UU como tam­bién, de for­ma total­men­te macha­co­na en la UE, deseán­do­le inclu­so los peo­res males(24), mues­tran el gra­do de sumi­sión laca­yu­na y de vasa­lla­je casi semi­co­lo­nial que osten­ta la super­es­truc­tu­ra euro­pea con aspi­ra­cio­nes impe­ria­lis­tas de pri­mer orden.

La UE demues­tra así el gra­do de subal­ter­ni­dad y depen­den­cia de unos EE. UU que, a pesar de su ban­ca­rro­ta, la quie­bra téc­ni­ca y la degra­da­ción mili­tar siguen sien­do como un jaba­lí heri­do: una for­mi­da­ble bes­tia capaz de ata­car sal­va­je­men­te y arra­sar con todo lo que se pon­ga por delan­te, pre­ci­sa­men­te por la nece­si­dad impe­rio­sa de seguir acu­mu­lan­do rique­zas y expor­tar capi­ta­les por par­te de sus gran­des cor­po­ra­cio­nes indus­tria­les y finan­cie­ras. Es una ley bási­ca del sis­te­ma: la acu­mu­la­ción per­ma­nen­te de capi­tal.(25)

Com­ple­men­ta­ria­men­te, estos hechos nos ense­ñan como la UE tam­bién es una orga­ni­za­ción mili­ta­ris­ta inte­gra­da en la OTAN, pero que osten­ta un esla­bón de segun­do orden en la cade­na impe­ria­lis­ta y nece­si­ta, por tan­to, unos EE. UU beli­cis­tas y expan­sio­nis­tas con el fin de abrir nue­vos cir­cui­tos de expor­ta­ción de capi­ta­les y bie­nes hacia otros pue­blos. El carác­ter irre­for­ma­ble de la UE que­da sella­do, está en el ADN de la orga­ni­za­ción su depen­den­cia total y abso­lu­ta hacia la OTAN y el capi­ta­lis­mo impe­ria­lis­ta nor­te­ame­ri­cano; la UE es, pues, un ins­tru­men­to de las gran­des empre­sas finan­cie­ras e indus­tria­les euro­peas que uti­li­zan la super­es­truc­tu­ra crea­da como lan­za­de­ra de la nece­sa­ria expan­sión de capi­ta­les hacia el exte­rior(26) Sobre todo, el gran capi­tal fran­cés y ale­mán son los gran­des pro­mo­to­res de la gue­rra impe­rial, lla­man­do con­ti­nua­men­te a la OTAN y a los orga­nis­mos judi­cia­les, finan­cie­ros y eco­nó­mi­cos a la gue­rra (mili­tar, judi­cial y eco­nó­mi­ca) con­tra aque­llos pue­blos y/​o paí­ses “rebel­des” que no se some­ten al dic­ta­do de los intere­ses nor­te­ame­ri­ca­nos y euro­peos. Una gue­rra impe­rial en todos los aspec­tos que la UE no ha duda­do en apli­car en pro­pio sue­lo euro­peo (expan­sión inter­na27) y en el exte­rior, ya sea por ini­cia­ti­va pro­pia o en cla­ro segui­dis­mo del dic­ta­do del “gran her­mano ame­ri­cano”.(28)

¿Cómo no iba el impe­ria­lis­mo euro­peo a salir en defen­sa urgen­te de cual­quier alter­na­ti­va a Trump? Era impo­si­ble tole­rar 4 años más el replie­gue mili­tar, con res­tric­cio­nes de fon­dos a la OTAN, la sali­da de tro­pas de Orien­te Medio, Asia y Euro­pa; el replie­gue para con las orga­ni­za­cio­nes comer­cia­les, eco­nó­mi­cas y finan­cie­ras glo­ba­les; el retorno de empre­sas capi­ta­les a EE. UU y, en defi­ni­ti­va, la entra­da en una nue­va eta­pa de pro­tec­cio­nis­mo comer­cial y un cier­to ais­la­cio­nis­mo eco­nó­mi­co y militar.

