Por Nara Lacerda. Resumen Latinoamericano, 15 de abril de 2021.
La cadena de acciones, omisiones, prácticas y políticas que han llevado la devastación ambiental en Brasil a registros históricos es objeto de análisis y denuncias que componen el Dossier Agro y Fuego. El documento denuncia el acaparamiento de tierras, la deforestación e incendios en la Amazonia, Cerrado y Pantanal.
Dado a conocer el miércoles 14 de abril, el documento arroja luz sobre la relación entre gobierno, agroindustria, acaparamiento de tierras y destrucción de biomas. El proyecto es el resultado de la articulación de más de 30 movimientos sociales, organizaciones y pastorales.
La plataforma trae inicialmente seis artículos y seis informes de conflictos por la tierra que afectan a comunidades tradicionales en diferentes partes del país. Pero la idea es ampliar el material con actualizaciones constantes.
Entre los análisis, el texto Presidencia y parlamento al servicio de los acaparadores de tierras: legislar al acaparamiento de tierras, traza un cronograma y demuestra que el tema de la tierra en Brasil siempre ha estado vinculado a la exclusión de los territorios originarios tradicionales y la apropiación privada.
La lógica se aplica desde la primera ley de tierras del país, la Ley de Tierras de 1850, hasta las sucesivas decisiones del gobierno de Jair Bolsonaro, que abren el camino a la explotación de la agroindustria y les quitan los derechos a los pueblos originarios.
«No es casualidad que el régimen legal de tenencia de la tierra en Brasil acompañe – y legitime – la progresiva exclusión de todos los demás (no propietarios) del acceso a la tierra y los medios de producción de vida, en diferentes momentos de la historia brasileña», apunta sacar el artículo.
Esta relación es también el tema del texto Agronegocios y Estado brasileño: ¿quién gana cuando pasa el ganado? – quien recuerda: «No podemos hablar de agronegocios sin mencionar al Estado y las políticas públicas que hicieron viable su origen y expansión».
La disonancia entre la imagen de la agroindustria como un importante motor tecnológico y de desarrollo en Brasil y los altos niveles de devastación causadospor el sector es el tema de análisis en el artículo.
«El avance de la agroindustria en el territorio brasileño ha ido acompañado de un aumento de la deforestación (…) La deforestación y el avance de las actividades agrícolas en el Cerrado y en la Amazonía coinciden», advierte.
En el expediente se abordan otros aspectos del avance de los grandes predios de explotación de tierras. En todos los textos se concluye explícitamente que el crecimiento de esta práctica está íntimamente ligado a la explotación de los trabajadores y la naturaleza.
Informes de luchas
Como resultado directo del aumento de las políticas que fomentan la exploración, existen conflictos por la tierra que ocurren en todo Brasil. El dossier contiene seis casos llamativos en el Pantanal, el Amazonas y el Cerrado.
En Mato Grosso y Mato Grosso do Sul se encuentran los territorios Guató y Kadiwéu, donde también viven los pueblos Kinikinau, Terena y Chamacoco. Hacer frente a las amenazas a los territorios es histórico, pero con el aumento de los incendios ha ganado componentes nuevos y crueles.
Ante la falta de apoyo de las autoridades públicas, los indígenas crearon sus propios cuerpos de bomberos, en un intento por minimizar el daño récord al Pantanal. Hoy viven con la falta de agua, la escasez de peces y la destrucción del bioma.
Las constantes amenazas a pueblos indígenas y quilombolas aparecen en todos los informes. Son solo una muestra de que los incendios, las invasiones, los avances irregulares y los delitos son un lugar común para los pueblos originarios.
Estos grupos de población también son los encargados de preservar lo que queda de estos biomas, reafirma el dossier. En contraste con la expansión de la agroindustria, las prácticas de estas comunidades en la defensa de los territorios tienen un gran peso en la conservación.
Fuente: Brasil de Fato