Por Laura Cano, Resumen Latinoamericano /Alba TV/9 de marzo de 2021.
“Todos los femicidios anuncian tempestad, todos los femicidios anuncian tempestad y el sol tras de las nubes pierde su claridad, ¡machistas temblad, viva la liberad”, así empezaba el “Himno de la Liberación” que entonaron colectivas e individualidades feministas este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, durante un encuentro vivo, sororo y conmemorativo en la esquina Caliente de la plaza Bolívar de Caracas.
Desde la mañana del #8M, feministas caraqueñas alzaron sus pancartas mientras replicaron consignas, gritos de denuncias y demandas frente a la Asamblea Nacional de Venezuela. Niedlinger Briceño, perteneciente a la Colectiva Tejiéndonos Mujeres y el Frente Cultural de Izquierda, recalcó en que, a pesar de la cuarentena radical, “es necesario salir a las calles en un día como hoy, no para que nos feliciten sino para que salgamos a luchar juntas, mirarnos, reconocernos y exigirles a las instituciones que hagan su trabajo para proteger nuestros derechos”.
En este sentido, Briceño señaló que la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se hace letra muerta cuando las instituciones del Estado venezolano no permiten plenamente que se haga justicia. “Exigimos que se cumplan todos los artículos que están plasmados en esta Ley. Por eso las mujeres caraqueñas demandamos que se haga justicia por las asesinadas, porque los femicidios es la pandemia más grande a nivel mundial y no permitiremos que queden impunes en nuestros país”.
Por su parte, Victoria Alen, de la Colectiva Tinta Violeta, destacó la importancia de tomar las calles en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. “Independientemente de las condiciones duras para las mujeres, en especial para las mujeres que pertenecemos al proletariado, necesitamos salir para demostrar que falta muchísimo para hacer y que se nos escuche en las calles, ya que este es el espacio donde se han dado las luchas más importantes del pueblo”, acotó.
En Venezuela, “las condiciones de la crisis económica repercuten, por supuesto, en la vida y salud de las mujeres. Somos las primeras a las que nos llega este impacto de la crisis, lo cual nos coloca en un estado de indefensión, y por lo tanto salimos hoy a la calle a exigir nuestros derechos”, reflexionó para Alba TV Victoria Alen, activista feminista.
Ni la cuarentena radical pudo detener la marcha de la ruta feminista en Caracas, caracterizada por el retumbar de los tabores y los cantos de sus luchas. Con medidas de bioseguridad, caminaron juntas desde la plaza Bolívar hasta Bellas Artes, con una breve parada en la sede del Ministerio Publico, para luego integrarse a una puesta artístico-cultural.
Recordamos que el 8 de marzo es una fecha conmemorativa que tiene sus antecedentes históricos en varias protestas, huelgas y demandas de las mujeres trabajadoras, socialistas y obreras a finales del siglo XIX e inicios del XX en Norteamérica y Europa. Ellas, como nosotras, denunciaban la explotación, precariedades laborales, así como los abusos sexuales, acosos y vejaciones en las que eran sometidas.
Hoy, en Venezuela, las demandas del movimiento feminista se refieren principalmente a la atención oportuna de las violencias machistas en el país, la aplicación cabal de la LOSDVLV, protección social a los trabajos de cuidados, vida y trabajos dignos para todas, interrupción voluntaria del embarazo y educación sexual para decidir.
También, las colectivas reconocen los avances en estos últimos años al respecto del marco jurídico nacional. De hecho, la Colectiva Tinta Violeta este lunes público en su red social lo siguiente: “Como colectivas feministas y representantes del movimiento feminista popular venezolano debemos reconocer el último instrumento legal que salió en Gaceta Oficial hace varios días. Nos referimos a un Decreto Nacional que aprobó el protocolo de lxs funcionarixs de los organismos de seguridad del Estado para la atención oportuna e inmediata actuación ante cualquier caso de violencia machista”.
Así, esta fecha dista de ser una celebración sino un día para reivindicar los logros de justicia social alcanzados por la presión de los movimientos feministas y de mujeres a lo largo de la historia en los diversos países. Pero, además, todos los 8 de marzo son una oportunidad para visibilizar las discriminaciones de género contra mujeres, niñas y jóvenes dentro de una sociedad patriarcal y capitalista.