No ha duda­do la UE en apos­tar con fie­re­za por un Biden, que va a tener que lidiar con un trum­pis­mo for­ta­le­ci­do, el cual ha sabi­do aguan­tar una embes­ti­da terri­ble del glo­ba­lis­mo. Pode­mos afir­mar que esta gue­rra va a supe­rar tan­to al trum­pis­mo como a Biden al no ser ésta coyun­tu­ral, si no estruc­tu­ral. Poco impor­ta si las elec­cio­nes fue­ron ama­ña­das o no. El mar­xis­mo ana­li­za que las elec­cio­nes bur­gue­sas son un cir­co ‑y más las esta­dou­ni­den­ses- don­de se dilu­ci­da el ges­tor nece­sa­rio de las bur­gue­sías en liza con una páti­na demo­crá­ti­ca. Pero en reali­dad, esta páti­na demo­crá­ti­ca sal­tó ya varias veces por los aires en la cor­ta His­to­ria del impe­rio.(29)

Sin embar­go, lo que sí está hacien­do sal­tar por los aires el trum­pis­mo es la ima­gen impo­lu­ta de éstas elec­cio­nes cara a una gale­ría que obser­va sor­pren­di­da como fas­cis­tas y/​o para­fas­cis­tas asal­tan el Capi­to­lio ante un posi­ble frau­de elec­to­ral (des­men­ti­do has­ta la sacie­dad por los medios afi­nes al régi­men impe­rial, pero cues­tio­na­do en su esen­cia); como las gran­des cor­po­ra­cio­nes tec­no­ló­gi­cas pri­va­das como Twit­ter, Face­book y simi­la­res inten­tan silen­ciar – y lo logran- nada más y nada menos que al Pre­si­den­te(30); como gran­des masas de tra­ba­ja­do­res blan­cos y capas medias rura­les son mar­gi­na­das y repu­dia­das por unas empre­sas mediá­ti­cas y audio­vi­sua­les que silen­cian “su” voz. Esto ha pro­vo­ca­do la con­so­li­da­ción ‑que no defun­ción como pre­ten­dían los glo­ba­lis­tas- de un movi­mien­to “sobe­ra­nis­ta” cada vez más radi­ca­li­za­do y peligroso.

A pesar de las difi­cul­ta­des inter­nas y exter­nas, pode­mos espe­rar de los “glo­ba­lis­tas” un enco­na­mien­to del beli­cis­mo ‑la gue­rra- como fuen­te de ingre­sos, y la recons­truc­ción de lo arra­sa­do (y pos­te­rior­men­te endeu­da­mien­to de éste) como segun­da y prin­ci­pal fuen­te de ingre­sos. La excu­sa de los “Esta­dos terro­ris­tas” se apli­ca­rá con mayor dure­za ‑sin duda- en Orien­te Medio, con Siria, Yemen, Iraq y Afga­nis­tán como epi­cen­tro; con la ines­ti­ma­ble ayu­da del impe­ria­lis­mo fran­cés EE. UU podría agi­tar el avis­pe­ro liba­nés, pro­vo­can­do con­flic­tos de natu­ra­le­za des­co­no­ci­da des­de los años 80 en la región. Irán será un obje­to de deseo tam­bién por par­te de los cru­za­dos de la OTAN. No des­car­te­mos total­men­te tam­po­co la posi­ble inter­ven­ción en Arge­lia, codi­cia­da con nue­vas ansias por las petro­le­ras fran­ce­sas y don­de en los últi­mos años se han vivi­do duros inten­tos de desestabilización.

En Amé­ri­ca Lati­na los con­flic­tos no apun­tan a inter­ven­cio­nes direc­tas, pero si a la agu­di­za­ción del hos­ti­ga­mien­to en for­ma de “gol­pes blan­dos” a Vene­zue­la, Boli­via, Nica­ra­gua y Cuba. No des­car­te­mos las posi­bi­li­da­des de agre­sión a alguno de estos paí­ses por par­te de otros esta­dos como Colom­bia, con cual­quier pre­tex­to por pere­grino que sea, con la pre­pa­ra­ción y/​o logís­ti­ca apor­ta­das por EE. UU.

En el esce­na­rio euro­peo, la UE verá refor­za­das sus pre­ten­sio­nes anti­rru­sas: Bie­lo­rru­sia y el Donetsk (inde­pen­di­za­do de fac­to de Ucra­nia) serán con­ti­nua­men­te hos­ti­ga­dos. Sin embar­go, las san­cio­nes se pre­vén más eco­nó­mi­cas que mili­ta­res, dado la polí­ti­ca de alian­zas de ambos paí­ses. EE. UU no está en con­di­cio­nes de un enfren­ta­mien­to con Rusia, prin­ci­pal alia­do de estos territorios.

En lo refe­ren­te a asun­tos estric­ta­men­te inter­nos, el glo­ba­lis­mo segui­rá la línea demó­cra­ta de refor­za­mien­to del movi­mien­to anti­rra­cis­ta, cier­ta laxi­tud en la polí­ti­ca migra­to­ria y tam­bién favo­re­ce­rá el acce­so de una par­te de la pobla­ción exclui­da de cier­tas polí­ti­cas socia­les ‑que debie­ran estar garan­ti­za­das por ley, por otra par­te- como la sani­dad, pen­sio­nes o la educación.

Tam­bién es pre­vi­si­ble que segui­re­mos con el esque­ma fija­do por las mul­ti­na­cio­na­les para­pe­ta­das detrás de cier­tas “ten­den­cias” o modas inter­cla­sis­tas, como el femi­nis­mo bur­gués, cier­tas supues­tas liber­ta­des “de iden­ti­dad” o “la diver­si­dad”, que en el fon­do no son más que expre­sio­nes bur­gue­sas del indi­vi­dua­lis­mo que fomen­tan las gran­des empre­sas cul­tu­ra­les (con las apli­ca­cio­nes [apps] en pri­me­ra línea e impor­tan­tes mul­ti­na­cio­na­les [redes socia­les], alia­das de Biden en esta épo­ca, que pre­ten­den seguir sus pla­nes de expan­sión glo­bal). A modo de ejem­plo, no es de extra­ñar que todas las tele­vi­sio­nes, públi­cas o pri­va­das, del Esta­do espa­ñol repi­tan ‑macha­co­na­men­te- estos cli­chés de la “diver­si­dad”, la “iden­ti­dad” o afi­nes y hagan ban­de­ra de ellos, como par­te del plan de expan­sión eco­nó­mi­ca y social de estas mul­ti­na­cio­na­les. Toda una revo­lu­ción “cul­tu­ral” des­ti­na­da a crear nor­mas y con­duc­tas de com­por­ta­mien­to indi­vi­dua­lis­ta ‑en nom­bre de la liber­tad- que para­dó­ji­ca­men­te crean indi­vi­duos más escla­vos, más incons­cien­tes y ato­mi­za­dos, por tan­to, más alie­na­dos y depen­dien­tes de una super­es­truc­tu­ra eco­nó­mi­ca y social que nos hun­de en una cri­sis estruc­tu­ral don­de la super­vi­ven­cia eco­nó­mi­ca, como tra­ba­ja­do­res sobre­ex­plo­ta­dos y sobre- opri­mi­dos va a ser el reto dia­rio que con­se­guir. La ver­da­de­ra iden­ti­dad que posee­mos, es la de la cla­se, aque­lla que vie­ne deter­mi­na­da por nues­tra rela­ción con los medios de pro­duc­ción y su pro­pie­dad, y, por tan­to, nues­tro esta­tus social deter­mi­na­do por la divi­sión social del tra­ba­jo. Será una ardua tarea recu­pe­rar las posi­cio­nes cla­sis­tas, ya que este post­mo­der­nis­mo cul­tu­ral y eco­nó­mi­co tie­ne el indi­si­mu­la­do obje­ti­vo polí­ti­co de negar nues­tra cla­se y nues­tra con­di­ción como tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, vol­cán­do­se, eso sí, en la pro­fun­di­za­ción, cada vez más con­fu­sa y extra­ña, por aje­na a nues­tros intere­ses como cla­se, “iden­ti­dad o diversidad”.

La opo­si­ción “sobe­ra­nis­ta” no le pon­drá nada fácil al glo­ba­lis­mo el triun­fo de la res­tau­ra­ción impe­ria­lis­ta de las mul­ti­na­cio­na­les. La frac­tu­ra del Poder es más que evi­den­te, y el “sobe­ra­nis­mo” ha acu­mu­la­do fuer­zas y Poder, tan­to que hace 4 años derro­tó sor­pre­si­va­men­te a Hillary Clin­ton. Siguien­do la teo­ría de las elec­cio­nes como ter­mó­me­tro social, Trump no solo no ha per­di­do apo­yos si no que los ha aumen­ta­do, tan­to cuan­ti­ta­ti­va como cua­li­ta­ti­va­men­te. Ha esta­do a pun­to de reva­li­dar el man­da­to, con la sos­pe­cha de puche­ra­zo inclui­da, que si bien no es algo nue­vo en las elec­cio­nes de EE. UU, sí que en esta oca­sión nos per­mi­te visua­li­zar por 2ª vez de for­ma cris­ta­li­na la frac­tu­ra pro­fun­da exis­ten­te en el seno de la bur­gue­sía más agre­si­va del planeta.

El avan­ce pan­dé­mi­co, la frac­tu­ra social ‑a todos los nive­les socia­les, cla­ses inclui­das; des­de el más apar­ta­do rin­cón de Wyo­ming has­ta la popu­lo­sa nue­va York, pasan­do por pro­fe­sio­nes libe­ra­les, obre­ros de la cons­truc­ción has­ta los últi­mos fun­cio­na­rios de la admi­nis­tra­ción y la judicatura‑, la bata­lla ins­ti­tu­cio­nal y las ten­sio­nes en las aso­cia­cio­nes empre­sa­ria­les y los lob­bies que los sus­ten­tan están pro­vo­can­do- sin lugar a duda- una ero­sión, ade­más de en la ima­gen, en los pila­res del Esta­do. Y en todos ellos.

Cier­ta­men­te, pode­mos encon­trar aho­ra mis­mo gene­ra­les del Pen­tá­gono hablan­do sin tapu­jos de “sus­pen­der la Cons­ti­tu­ción para evi­tar la gue­rra civil”.(31)

No es bala­dí pen­sar en una frag­men­ta­ción inclu­so terri­to­rial de los pro­pios EE. UU: vol­ver ‑de algu­na for­ma- al pro­yec­to con­fe­de­ra­do sudis­ta, o bien, a la total inde­pen­den­cia es no tan­to un sue­ño para algu­nas pode­ro­sas aso­cia­cio­nes en Texas u otros Esta­dos de la Unión como Cali­for­nia(32). El esce­na­rio es poco pro­ba­ble, pero si sigue ahon­dán­do­se la bre­cha exis­ten­te y la situa­ción con­ti­núa degra­dán­do­se, las fuer­zas reac­ti­vas laten­tes podrían rear­mar­se. Y no solo ideo­ló­gi­ca­men­te. En un país don­de es rela­ti­va­men­te fácil armar­se y las armas corren como la pól­vo­ra inclu­so entre civi­les, a cen­te­na­res de miles, la cues­tión no es de Pero­gru­llo.(33)

Añá­da­se a este cóc­tel la exis­ten­cia de mili­cias, ejér­ci­to y guar­dia nacio­nal, y todas ellas con visio­nes dia­me­tral­men­te opues­tas inclu­so en su seno, ade­más de una legis­la­ción que impi­de la sece­sión de los Esta­dos que con­for­man la nación y el alam­bi­ca­do sis­te­ma repre­sen­ta­ti­vo de EE. UU que per­ju­di­ca la visi­bi­li­dad de los intere­ses de cier­tas oli­gar­quías loca­les. Al res­pec­to, la BBC apun­ta ‑como indi­ca la nota al pie ante­rior en fecha mayo de 2019-:

(…) “Sin embar­go, la sece­sión de Cali­for­nia podría des­en­ca­de­nar una olea­da de ini­cia­ti­vas simi­la­res en otras par­tes de EE. UU.

El nores­te, por ejem­plo, se alie­na­ría cada vez más en un país domi­na­do por los repu­bli­ca­nos sin nin­gu­na espe­ran­za de ganar repre­sen­ta­ción polí­ti­ca. Por lo tan­to, los esta­dos que se extien­den al nor­te des­de Mary­land a Mai­ne y del oes­te a Pen­sil­va­nia podrían ver la sece­sión como el úni­co medio de esca­par de una mayo­ría repu­bli­ca­na permanente”. (…)

Así refle­ja­das las cosas, pode­mos resol­ver que la cri­sis es estruc­tu­ral: vie­ne de la cri­sis eco­nó­mi­ca ini­cia­da en 2007 en ese país e irre­suel­ta; con­ti­núa con las cri­sis sub­ya­cen­tes y depen­dien­tes de la cri­sis eco­nó­mi­ca: socia­les y cul­tu­ra­les; enla­zan­do con la cri­sis sani­ta­ria, la cual hace ‑y hará- coli­sio­nar la deca­den­te poten­cia eco­nó­mi­ca y mili­tar con las poten­cias emer­gen­tes rusa y, sobre todo, china.

Obje­ti­va­men­te, a pesar de este esce­na­rio dan­tes­co, a los pue­blos, esta­dos y nacio­nes anti­im­pe­ria­lis­tas, o en aque­llos pue­blos, Esta­dos y nacio­nes don­de el movi­mien­to anti­im­pe­ria­lis­ta ‑o socia­lis­ta, en un esta­dio de con­cien­cia supe­rior- esté desa­rro­llán­do­se y alber­gue posi­bi­li­da­des reales de triun­fo, la deca­den­cia y dispu­ta inter­na de las fac­cio­nes oli­gár­qui­cas en EE. UU favo­re­ce, ofre­ce las con­di­cio­nes nece­sa­rias para un mejor asen­ta­mien­to o desa­rro­llo de estos pro­yec­tos emancipadores.

Será nue­va­men­te en el mal lla­ma­do Ter­cer Mun­do don­de se pue­dan abrir “las amplias ala­me­das”; si el colap­so nor­te­ame­ri­cano ‑o su posi­bi­li­dad de tal- se pro­du­ce, el desa­rro­llo de los pro­ce­sos libe­ra­do­res podrá ser mayor, depen­dien­do éste de las con­di­cio­nes sub­je­ti­vas que ante­pon­gan a lo obje­ti­vo. Es así como a pesar de una más que pro­ba­ble eta­pa de reac­ción con la lle­ga­da del Com­ple­jo Mili­tar Indus­trial y alia­dos (repre­sen­ta­do por Biden) a la ges­tión del Poder, es muy posi­ble que la debi­li­dad orgá­ni­ca del impe­rio se debi­li­te por sus luchas intes­ti­nas y los reflu­jos que pue­da apor­tar el “sobe­ra­nis­mo”.

Es pues un esce­na­rio estruc­tu­ral, que va más allá de Biden y Trump, como fue en su día más allá de Trump y Clin­ton; las seña­les de podre­dum­bre que envía el impe­rio se han de inter­pre­tar, pero nues­tra es esa labor de inter­pre­ta­ción y aná­li­sis, más la tra­duc­ción nece­sa­ria, para que poda­mos estu­diar a fon­do la deri­va del impe­ria­lis­mo y pre­pa­rar de for­ma cla­sis­ta y orga­ni­za­da la res­pues­ta acti­va ‑que no reactiva-.

Alex FG

Licen­cia­do en Historia.

Titu­la­do en His­to­ria del Pensamiento.

nota com­ple­ta en eines­di­gi­tal: https://einesdigital.wordpress.com/2021/03/03/la-decadencia-del-imperio-norteamericano-de-occidente‑2/

Itu­rria /​Fuen­te

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